Gee♥ // Bren♥ // Max♥ // Add♥

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mis 4 amores = hermosos preciosos perfectos heavys talentosos y sexys ♥

viernes, 24 de diciembre de 2010

Cap: Harder Than You Know

FELIIIIZ NAVIIDAAAD MIS DIOOOSAAASS!! :D
AQUI LES DEJO EL CAPI! ^^ DISFRUTENLOOO :D

chicas! la cancion que lleva el titulo del cap es la primera ren el mixppod rojo con las calaberitas :D

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Intenté no pensar en el diluvio de lagrimas que estaban a pocas horas de distancia, intenté centrarme en mis deberes y tragarme las lagrimas por unas horas más… solo unas horas más. Me incliné y cambié la canción que se predisponía a reproducirse: Harder than you know, una canción de amor que me hacía llorar de forma calamitosa… como toda las canciones de amor.

- Now loving you is harder than you know… - canturré poniendo los ojos en blanco y cuando empezó a sonar “Before I Forget” continué con mis deberes.

A la media hora llegó benjamín y me ayudó a terminar los deberes. Nos quedamos conversando de la vida y de todo un poco hasta entrada la noche, en conclusión, ese día no hicimos nada.

- Por suerte que hoy no hicimos nada… - comentó antes de irse. – estoy cansado…
- Si, yo también… la verdad me divertí benja – comenté con una sonrisa forzada; cuando caía el sol me costaba mucho más mantener la alegría de mi rostro
- Yo también… - sonrió y despeinó mi cabello con expresión divertida – eres como la hermanita que nunca tuve sabías?
- Gracias bro – dije abrazandolo lo más fuerte que pude.
- De nada sis – agregó correspondiéndome el abrazo – bueno… debo irme, tu madre está por llegar y ella no sabe que existo… además le dije a Sam que me pasar a buscar como a las 9 y son las 9:15…
- Hasta mañana benja. Ya ve bro… sam te espera para saltar

Lo acompañé hasta la puerta y volví a mi cuarto a tirarme sobre la cama y escuchar música sin parar. Empecé con Three Days Grace, seguí con Escape the fate y proseguí con Bullet for my valentine. Paré antes de llegar a Cannibal Corpse porque ese día en especifico tenía unas especiales ganas de suicidarme… Cannibal corpse era una banda de metal, y el metal no me ponía triste… necesitaba dolor.

Apagué el ares y agarré el MP4 donde busqué la lista de reproducción que oía para deprimirme: una mezla de canciones de amor de mis bandas favoritas, esas voces que expresaban dolor y que solo lograban que quisiera cortarme las venas… pero no podía suicidarme. No podía. No debía. A pesar de todo mi dolor, a pesar de que nadie lo comprendiera por completo, sabía que varios sufrirían si moría, sabía que aún tenía demasiadas cosas por hacer… yo no podía morir.

Me ahogué en dolor hasta entrada la madrugada. Mis ojos dolían demasiado como para parpadear y estaban tan hinchados que latían como si fueran a explotar. Intenté acompasar la respiración un tanto porque mis jadeos no me permitían respirar bien y me estaba ahogando de verdad. Despegué la cara de la almohada y me saqué el pelo húmedo de lagrimas del rostro… esa sería otra noche particularmente larga.

De puro gusto y para seguir sufriendo puse en reproducción la canción esa que me daba dolor… tanto dolor… Harder Than You Know… recordé que esa misma tarde la había evitado y sonreí algo psicópata al darme cuanta de que tenía toda la madrugada por delante… podría escucharla cientos de veces y podría desear morir muchas veces más…

- Baby, don’t talk to me… i’m trying to let go… now loving you is harder than you know – canté entre susurros mientras lloraba con más intensidad y pensaba en el significado de esas palabras… “ …nene, no hables conmigo, estoy tratando de dejarte ir, ahora amarte es mas difícil de lo que crees…”
- Es más difícil de lo que crees max… - susurré como si pudiera escucharme – amarte y dejarte ir es mucho más difícil de lo que crees… te amo mi amor.

Dichas estas últimas palabras cerré los ojos y programé el MP4 para que repitiera “Harder than You Know” indefinidas veces… no quería escuchar otra cosa, no lo deseaba.

Me desperté cantando a las 5:45 de la mañana, una hora antes de que sonara el despertador. Calculé que habría dormido 3 horas, pero mas que sueño sentía dolor en los ojos enrojecidos. Me levanté y me dirigí casi como sonámbula al baño, donde llené el lavamanos con agua helada y sumegí la cara conteniendo la respiración.

El frío pincho mi rostro como si fuera pequeñas agujitas. En cuanto se me acabo el aire saqué la cara del agua y me la sequé con una toalla. Miré mi rostro frente al espejo: el agua fría había desimfalamado un poco mis ojos, a no estaban tan rojos, pero si parecían cansados. Mis ojeras se habían agrandado y oscurecido deliberadamente.

Suspiré y volví al cuarto a agarrar lo que siempre usaba para tapar las ojeras y volví al baño. Primero apliqué iluminador del tono de mi piel, después sombra violeta porque convinaba con mi ropa y delineador negro arriba y abajo. Me organicé el pelo y procedía a vestirme. Me puse una polera violeta y una campera rayada arriba y abajo me embutí los chupines que había usado el día anterior y los botines rayados azul oscuro.

Puse todas las cosas en la mochila y me dirigí a la cocina a desayunar. Me conformé con un vaso de leche fría… no tenía hambre, nunca tenía hambre. Cuando me fui eran las 7 de la mañana, aún tenía media hora por delante para hacer lo que quisiera, pero no me iba a quedar en mi casa… no, de ninguna forma.

Salí sin hacer ruido porque mamá estaba durmiendo y no quería despertarla. Me subí al ascensor pensando que haría media hora en la calle , en otros tiempos hubiera llamado a Max para que viniera a buscarme, pero en ese momento no podía hacerlo.

En cuanto pisé la calle y el viento frío choco con mi rostro detecté un olor diferente… cerca de donde me encontraba algo había pasado… podía oler sangre en el aire… ya que no tenía nada que hacer, me dediqué a perseguír ese olor.

El aroma me llevó 5 cuadras en dirección contraria al liceo, doblé una esquina y me encontré en un callejón largo con una pequeña abertura al final. Las paredes mohosas tenían un olor pútrido que disimulaba en algo el fuerte efluvio a sangre fresca. Caminé en silencio y preparada a salir corriendo, no sabía que podría encontrarme del otro lado del pequeño agujero. Mientras me acercaba veía algunas gotas de sangre fresca en el suelo y algunos arañazos en el cemento… detrás del agujero no iba a encontrarme con un vampiro… no, era otra cosa.

Inspiré lo más silenciosamente que pude para detectar olores… ese olor, pensé entreabriendo la boca sin darme verdadera cuenta, mis colmillos descendieron a su estado “natural” y reacomodé la mandibula a gran velocidad. Mis sentidos se agudizaron sensiblemente en cuestión de segundos y fui capas de sentir el sonido de carne desgarrándose y de una respiración gutural y animal… me pregunté nerviosa porque mi cuerpo reaccionaba así frente a lo que sea que estuviera del otro lado del agujero.

Algo me decía que no avanzara, pero aún así lo hice, no podía quedarme con la duda. Cuando estuve a pocos centímetros del agujero me quedé quieta, dentro del agujero estaba muy oscuro, por lo que solo asomé la cabeza…

Mis ojos al contacto con la oscuridad brillaron y pude ver con claridad lo que sucedía ahí adentro: un cuerpo humano a medio comer y una bestia con forma de animal… tenía cuatro patas y mucho pelo… parecía un.. perro? No, no… era diferente, las patas trazeras eran más largas que las delanteras, pero las 2 eran finas y musculosas. El pelaje enmarañado era color grisáceo oscuro. Tenía una forma algo estilizada, casi podía decirse escuálida y un oscico largo negro y prominente, plagado de dientes afilados y blancos.

Contuve la respiración del asco y me paralicé cuando el cuadrúpedo ese me quedó mirando con sus ojos ardidos negros llenos de furia. Rugió y algunas gotas de sus babas chocaron contra mi rostro, casi vomito, su olor a podrido era insoportable. Reaccioné un segundo después, me tiré hacia atrás y comencé a correr. Había avanzado solo 3 metros cuando las garras del bicho ese se cerraron en torno a mi tobillo, tumbándome en el suelo.

El cuadrúpedo saltó sobre mi con sus zarpas prestas a arrancarme la cara , pero giré sobre mi misma y lo evité por poco, me paré de un salto y comencé a correr otra vez con la esperanza de salvarme. Corría a toda velocidad, mucho más rápido que un humano, casi como un vampiro.

Una de las zarpas del animal me golpeó el costado izquierdo y volé contra una de las paredes mohosas. Al caer al suelo caí sobre una vieja placa de vidrio que se rompió en mil pedasos bajo mi peso, clavándose en distintas partes de mi cuerpo, incluyendo mi cara…

- Ahh… - gemí sin poder respirar bien, sentía un dolor insoportable por todo el cuerpo.

El oscico de la bestia me giró poniéndome boca arriba. Lo vi de frente, su cara de animal toda manchada de sangre, su boca entreabierta gruñéndome y sus babas malolientes cayendo sobre mi pecho. Lo miré sin saber que hacer… como podría salvarme de esa? Como podría impedir que me comiera allí mismo?

El animal rugió contra mi rostro y se retiró unos centímetros para morder mi cara. Metí antebrazo, no me arruinaría la cara por nada del mundo. Sus caninos y dientes se clavaron en mi antebrazo y grité, grité por el dolor que eso me causó. No aguantaría much más, lo sabía. Antes de perecer ante el dolor jugué mi última carta, una que jamás había intentado: probé controlar su mente.

Busqué con desesperación el punto conciente de sus ojos y luego de varios segundos pude encontrarlo. Me metí en su cabeza y el esfuerzo hizo que me latieran las sienes. Era difícil dominar al instinto de esa bestia con la poca conciencia que poseía la misma, pero por lo menos podía evitar que me mordiera.

Los primeros rayos de sol chocaron contra mis ojos y perdí la concentración, haciéndome romper el contacto visual y de esa forma la cadena que unía mi mente con la mente de la bestia. Rugió de forma audible y… todo pasó tan rápido… estaba tan cegada por el sol que apenas podía enfocar, vi de soslayo como la bestia se alejaba de mi y se retorcía con violencia. De pronto vi apenas un hombre con el torso desnudo y luego nada…

Me quedé quieta por un minuto más y luego descidí moverme un poco. Me dolió de forma estrepitosa y horrorosa hacer movimientos, pero aún así me forcé a hacerlo. Me senté en el suelo y luego me arrastre hasta estar a la sombra.

Por primera vez miré mi mano izquierda, la palma estaba atravezada por un vidrió sucio y todo manchado de sangre, sabía que tendría que sacarlo de ahí, pero no me animé a hacerlo, tendría que llamar a una ambulancia pronto, no sabía el estado de mis heridas.

De repente mi palma comenzó a doler hasta el punto de hacerme gritar. El dolor comenzó en mi mano y se desplazó por mi cara y distintos puntos de mi cuerpo. Me forcé a no chillar y tumbarme en el suelo mientras veía con horror como pedazos de vidrio de diferentes tamaños caían al piso desde mi cuerpo. Vi como el trozo que atravesaba mi palma se desplazaba por si solo a un lado, retirándose de mi carne sin que tuviera que tocarla. Dolía, dolía mucho… el vidrio tardó casi un minuto en retirarse por si solo por completo de mi carne y caer al suelo. En cuanto salió de mi, no sentí mas dolor en la palma, solo un cosquilleo y nada más. Miré mi mano y noté sorprendiéndome que no tenía nada… no tenía una herida abierta, solo una línea rosada y mucha sangre.

“la piel de los vampiros se regenera más rápido que la de los humanos” eso había dicho máx una vez y yo sabía que era verdad… más de una vez me había lastimado y sanado a extrema velocidad, pero eso era insolito… mi carne al regenerarse explulsaba el cuerpo extraño incrustado en ella… era asqueroso, doloroso, y fascinante.

Registré el resto de mi cuerpo y mis heridas ya habían sanado, solo quedaban las manchas de sangre… las cuales eran muchas y no podría disimularlas, tendría que volver a casa. Me levanté y me sacudí un poco para luego ver la hora: 7:20.

- La puta madre! – exclamé dándome cuanta de que para esa hora mi madre ya estaba levantada y tendría que esperar a las 9 para que se fuera y no me viera chorreando sangre. – y ahora que hago? – me puse a pensar con desesperación, pero no encontraba nada de nada… tendría que esperar - maldita sea! A menos que…

Con resignación recurrí a mi última esperanza: Julieta. Disqué su numero y esperé… me pregunté al sentir la respuesta que me dieron el porque de que Julieta nunca respondiera su teléfono y siempre fuera Max.

- Hola cami… - dijo con tono dudoso – estás… bien?
- Ehm.. si –me apresuré a responder, lo que menos deseaba era que justamente Máximo se enterara de lo que había sucedido. – me pasas con Julieta porfis?
- Se está vistiendo… le dejo algo dicho?
Fuck! Maldita maldita suerteee!

- Eh… no, no es nada importante… - respondí y me quedé callada.
- Ah… bueno, te puedo ayudar en algo? – insinuó como adivinando que las cosas no estaban normales.
- No, no te compliques. Solo dile a Julieta lo más pronto posible que me llame antes de salir para el liceo, pero que me llame al celular.
- No estás en tu casa? – preguntó extrañado y elevando el tono – camila que pasó? Sabes que cuentas conmigo siempre, que paso?!

Corté. No aguantaría la cadena interminable de preguntas de Max. Me paré y descidí que no estaba segura en ese callejón, el animal extraño ese podría volver… pero era un animal? Si yo estoy segura de que vi un hombre cuando la bestia desapareció?

Me quedé pensando en esas cosas cuando comencé a trepar por la pared mohosa. Eran algo así como 2 pisos lo que trepé antes de lograr alcanzar la azotea de la casa. Había ropa tendida… ropa de mi tamaño. Lo que me asaltó una idea a la cabeza…

Descolgué lo que me servía: una camisa blanca entallada y unos jeans que me quedaban un poquito flojos. No lo dudé, me quité la ropa manchada y me puse esa que había encontrado. De mi ropa solo me volví a poner los botines y el cinto, el resto lo guardé prolijamente guardado en mi mochila, lo lavaría en cuanto llegara a mi casa en la tarde. Mi reflejé en un vidrio que había en la azotea para organizarme un poco el pelo. Todavía tenia la cara y las manos manchadas de sangre… no podía entrar así al liceo, debía encontrar una forma de limpiarme…

Recordé que en la noche anterior había llovido, por lo que con suerte encontraría algún lugar donde se hubiera acumulado un poco de agua de lluvia… en esa azotea no había, por lo que salté a la azotea contigua y luego la otra y así sucesivamente hasta que encontré en una depresión del techo un charco de agua…

El charco tenía un poco de tierra y estaba algo sucia el agua, pero a situaciones desesperadas, medidas desesperadas. Hice tripas coazón y me limpié el rostro en esa agua insalubre. Impié mis manos y el antebrazo. Me percaté de que en él habían quedado las marcas de la dentadura del animal…

Esperó que se borren como las otras,pensé sin tener demasiadas esperanzas antes de girar sobre mis talónes y dirigirme al liceo. Sería un día exactamente igual a la noche anterior: LARGO.

jueves, 23 de diciembre de 2010

mañana publiiicooo!! :D : D :D pero hoy les dejo una recomendación! oohh ziii :D


http://todocambiaconunadecision.blogspot.com

este blog esta reee bonito y acaba de empezar, asi que chikos y chikas pasense que no se van a arrepentir :D



les dejo tambien un parrafo del cap que publico mañana asi ya se hacen una idea :D

(...)

...Contuve la respiración del asco y me paralicé cuando el cuadrúpedo ese me quedó mirando con sus ojos ardidos negros llenos de furia. Rugió y algunas gotas de sus babas chocaron contra mi rostro, casi vomito, su olor a podrido era insoportable. Reaccioné un segundo después, me tiré hacia atrás y comencé a correr. Había avanzado solo 3 metros cuando las garras del bicho ese se cerraron en torno a mi tobillo, tumbándome en el suelo...

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jueves, 16 de diciembre de 2010

Cap. La Ascecina y el Cazador

holaa!! bueno, son la 1: 47 por lo que supongo que ya es viernes! asi que ya puedo publicar! :D
por las dudas les digo que estuve cambiando un poco el orden del blog así que para comentar, el icono aparece arriba del cap, debajo del titulo y encima de la primera linea del texto. burno, solo les tenia que decir esoo... jajaj les dejo el capi:
Me asustaba darme cuenta que las personas a mi alrededor notaban mi cambio, notaban que de a poco me iba oscureciendo de adentro hacia fuera. Mi alma ya estaba sumida en la oscuridad y eso se notaba en mi piel, en mis ojos hinchados de llanto, en mis ojeras violetas enfermisas.

- Camila… no estás entendiendo nada. – afirmó Benja quitando de mis manos los papeles….

Desde cuando tengo papeles en la mano?, pensé frunciendo el ceño. Tardé unos segundos comprender que estaba repasando la vida de Gabriel cuando de pronto me puse a volar por mi mundo ageno a la realidad.

- Eh? No… - negué mirándolo sin poder enfocar la atención en él.
- Porqué no duermes? Cada día estás peor camila… me preocupas. – dijo con tono preocupado.
- No… - negué con un tono que pretendía ser rotundo, pero no me salió – si me acuesto es solo para llorar, ya tengo suficiente con llorar toda la noche, no quiero llorar de día también.
- Camila, en serio te lo digo… te has convertido en un espectro! No… peor, en una vampireza… y no de las sanas, si no de las enfermas…
- No me llames así! – exigí recostándome contra el respaldo de la silla
- Sabes que es verdad Camila! – me gritó intentando hacerme reaccionar – ya no tienes energía! Ya no comes tanto como antes, es cierto… pero yo sé y en el fondo tu también sabes que estás tan deteriorada porque ya no bebes!
- Si bebo! – le objeté intentando recordar cuando había sido la última vez… no… no lo recordaba.
- Cuando?! A ver dime cuando fue la última vez?!

Me quedé callada con la cabeza gacha mientras unas lágrimas de impotencia brotaban de mis ojos y rodaban por mi cara, llevándose consigo el delineador, y la sombra.

- Camii… - su tono se suavizó sensiblemente y acercó su silla más a la mía . sus manos tomaron las mías y agachó su cabeza para mirar mi rostro – camii eres mi mejor amiga… no me gusta nada verte así… los 2 sabemos lo que tienes que hacer… por favor, hazlo. Yo te ayudaré.
- No quiero ser una ascecina – lloriquié ahogándome en mis propias lagrimas – prefiero morir antes…
- Pero no entiendes que ya te estas muriendo?! – exclamó obligándome a verlo a la cara – ey! Donde quedó la vieja camila?! Donde está esa chica que tenía los colmillos siempre listos para defenderse?!

Lo miré secándome las lágrimas y tragué saliva antes de poder contestarle:

- La mataron… - susurré mirándolo – y no creo que puedas hacerla volver por el momento.

Me levanté de la mesa y comencé a caminar a la puerta de calle, necesitaba estar sola, caminar. Sentí como mi energiía se reducia a nada, mis piernas se balanceaban a los lados y perdía el equilibrio mientras la conciencia se me iba… agradecí estar inconciente cuando caí al suelo y me golpee el mentón contra la punta de la repisa. Por el mismo golpe recobré la conciencia por unos segundos… vi unos botines acercarse y volví a cerrar los ojos… deseaba no poder despertar...

Recobré la conciencia porque ese olor cautivante me llamó demasiado la atención… lo conocía tan bien que desde siempre me había puesto alerta. Estaba alucinando o ese era el aroma delicioso de Máximo? Respiré ondo antes de abrir los ojos, definitivamente era su aroma.

Abrí los ojos y lo vi… me miraba con preocupación. Había ojeras verdosas debajo de sus ojos y su pelo también había perdido algo de brillo. Estabamos dentro de su auto, en el asiento de atrás. Él sentado y yo en su falda recostada en su pecho. Me estrechaba con cuidado, como si me fuera a romper.

- Camii… - dijo mirándome con el ceño fruncido – que te pasa? Por qué nadie me avisó que estabas tan mal?! – fue curioso, la primera pregunta era en tono dulce e iba directa para mi, pero la segunda pregunta fue en tono agresivo, lo estaba exigiendo… pero era para otra persona, había alguien más en el auto…
- No creí que llegara a tanto – se excuso la conocida voz de Benjamín.
- Esa niña está desnutrida – comentó otra voz, creí la de Samuel, el saltador.
- Max… - susurré sin fuerza – donde estamos?
- Vamos de caza – explicó con tono sereno – tu cuerpo se deteriora porque no estás alimentando a ese lado vampiro que tienes. Aunque no lo aceptes la sangre es necesaria.
- No… - negué e intenté zafarme de sus brazos, pero eso solo hizo que callera en la inconciencia otra vez.


Escuchaba voces lejanas… no las sentía con claridad… para nada claras.

Hablaban de sangre, de humanos, de exprimir… se estarían alimentando seguramente, por lo que deduje que eran Benjamin, Sam y Max. Abrí los ojos una vez más y noté que seguía estando en el auto, pero esta vez estaba sola. Tomé fuerza y me bajé. Me sorprendió notar que estabamos en una azotea bastante grande. Era de noche, en una de las esquinas de la azotea, la más oscura, había 4 cuerpos apilados prolijamente. Sam los estaba acomodando con cuidado mientras benjamín se limpiaba la boca con la manga de su campera y se arreglaba la ropa. Máx mientras tanto se relamía los dedos… unos dedos tenídos del rojo de la sangre humana.

En cuanto me vió dejó de relamerse y se limpió en la ropa algo avergonzado. Yo negué con la cabeza de forma sarcástica y me acerqué a él… lo necesitaba, demasiado. Sus manos tomaron mi rostro y me miró profundamente… ciertamente no me interesaba que fuera un ascecino, no me interesaba que sus manos estuvieran manchadas por la sangre de otros, lo amaba y nada de eso me importaba.

- Te amo… - susurró mirándome a los ojos con tanta ternura.
- Y yo también te amo tanto max… - respondí parándome de puntillas para que mis labios estuvieran más cerca de los suyos.

Nos besamos con ternura, fue un beso corto, pero estaba cargado de todo lo que sentíamos el uno por el otro.

- Esas botellas son para ti – me indicó mi ex con la mano – casi 5 litros de 0RH-

Se me hizo agua la boca al instante y no pude evitar el acto reflejo de adelantarme 2 pasos. Miré a max avergonzada y me adelanté conteniendo mis impulsos y abrí la primer botella… olor a limón… excicito. No lo dudé me llevé el pico de la botella a los labios y comencé a beber con desesperación. De pronto me había despertado esa necesidad que con el correr del tiempo y de mi propia tristeza había sepultado… estaba renanciendo de nuevo ese habito asqueroso que me mantenía viva.

Noté con asco como parte de la fuerza que había perdido volvía a mi cuerpo con lentitud,,, y luego de 5 munutos pasé a la segunda botella. No me costó mucho terminar con todo lo que quedaba. Descubrí que los 3 vampiros me miraban interesados. Intercambíé miradas con benjamín antes de relamerme los labios, teñidos de un rojo sangre que de seguro, convinada con mis ojeras y mi piel pálida, estaría pareciéndome a una muerta, un espectro oscuro, la sombra de lo que fui antes.

- Ya muévanse – dijo Máximo cargando uno de los cuerpos en su espalda – la noche es corta y tenemos demasiadas cosas que hacer
- Sip… demasiado corta – susurró sam cargando al cuerpo de apariencia más pesada sobre su hombro.
- Camii te toca llevar a esa de ahí – señaló benja cargando a su espalda al penúltimo cuerpo – es la más liviana.
- Apúrense! – exclamó Max que ya había saltado de la azotea y nos esperaba en el callejón.

Me levanté del suelo y pensé como haría para cargar con más de 56 kilos sobre mi espalda. No encontraba una forma para cargarla y saltar 3 pisos desde la azotea al suelo.

- Camii, proba sacar los colmillos… eso puede darte más fuerza. – me recomendó benjamín y luego saltó de la azotea al piso.

Me acerqué al cuerpo sin pensar demasiado en lo que iba a hacer, miré a la pobre mujer que estaba muerta… pelo color rojo anaranjado enmarcaba un rostro pálido y delicado lleno de pequeñas pecas, tenía aspecto tierno y dulce… no tendría más de 20 años… me dio pena por ella, pensé por un segundo que en otras circunstancias, podría haberme pasado lo mismo que a ella y tragué saliva de puro nervio.

“a mi los vampiros me protegen…, pensé con la mente demasiado fría. Pero la única razón de que lo hagan es porque soy una de ellos… otra ascecina en progreso”

Apreté los labios frente a ese pensamiento, era una verdad que deseaba negar y ocultar, pero como tapar esa parte de mi si cada vez que en mi nariz entraba efluvio a sangre me moría de sed? Como hacer para que nadie notara mis sanguinarias actitudes? No podía lograrlo, no podía hacerlo… y solo esto pasaba porque los colmillos y todo lo que estos significaban se habían adherido a mi persona y sabía, muy en el fondo, que jamás se separarían de mi.

Abrí la boca y reacomodé la mandibula para que los colmillos me quedaran más cómodos. Dejé que el aire entrara por mi nariz, detectando miles de olores diferentes, mientras sentía como la vitalidad comenzaba a apoderarse de mis extremidades extremadamente pálidas.

Avancé con resignación y me agaché junto a la chica pelirroja. La miré un segundo antes de cargarla a mi espalda. No me cuestioné nada ni un segundo, ni siquiera cuando flexioné las piernas para saltar de un tercer piso, ni siquiera cuando cortaba el aire en la larga caída, ni siquiera cuando sentí el duro piso contra las plantas de mis pies al aterrizar con las piernas flexionadas…

- Venimos por el auto después cierto? – preguntó benjamín acercándose a mi y tomando a la pelirroja con cuidado para que no se callera.
- Si, antes tenemos algunas cosas por resolver, primero, esconder los cuerpos – declaró Sam con los brazos cruzados – alguna sugerencia? – preguntó mirando a max con expresión dudosa.
- Por lo general incineramos los cuerpos Sam – explicó él recostándose contra la pared.
- Bueno… vayamos allá entonces.
Jamás podré olvidar el olor del incinerador, la carne quemándose, las oleadas de calor contra mi rostro…, pensé, y al instante sacudí la cabeza con fuerza para alejar esos malos pensamientos de mi cabeza.

- Hey! Por qué niegas eh? – preguntó Gastón pasando un brazo por encima de mis hombros.
- Nadaaa… ajjaja mutabaaa –deije exageradamente y él y esteban se partieron de risa, a decir verdad, no me importaba que se rieran de mi.
- Boba – susurró esteban con una deslumbradora sonrisa que personalemnte me pareció patética y me atrajó hacia él liberándome del brazo de Gasti.

Los labios de esteban besaron suavemente mi cuello descubierto. Seguía preguntándome como aguantaba el roce de su piel, pero debía hacerlo, tenía que hacerlo… en tres semanas de ese suplicio ya había conseguido que me invitara a su casa el sábado. Faltaban solo 2 días y hasta entonces tenía que ser más que complaciente. Forcé a mis brazos a rodear su cintura y atraerlo más hacia mi. fruncí los labios cuando noté que sus manos se prestaban a tomar mi rostro, no había nada que odiara más. Me aguanté y compuse una tierna sonrisa mientras acercaba mis labios a los suyos. Los aplaqué contra los míos y sentí con satisfacción como los dominaba con malicia. Me giré y lo acorralé contra la pared mientras lamía su labio inferior y luego lo mordía una vez con suavidad. Me retiré con una sonrisa maliciosa, abrazandome al torso de Gastón con una fingida inocencia.

Esteban miró a Gastón recobrando el aliento y en silencio se dio media vuelta y se fue… cuando dobló la esquina y no lo vimos más, se rompió el silencio en el que estabamos inmersos Gasti y yo.

- Esta vez si que la cagaste! – dijo él con una sonrisa – odia que le hagan eso…
- A mi me parece que le gusta… sino no hubiera puesta esa cara. – dije esbozando una pequeña sonrisa malévola.
- En serio… lo odia, aunque le gusta bastante… - reconoció frunciendo el ceñó – es bastante contradictorio la verdad.
- Creo que le gusta que lo controlen… pero no le gusta perder el control – comenté utilizando en mi beneficio todo lo que había estudiado de sus vidas – es de locos…
- Si… es algo asi. – reconoció mirando la escalera por un segundo.
- Y como van las cosas con Ana? – pregunté fingiendo verdadero interés.
- Bien… mal. – reconoció algo apesadumbrado – no se… creo que vamos en una caída sin retorno… es que la cague en serio esta vez…
- Qué le hiciste ahora eh? – pregunté apartándome un poco
- La engañe con un chica en una disco hace 2 semanas… se lo dije pensando que iba a perdonarme si se lo decía… estaba borracho, que podía hacer yo? Pero dijo que no me aguantaría ni una sola más… - la pena se clavó en su rostro y si había algo que sabía que Gastón escuchaba, eran los consejos racionales y un tanto frívolos.
- Gas… disculpa que te lo diga, - comencé haciendo una mueca dudosa – pero me parece que tienes que dejarla ir… abre los ojos, mira nuevos horizontes, tal vez y con suerte encuentres algo mejor, no sé…
- Tal vez tengas razón… pero con Ana era especial… podía confiar verdaderamente en ella – se lamentó mirando el piso y frunciendo los labios – yo conocía su vida y ella la mia… no creo que vuelva a tener algo asi otra vez…
- Para ser sincera, lo veo muy difícil, pero todo puede pasar o no? – sonreí intentando ser positiva.

Sentí unos pasos en la escalera a mi costado derecho y sentí como el brazo de Gastón me soltaba al instante. Me giré suponiendo sin equivocarme que era Ana la que bajaba. La miré con expresión monótona, pero notando el odio con el que me miraba a mi y luego el dolor con el que miraba a Gastón. En cuanto se perdió de nuestra vista, miré a Gastón con expresión seria.

- Aún me odia cierto? – pregunté recostándome en la pared.
- Demasiado.
- Y también le dolió verte conmigo
- Si… - aceptó de mala gana y agachó la cabeza – pero no es tu culpa.

Lo miré un tanto sarcástica y él se rió un poco, lo acompañe y luego seguimos hablando de tonterías y cosas hasta que a los pocos minutos volvió a aparecer esteban por el pasillo acompañado de una chica de su clase. Quería confundirlo, quería confundirlo mucho por lo que de puro gusto lo miré con ternura y dulzura, como si me estuviera muriendo por él… se detuvo un segundo cuando me vió mirándolo y luego siguió como si estuviera un tanto confundido. Entró a su clase y a los pocos segundos salió con su mochila al hombro…

ya terminó su horario de clases y se va…, pensé viendo como se acercaba.

- Te vas? – pregunté en un tono de reproche sutil, como si no hubiera planeado que me saliera así.
- Ehmm… s-si… - dijo algo extrañado.
- Bye bro… - exclamó Gastón y extendió el puño para chocarlo con Esteban, pero este ultimo no le dio importancia porque plantaba un sonoro beso en mi mejilla.
- Tengo que hablar contigo después – me dijo muy cerca de mi rostro.
- Está bien… dime cuando – susurré y besé sus labios con ternura y rápidamente para luego separarme de él y mirarlo con una pequeña sonrisa.

Me sonrió y luego se fue. Me pregunté en el momento de que podría querer hablarme, pero al principio no encontré una clara razón.

Al poco rato me fui a mi casa y en cuanto llegué me dí un baño largo antes de que llegara Benjamín. Mientras el agua caliente caía por mi cuerpo me permití pensar en Max,,, en todo lo que lo extrañaba y en todo lo que lo amaba a pesar de todo.me pregunté si me saludaría el día de mi cumpleaños, solo faltaba una semana para que tuviera 14… tan poco.

Cerré las canillas y me envolví en un toallón verde, mi favorito. Me sequé y corretee a mi habitación donde me puse un chupin rotoso muy comodo, mis botines rayados una remera de manga lara a rayas rojas y blancas horizontales. Me peiné con parsimonia y luego me senté frente a la computadora para abrir el ares, puse The Flood de Escape The Fate y saqué las cuadernolas de la mochila para comenzar a hacer mis deberes… estaba algo atrazada y antes de que llegara Benja quería empezarlos y si me alcanzaba el tiempo, terminarlos.
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antes de irmeee les digo que si quieren escuchar The flood (cancion que nombre en este cap) estan en el mixpod rojito con calaveritas de la izquierda. es la segunda cancion en la lista de reproduccion. besoooosss!! se las quiereee!!
COMENTEN PLIISS!!
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lunes, 13 de diciembre de 2010

si si si se que puse un día para las publicaciones, pero esta vez voy a hacer una pequeña exepcion, bueno, les cuento que empecé las vacaciones y que estoy enferma del estomago :S así que es una forma extraña de empezar el verano, pero bueno... que puedo hacer aparte de pasarme el dia acostada viendo tele tomando jugo de manzana y comiendo helado de crema?!

pero pasando a lo importante! la expecion es porque voy a recomendar a dos blogitooos que hace muuucho que tengo que recomendar y no recomiendo!

bueno el primero lo hizo una amiga y es como el rinconcito donde pone todo lo que piensa y siente! casi como su confesionario (? esta interesante, pasensee!!



y este ultimo trata sobre... mmm... es una historia fascinante, pero que aun no se debela de que es claramente... a mi me cautivo y va por el tercer capitulo, no es tan largo de leer, asi que pasense y cautivensee!!!

les dejo el prologo de la historia de todas formas:

Era como un sueño, pero, si lo era no me importaba, estaba en la vida que me gustaría haber tenido, la vida que siempre soñé, mi familia junta y feliz, pero, en la pura realidad, en mi mundo, era todo totalmente diferente, mi madre murió algunos años atrás, yo tendría trece años ahora tengo dieciséis.

Mi padre no era el tipo de padre que a cualquier hija le gustaría tener, cada vez que lo recuerdo siento un dolor y angustia en mi interior, hace un años que no se nada de el, nos dejo a mi hermano y a mi tirados en la calle, mi hermano es el único al que e querido, el es mi única familia, desde que nuestro padre nos dejo hemos estado viviendo en un apartamento y conseguimos una tienda justo debajo yo me encargaba de ella y mi hermano me ayudaba.

Hacia unas semanas un grupo de jóvenes empezaron a venir buscando a mi hermano, el no quería que nos viesen ni que hablara con ellos y yo empecé a sospechar de que esos querían algo de el.
´


buenooo me voy!!! besoooos! el viernes publico cap! :D ya esta casi terminado! pero igual adelanto para el siguiente al del viernes :D

jueves, 9 de diciembre de 2010

Famous Last Words (ultima parte)

bueno chikas!! lei sus comentarios y tienen razon. tengo que poner un día para publicar! que les parece los viernes? creo que es el mejor día ya que luego está el fin de semana y es algo que nos gusta a todos. :D



asi que a menos que les paresca otro dia, todos los viernes publico un capitulo o, en el caso de que no pueda cumplirles, ese mismo dia les dejo un aviso para explicar el porque.

buenoo!! sin más para decir les dejo el cap! que lo disfruteeeen!


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Mis manos rebeldes corrieron a su cabeza, como dándome la respuesta a mis preguntas. Acarcié su pelo suave, sus hombros y su rostro mientras notaba como con mis caricias él se calmaba de a poco. Me dolía entender que luego de todas las cosas estúpidas que había hecho, con solo unas caricias podía hacer que me perdonara… me dolía saber que era tan importante para él, me dolía porque sabía que no podría estar para Max cuando me necesitara.

Suspiró, aún con la congoja latente en su respiración. Mi campera y polera estaban parcialmente desintegradas en mi pecho, por lo que en ese momento tenía un pronunciado escote. Seguí acariciando sus hombros en silencio mientras pensaba en como le haría para dejarlo sin causarle más dolor.

- Te amo… - susurró contra mi pecho – por qué me dejas si te amo tanto…?
- Max yo… - comencé pero no pude terminar, se me había trabado la lengua del dolor que sentía.
- No fue suficiente todo lo que hice? Quieres que me juegue más por ti…?
- No, máximo no es eso…
- Qué es entonces? – preguntó separándose y mirando mi rostro con los ojos hinchados de llorar.
- Es algo mucho mas… mucho más fuerte lo que nos separa max… no lo entenderías.
- Dimelo igual… - suplicó resguardando su cabeza en mi pecho otra vez – aceptaré lo que sea.

Sus labios besaron mi clavicula suavemente una y otra vez… como si supiera que cada una de sus caricias me desarmaba por dentro, cada beso y roce eran un eslabon más a la cadena que me unía a él.

- Desde el principio los 2 supimos que algún día esto iba a acabar… hay demasiadas cosas que nos separan corazón… - dije acariciando su pelo. – es duro, pero así será mejor.
- No… contigo no serán así las cosas, no voy a perderte… - susurró contra mi piel y me apretó más, como si de esa forma evitara que nos separaramos.
- Max… no lo hagas más difícil… - supliqué y negó con la cabeza en respuesta. – por el bien de los 2 yo no voy a volver contigo…
- Por tu bien en todo caso, porque yo estoy bien cuando tu estás en mi mundo
- Máximo… has vivido más de 2 millenios sin mi… podras seguir viviendo cuando ya no esté…
- No lo sé… no quiero… - lloriqueó contra mi pecho.
- Me duele el alma por esta descicion… pero no voy a ceder a mis palabras, esta vez no Max – mi voz sonó demasiado segura y descidida, lo que me sorprendió bastante.

Él se mantuvo en silencio, saavedor de que no me retractaría aunque me doliera. Su respiración se mantuvo tranquila, sin variaciones indeseables que denotaran su enojo o congoja. No logré imaginarme cual sería el color de sus ojos en ese momento, supuse que de un gris plomo… o un plateado, pero no podía asegurarlo.

- Así que es definitivo? – preguntó con tono calmo.
- No lo sé… espero que no, me gusta pensar que solo es una separación temporal… por lo menos hasta que las cosas se tranquilicen un poco.
- O sea que no es un ADIOS… simplemente es un HASTA LUEGO – me sorprendió que lo afirmara y no lo preguntara, parecía ser que lo dicho por él era un eco a mis pensamientos.
- Si… eso mismo.
- Ahh… - musitó y se reacomodó más. – y cuanto tiempo crees que durará esto?
- No lo sé… depende de cómo resulten las cosas, tu entiendes cierto?
- Si… - suspiró – ya no quiero hablar de estas cosas cami… hoy no es un día para dejarme.
- Lo sé, hoy es tu cumpleaños… - dije con algo de desgana, lo separo de mi para ver su rostro y mientras me fundo en sus ojos, ahora purporeos platinados susurré: feliz cumpleaños Máximo Vilumet… en verdad no sabía que regalarte que no tuvieras ya… así que pensé que apresiarias más algo que fuera especial para mi… no se si aún quieres que te de mi regalo…

Asintió con la cabeza de forma casi inconciente y se inclinó para besar mi frente. Cerré los ojos melancolica al sentir sus labios sobre mi piel, sabedora de que pasaría un tiempo considerable antes de que los sintiera otra vez. Me levanté y caminé hasta mi cuarto, a pesar de que sabía que seguramente a esa fecha estaríamos muy peleados, había preparado su regalo, lo había envuelto en un lindo papel rojo oscuro y le había puesto una moña plateada que me había parecido bastante aceptable. Su regalo lo había escondido dentro del ropero, por lo que sacarlo me costo algo, pero un unos 3 minutos ya estaba de vuelta en la entrada con max.

Me arrodillé a su lado y besé su mejilla cariñosamente, no podía evitar ser así con él, por más que supiera que en cuanto dejara mi departamento me pondría a llorar con una desesperación ascecina. Dejé el paquete sobre sus piernas y lo miré expectante.

- No es nada llamativo ni de valor… pero es importante para mi. – comenté mirando como rompía el papel cuidadosamente – quiero que lo cuides…

En cuanto vió el viejo libro (ya con las ojas amarillentas, algunas de ellas con los bordes rotos y en sus paginas varias manchas, cada una con su propia historia, algunas de chocolate, otras de tinta y creo que hasta había una de sangre seca) max sonrió, sonrió de esa forma especial que tan bien conocía.

- Robin de los Bosques – dijo mirándome sonriente – el libro de tu papá… - sus labios besaron sonoramente mi mentón – gracias… sé lo importante que es para ti.
- Pensé que te gustaría… - dije sonriendo – sé que en tus manos estará muy bien cuidado.
- Jamás le pasará nada, lo juro camila, siempre estará conmigo. – sonrió otra vez y me abrazó con naturalidad.

Máximo me soltó y se puso a pasar las delgadas y frágiles paginas. Se detuvo en una en particular y acarició con los dedos la pequeña mancha roja en el medio de la pagina.

- Huele a… de quien es este olor? – preguntó algo extrañado. – no es tuyo… no es de tu madre…
- Seguro es de papa… tal vez se lastimó mientras lo leía – comenté acercando la nariz a la hoja. – madera… pino… menta… - susurró intentando identificar el efluvio, pero es muy viejo para asegurar uno en especifico.
- Para mi que es tierra mojada… - sugirió el y siguió pasando páginas con trnquilidad. – me gusta… las páginas tienen el olor de tu piel.

Sonreí algo sonrojada y me senté con las piernas cruzadas. Disfrutaba mirarlo tan tranquilo pasando las páginas a pesar de todo, me daba una pequeña luz, una pequeña esperanza después de todo.

Pasamos el resto de la tarde sin más lagrimas ni discusiones, llegamos al común acuerdo de que nos separaríamos, pero eso sería a apartir del 4 de julio, o sea, el día siguiente. Me dejaba notoriamente más tranquila saber que terminábamos sin odios de por medio, me dolía no poder estar con él como antes estaba, me dolía pensar que ya no podríamos ser ÉL y YO, pero por otro lado me alegraba saber que el golpe no sería tan duro para ninguno de los 2.

Se fue alrededor de la media noche, puesto que cuando llegó mi madre a eso de las 22, Max se escondió en mi cuarto y yo me quedé encerrada con él, hablando bajito. En toda la tarde no nos habíamos besado en los labios ni una sola vez, supuse que era para que luego la despedida no doliera tanto, por lo que en cierta forma me alarmó cuando unos segundos antes de irse, antes de salir por la ventana, sus brazos se cerraron en torno a mi cintura y sus labios se pegaron a los míos con tanta ternura que no pude negarme a respondérselo y continuar ese beso que deseaba desde lo más profundo no tuviera final.

Nuestras lenguas se refregaron por última vez en mucho tiempo. Sus manos recorrieron mi cuerpo de arriba abajo, apretando y acariciando en el lugar indicado, como él siempre sabía. Mis labios bajaron por su cuello cuando me quedé sin aire. Lo mordí con fuerza sabedora de sus extraños gustos y después llené el lugar donde lo había mordido con besos, pequeños besitos y alguna que otra lamida. Nos besamos otra vez. Y otra. Y otra. Y otra. Y otra. Y otra. Y otra. Y otra. Y otra. Y otra. Y otra. Y otra. Y otra. Y otra. Y otra. Eran pequeños besos cortos y dulces, como negar que me costaba demasiado dejarlo irse?

- Ya ve… - lo animé sonriendo porque sus labios hacían cosquillas en mi cuello.
- No quiero…
- Pero tienes que, o mamá nos va a descubrir…
- Pero… este es el final camii… después de hoy ya no estaremos juntos, ya no podré vesarte – me besó con suavidad – ni podré quedarme horas mirándote… ya no estarán esas largas conversaciones sobre cosas tontas… ya no seremos NOSOTROS y solo estarás tu por tu lado y yo por el mio.
- Sabes que las cosas son así amor… si pudiera cambiarlas las cambiaría, pero no se puede.

Asintió con la cabeza lentamente y se dio vuelta para irse, pero se detuvo y se giró con rapides.

- Recuerda que siempre que me necesites puedes llamarme – dijo y con una media sonrisa se dispuso a saltar.
- Espera, max… - dije pero ya había saltado al vacio. – tu siempre puedes contar conmigo también! – exclamé para que me oyera y luego me dispuse a acostarme a dormir. A ahogar penas, porque en ese momento, estaba declarado, era soltera del todo otra vez.

Me puse mi pijama y me senté frente a la computadora para apagarla. Tenía el Ares abierto, mi facebook y el msn de max. Cerré todo pero dejé para último el Ares pues estaba escuchando música. Me llamó la atención que tenía 63 descargas recientes, puesto que últimamente no bajaba muchas canciones ni videos. Por esta razón me puse a investigar de que se trataban todas esas descargas… TODAS, absolutamente TODAS eran de la misma canción: FAMOUS LAST WORDS de My Chemical Romance. Me espanté al principio, pues no sabía de donde habían salido todas esas canciones. Tardé unos minutos en darme cuenta de que el único que las pudo haber bajado era Max.

El cursor se desplazó por la pantalla hasta una de las canciones y la seleccionó. A los segundos siguientes comenzó una canción en ingles…. Era rock, un genero que hasta entonces no me gustaba, pero mi estado de animo depresivo y pesimista y una secreta ira que venía guardando desde antes detonaron mi amor por el genero en todas sus extenciones, desde el metal al rock clásico y del hardcode comercial al industrial, pasando por el alternativo, el punk y el barroco, de pronto todos me gustaban… y todo era por esa canción… FAMOUS LAST WORDS.

Me olvidé de las lagrimas y de mi sueño y como una loca comencé a bajar canciones de distintas bandas conocidas: mi chemical romance, scape the fate, sistem of a down, slipknot, cannibal corpse, three days grace, panic at the disco y tantas otras que ya no recuerdo. Mientras bajaba las miles de canciones, busqué la letra de la canción que se repetía tantas veces en mi lista de reproducción, me quedé helada, me horrorice y me volví a quedar helada al ver las letras de las canciones, las leí primero en ingles (un idioma con el cual me llevaba relativamente bien) y luego en español para interpretar ciertas palabras que desconocía.


Famous last words: (ingles)
Now I know
That I can’t make you stay
But where’s your heart
But where’s your heart
But where’s your...
And i know
There’s nothing I could say
To change that heart
To change that heart
To change...
So many
Bright lights been cast a shadow
But can I speak?
Well is it hard understanding
I’m incomplete
The life that’s so demanding
I get so weak
And all their souls are burning
I can’t speak
I am not afraid to keep on living
I am not afraid to walk this world alone
Honey if you stay, I’ll be forgiving
Nothing you can say can stop me going home
Can you see
My eyes are shining bright
Cause I’m out here
On the other side
Of the jet black
Broken mirror
And I’m so weak
Well is it hard understanding
I’m incomplete
And all their souls are burning
I get weak
I am not afraid to keep on living
I am not afraid to walk this world alone
Honey if you stay
I’ll be forgiven
Nothing you can say can stop me going
I am not afraid to keep on living
I am not afraid to walk this world alone
Honey if you stay
I’ll be forgiven
Nothing you can say can stop me going home
These bright lights are
glowing bright at me
These bright lights are
glowing bright at me
I said
I see you lying next to me
With words I thought I’d never speak
Awake and unfraid
Asleep or dead
[x4]
I am not afraid to keep on living
I am not afraid to walk this world alone
Honey if you stay
I'll be forgiven
Nothing you can say can stop me going home
[x3]
Famous Last Words: (español)
Ahora se
que no puedo hacer que te quedes
Pero donde esta tu corazon
pero donde esta tu corazon
Pero donde esta tu .
Y se
Que no hay nada que pueda decir
Para cambiar esa parte
Para cambiar esa parte
Para cambiar ..
Tantas
Luces brillantes para esconder una sombra
Pero puedo hablar ?
Que esto es muy dificil de entender
Estoy imcompleto
Una vida que es tan exigente
Me debilita
Un amor tan exigente
No puedo hablar
No tengo miedo de seguir viviendo
No tengo miedo de caminar solo por este mundo
Cariño si te queda, Sere perdonado
Nada de lo que digas me impedira ir a casa
Puedes ver
Mis ojos brillan
Porque estoy aqui fuera
En el otro lado
De un espejo negro de hotel
Y estoy tan debil
Es dificil de entender
Estoy incompleto
Un amor tan exigente
que me debilita
No tengo miedo de seguir viviendo
No tengo miedo de caminar solo por este mundo
Cariño si te quedas, seré perdonado
Nada de lo que digas me impedira volver a casa
No tengo miedo de seguir viviendo
No tengo miedo de caminar solo por este mundo
Cariño si te quedas, seré perdonado
Nada de lo que digas me impedira volver a casa
Esas luces brillantes siempre me cegaron
Esas luces brillantes siempre me cegaron
Yo digo
Te veo a mi lado
Con palabras que jamas crei que diria
Dormido o muerto
( Como puedo ver, te veo recostada )
Porque te miro a mi lado
(Como puedo ver, te veo recostada)
Con palabras que jamas crei que diria
(Como puedo ver, te veo recostada)
Despierto y sin miedo
(Como puedo ver, te veo recostada)
Dormido o muerto
Porque te miro a mi lado
Con palabras que jamas crei que diria
Despierto y sin miedo
Dormido o muerto
Porque te miro a mi lado
Con palabras que jamas crei que diria
Despierto y sin miedo
Dormido o muerto
Porque te miro a mi lado
Con palabras que jamas crei que diria
Despierto y sin miedo
Dormido ( o muerto )
No tengo miedo de seguir viviendo
No tengo miedo de caminar solo por este mundo
(o muerto)
Cariño si te quedas, sere perdonado
Nada de lo que digas podra impedirme ir a casa
( o muerto)
No tengo miedo de seguir viviendo
No tengo miedo de caminar solo por este mundo
(o muerto)
No tengo miedo de seguir viviendo
No tengo miedo de caminar solo por este mundo
(o muerto)
Cariño si te quedas, sere perdonado
Nada de lo que digas podra impedirme ir a casa
( o muerto)
No tengo miedo de seguir viviendo
No tengo miedo de caminar solo por este mundo
(o muerto)
Cariño si te quedas, sere perdonado
Nada de lo que digas me impedira volvr a casa
Lo tomé como un mensaje para mi, esa canción expresaba como se sentía, expresaba su dolor. Ahí si me puse a llorar desconsoladamente y me acosté a llorar con las luces apagadas, solo con la idea de asentuar la oscuridad de mi alma y seguir llorando. Dejé la computadora prendida para que las canciones siguieran bajando y me dediqué únicamente a ahogarme en mi propio llanto, una vez que el sol hubiera salido, tendría que que guardar mis penas y arrollar a la vida con todas mis acciones, aún tenía que descubrir cuales eran los planes de esteban, aún tenía que ocuparme de will, aún tenía que resolver las cosas con Julieta…

Comprendí que el único que podía ayudarme era Benjamín Dracula y que su apoyo sería indispensable, al día siguiente lo llamaría, de eso estaba segura.
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Los días avanzaban de forma extraña. Los días duraban muy poco y las noches eran demasiado largas y tortuosas. Mis ojeras pasaron del verde al violeta enfermo y aprendí rápidamente a disimularlo con iluminador, sombra y delineador.

Benjamín y yo estudiábamos a profundidad las vidas de los cazadores y sus familias desde hacía varias semanas. Sabíamos todo… desde como se ataban los cordones hasta el color de sus cepillos de dientes. Todos los días de tarde Benjamín venía a casa a seguir con nuestra investigación.

Las cosas con Julieta se vieron suavizadas gracias a mis explicaciones y a las de Máximo, porque max notó como me trataba Julieta y le explicó lo que había pasado, diciéndole que había sido de común acuerdo nuestra separación. De vez en cuando hablaba con max, no por teléfono, sino por chat o por mensajes de texto, estaba más que claro que los dos queríamos saber del otro, pero no queríamos comunicarnos de una forma tan directa como estar cara a cara o por teléfono, ninguno estaba preparado para sentir la voz del otro y menos vernos.

El clima había mejorado un tanto, estaba más soleado y no llovía tanto. Ya estabamos a mitad de agosto más o menos, lo que quería decir que hacía un mes y medio que no lo tenía a max… como se pasaba el tiempo… creía vivir en una noche eterna… fundida en mis tristesas sulfurantes, zasonadas con música de guitarras, bajos, baterías y más de un solo de guturales.

Estaba extenuada, mis notas en el liceo bajaban, mi cuerpo por falta de sueño estaba más débil y no podía prestar verdadera atención a las cosas. Estaba más flaca y mi piel más pálida y no tan hidratada como antes, había perdido la fuerza en mis brazos y piernas, había perdido la energía. Mi pelo ya no era suave y había perdido casi todo su brillo. Como decir que me ponía de malas mirarme al espejo y no encontrar a la misma chica que se paraba delante del mismo espejo en junio?

Mi necesidad por la sangre se había incrementado. No entendía por qué, tal vez fuera por mi estrés, o porque a esa altura mi deterioro hacía que sin maquillaje pareciera una muerta en vida: ojerosa, flacucha, pálida, sin fuerza… pero lo extraño era que cada día adquiría habitos más vampiricos. Intentaba mantener esta parte de mi vida bien oculta, incluso para Julieta y el resto de los Vilumet. Pero a quien no conseguía engañar era a Benjamín, al cual veía a diario y con el cual pasaba mucho tiempo a solas.

Me asustaba darme cuenta que las personas a mi alrededor notaban mi cambio, notaban que de a poco me iba oscureciendo de adentro hacia fuera. Mi alma ya estaba sumida en la oscuridad y eso se notaba en mi piel, en mis ojos hinchados de llanto, en mis ojeras violetas enfermisas.