- ¿Encerio? – sentí un poco de envidia… - yo siempre he querido ir a ese lugar! – le sonreí – es precioso no?
- Si! – parecía animado y con más confianza en nosotras – pero lo mejor de todo son las montañas en invierno…
Gabriela rió por lo bajo y apretó los labios
- Que pasa? – pregunté sin entender nada
- Es tonto… – Gabriela le sonrió a will – pero, todavía siguen usando pollera en… en escocia?
– sus ultimas palabras parecían mezclarse con los demás sonidos de la clase.
Will frunció el ceño y me miró con una sonrisa.
- Si seguimos usando pollera, pero solo en eventos importantes
Su voz fue aplacada por una carcajada mía, pero me tapé la boca cuando me miró con ojos de asesino serial.
- Lo siento – musité apretando los labios para no reir – es que fue muy gracioso…
- De que me perdí? – preguntó gabi
- De que nos perdimos? – la apoyó William
- Es que… - tomé aire y continué – me imagine a will, si puedo decirte así, – me dirigí a William y cuando asintió continué – con una pollerita corta y escocesa… y…
Los miré, Gabriela estaba tentada y William… bueno, parecía imaginarse con una escocesa puesta.
- Imagínenselo – les pedí – William – lo señale – con una minifalda… escocesa… - me quedé
mirando a Will imaginándomelo… si que era gracioso.
Entonces me di cuenta de que William y Gabriela me miraban con caras extrañas…
- Que? – les pregunté alzando la ceja.
Me miraron divertidos por unos segundos y luego Will se destornilló de la risa, callendo sentado en la silla más próxima.
- Ganarías el premio a miss simpatía! – me dijo will con una sonrisa compradora.
Le hice una reverencia muy exagerada y me senté en una silla cercana. Ni bien me había acomodado, sonó el timbre (siempre sonando cuando no debía). Me levanté con una sonrisa y abracé a gabriela saludándola. Miré a William, era muy hermoso, encantador y parecía bueno…
Seguro seremos buenos amigos
- Bueno, debo irme… ay… no quiero ni pensar lo que va a decir la cara de sapo… - will me miró extrañado.
- Después te explico… - le susurró gabi
- Después hablamos – les dije con una sonrisa
- Nos vemos después… y me explican lo de la cara de sapo! – exlamó William con una gran sonrisa.
Cuando entré a la clase la profesora (alias: cara de sapo) ya había entrado y estaba pasando la lista… me senté en mi lugar y miré a la sapo un segundo. Era horrible. Tenía la cara regordeta y colorada, la voz chillona y un mal gusto para vestirse que era increíble que todavía estuviera casada….me estremecí con mis pensamientos y miré por la ventana, esa iba a ser una clase muy larga...
Luego vino la clase de portugués y después, el almuerzo. La mejor materia de todas… esos fascinantes 40 minutos donde lo único que se hace es hablar y enterarte de todo lo ocurrido en el día además de las vacaciones. También se almuerza.
Jessika, Silvana, Ana, Paula y yo entramos en el comedor, un salón enorme donde había muchas mesas rectangulares llenas de sillas, muchas ventanas y 5 microondas. Ese año, 3ro y 2do tenían el mismo horario de almuerzo, por eso, ya no habían más mesas libres y tuvimos que esperar a que se vaciara alguna. Pasaron 20 minutos y recién entonces las mesas comenzaron a ser desocupadas, hasta que no quedó nadie. Mientras esto sucedia, calenté mi almuerzo en el microondas y las demás chicas eligieron mesa. Corrí a sentarme con ellas cuando terminé. Comenzamos a hablar de lo que habíamos hecho en las vacaciones.
Yo no participaba en la conversación, tenía esa extraña sensación de querer estar en otro lado otra vez… siempre me pasaba y no sabía porque, parecía que una parte de mi se hubiera perdido y ahora me llamara a los gritos para que la buscara. No le presté mucha atención a la conversación, aunque si escuché algunas partes, que me resultaron demasiado triviales como para darles importancia… el recor de besos de una amiga no era algo que me llamara mucho, en especial porque yo nunca había tenido novio… ¿acaso era tan fea? Me negaba a creerlo, sabía que no era modelo… pero fea como la sapo?? Tampoco tanto…
Salí de mis pensamientos cuando dos personas entraron por la puerta corrediza, aunque al principio no pude identificarlos debido a la luz del sol del medio día que entraba por la ventana y me cegaba. Avanzaron hasta una de las mesas cercanas y se sentaron. Entonces pude distinguirlos, eran William y la nueva.Al principio dudé si levantarme o no, pero luego me convencí y me paré con seguridad de mi silla. Caminé hasta ellos con un paso ligero pero grácil, desde pequeña siempre había tenido equilibrio.
- Hola – los saludé con ánimo cuando me paré delante de ellos.
- Hola de nuevo – me sonrió will con su espectacular sonrisa de labios finos.
- ¿Molesto? – pregunté con el ceño levemente fruncido. Tal vez necesitaban hablar y yo solo estorvaba.
- No, quédate si quieres – me dijo la nueva
Entonces pude escuchar su voz. Era suave, clara y un tanto acaramelada. Su voz era preciosa.
- ¿Tu estás en mi clase verdad?- le pregunté a la chica de la voz perfecta.
- Sí. Tu eres la que se sienta en cerca de la puerta ¿cierto?
- Esa soy yo – exclamé señalándome – pero… ¿como te llamas?
- Oh… cierto! No te he dicho mi nombre. Yo soy…
creo que estoy enamorada!! esta super y oviamente te voy a recomendar urgentisimamente!! el mundo debe de conocer tu historia!! bueno bye !! que emocion soy tu primera seguidora y pronto tendras mas si dios quiere!!
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