Gee♥ // Bren♥ // Max♥ // Add♥

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mis 4 amores = hermosos preciosos perfectos heavys talentosos y sexys ♥

lunes, 23 de agosto de 2010

MiniShoot One: Una cadena de sucesos inesperados

ok! este es el primer Oneshoot que va para kmi de la profesia! kmi te adoro chika! muy bien, espero que les guste! O_O y aca intervienen Jacko (paschaline, mi otro blog) y Julieta (de noche eterna ya lo sabian :P) jajaj bueno comenten a ver q tal ehh?! bye! -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------


Por Jacko:

No entiendo como terminamos en esta situación: yo con el dichoso papel en la mano y ella alejándose con tanta suavidad, si bien los sucesos desafortunados que me llevaron a hacer esto eran de lo más ilógicos, hubiera deseado antes meterme en ese callejón…

Sus paredes oscuras y llenas de moho eran simplemente repulsivas y la basura desperdigada en sectores de bolsas por todo el lugar le daban al callejón un aspecto roñoso… el lugar perfecto para ser atacado. Los siseos de unos pasos que me seguían me llevaron a pensar que por más que lo pareciera, no me encontraba solo.

Miré hacia los lados y no vi nada irregular a lo que ya venía viendo desde que me había metido allí… pero, un detalle no menor me acorraló por dentro: qué era exactamente lo que hacía yo allí? No recordaba haber decidido meterme en el callejón porque si… no, algo me había metido ahí adentro y no recordaba exactamente que era. Presioné más mis neuronas para recordar y vagamente un rostro de chica me saltó a la memoria… por qué habría olvidado un rostro bonito como ese? Parecía tierno aunque una cuota de salvajismo nublaba sus ojos amielados que tenían algo así como un brillo especial. Su pelo lo recordaba ondulado y de aspecto sedoso aunque algo despeinado… me había dicho algo… qué era? No podía recordar… eso era estresante.

A decir verdad no podía basarme en mi buena memoria, pero de todas formas podía asegurar que me había dicho algo… algo… por dios! QUÉ ERA?!

Mis piernas no se habían detenido y seguía adentrándome más en aquel lugar, me faltaban unos 10 metros aún para llegar hasta un muro despintado y sucio que era el final del lugar… me daba la vaga impresión de que buscaba algo, pero no podía recordar que era… supuse que cuando lo encontrara lo sabría, pero aún así, no era facil buscar algo que no tenía idea de que era!

Por Julieta:

- No sabía que dentro de tus capacidades también se encontraba la de borrar la memoria… - susurré observando a mi próxima victima adentrándose en el callejón, el ultimo lugar que vería antes de morir…
- Yo tampoco lo sabía – dijo Máximo pasando su brazo por el hombro de mi amiga – nunca me lo dijiste nena…

Camila lo miró excusándose de forma un tanto burlona y se estiró para besar su mentón. Rodeé los ojos de forma sarcástica y analicé el mejor lugar donde ubicar el cuerpo de mi alimento mientras lo vaciaba… estábamos cubiertos en una azotea de un edificio pequeño con claraboyas de vidrio transparente por donde se distinguía la luz del interior de los apartamentos. Unas nubes se corrieron y pude ver a la luna nueva elevarse sobre nosotros, espeluznante, perfecta para la ocasión. Calculé que con el cuerpo de ese muchacho, me sería más cómodo estar sentada en el suelo con él entre mis brazos… si, así lo resolvería todo más facil.

- Julieta, max y yo iremos por uno para mi… podrías buscarnos luego de que termines? – preguntó mi amiga con tono algo monótono, odiaba tener que morder y succionar, pero Max y yo éramos consientes de que era lo mejor porque sabíamos que lo más seguro es que terminara siendo una de nosotros.
- Vayan… luego los rastreo… -aseguré con una media sonrisa me incliné con cautela sobre el borde de la azotea para ver con más claridad a mi victima.

Pelo rubio ondeado, ojos color turquesa fuerte y un cuerpo envidiable, mi victima se desplazaba con calma y estilo por el mugriento lugar… sentí algo de pena por él, era demasiado lindo. En ese momento recordé que cuando le pedí a kmi que me trajera algo decente y no cualquier cosa, no creí que diera por hecho que quería uno que calibrara como modelo, más bien pensé que tendería que deseaba uno que tuviera rico sabor… a todo eso, por qué una media sangre me buscaba victimas a mi? a mi siendo que nací vampiresa?!

Negué con la cabeza dejándome de chacharas y me incliné más… se había adelantado algo así que me encaminé por el borde en silencio mientras esperaba a que llegara al final, donde podría acorralarlo con más facilidad.

El rubio miró hacia los costados inseguro y me escondí con más sigilo, parecía haber escuchado algo pero aún así seguía caminando… me preguntaba con exactitud que era lo que le habría dicho kmi para convencerlo de entrar ahí…? Fuera como fuera, tenía más ganas de beber que de ponerme a charlar con mi victima sexy. Mi mamá me lo enseño bien: “No se juega con la comida”

Sonreí con esta afirmación mientras liberaba a mis presionantes colmillos, reacomodé la mandíbula para adecuarme a su tamaño y con los labios entreabiertos para no cortarme me incliné para verlo, estaba llegando al final por lo que me trepé al pequeño muro del borde y caminé por el levemente inclinada hasta que tuve un ángulo perfecto. Respiré con lentitud y doblé las rodillas para tener impulso…

Por Jacko:

El sonido sordo de sus pies al tocar el suelo me abrumó por un momento, en especial porque la había visto saltar desde la azotea de uno de los edificios que daban al callejón.

Mi corazón latió algo desbocado por el no conocimiento de la situación en la que me encontraba, pero noté que eso solo empeoró las cosas…

La chica era simplemente bellísima, de ojos color lila intenso, fosforescentes en la oscuridad y su pelo ondeante y castaño tenía un aspecto demasiado suave como para no tocarlo. Durante 2 segundos se quedó allí arreglándose algo el pelo mientras me miraba con sus hermosos ojos, me idiotizaban de una manera peligrosa, inadecuada en ese momento. Pero de un momento a otro se relamió los labios y los… OH MY GOD! DESDE CUANDO LAS CHICAS VIENEN CON COLMILLOS?!

Respiré de forma entrecortada mientras retrocedía y mi corazón parecía rebotar con violencia dentro de mi pecho.

Se acercó con movimientos gatunos e hipnotisantes, sin apartar su mirada de la mía como si de eso dependiera su supervivencia y la mía. Con tal panorama me quedé muy quieto en mi lugar observándola con libidinosas intenciones…

Antes de que me lo esperara sus dedos desabrochaban con demasiada facilidad mi abrigo de cuero y luego se metían por los bordes de mi camiseta rompiéndola de a pedazos. La escena era demasiado excitante para mi como para siquiera pensar en frenarla… si iba a morir, moriría violado por una chica, lo que en cierta forma me reconfortaba en algo…

QUÉ ESTÁS PENSANDO JACKITO?! , gritó mi inconciente mientras mis ojos estaban demasiado concentrados mirando su pronunciado escote. NO VAS A LUCHAR POR TU VIDA?!

Le dediqué 3 segundos a pensarlo… si seguía vivo, habría muchas más como esa chica, en cambio si moría…? Si moría no me quedaría nada. Me decidí con cierta resistencia mental aunque mi cuerpo reaccionó antes y mis manos apresaron de forma bruta sus muñecas.

Tenía las manos suaves y pequeñas, pero hermosas aunque algo frías… frente a esto me miró con un puchero irresistible mientras aún con las manos sujetas se inclinaba sobre mi con unas intenciones perversas…

Por Julieta:

Como si sostenerme por las muñecas fuera a impedir mis deseos… pensé sarcástica y me incliné sobre él con los labios entreabiertos.

Una de sus manos me soltó y a continuación apretaron mi cuello con intenciones de ahorcarme… patético, sencillamente patético. Con la mano libre intenté liberar su mano de mi cuello fingiendo falta de aire y a su vez su otra mano me apretó el cuello en un intento vago de aniquilarme… que tipo más tonto. Me hice la ahorcada por unos segundos más y luego comencé a reír divertida, de verdad que me causaba gracia su ímpetu asesino.

- Si de verdad crees que conseguirás matarme solo con tus manos… estás muy equivocado lindo – le dije mirándolo de forma engatusadora.
- Por lo menos tengo que intentarlo… - alegó mirándome a los ojos y empujándome contra la mugrosa pared…

Oh no, mi ropa no la manchas aunque lo quieras! Pensé y planté los pies en el suelo, con una pierna más adelantada que la otra, por lo que le fue imposible moverme hacia delante o hacia atrás. Sus ojos dilatados me miraron por varios segundos al notar como aplicaba fuerza sobre mi y lo único que hacía era hacerme sonreír divertida por su impotencia. A los pocos minutos dejó caer los brazos y me miró con algo de resignación.

- Vampiresa no? – preguntó como para confirmarlo.
- Mjm – asentí con la cabeza y puse los brazos en jarras, pero no por algún indicio de enojo.
- Y yo vendría a ser la victima? – preguntó señalándose a si mismo
- Yo no podría haberlo explicado mejor… - aseguré con una sonrisa comprensiva – pero lo haré rápido, no dolerá para nada…

Me miró desconfiado y con algo de repulsión antes de suspirar y mirarme otra vez.

- No dolerá? No te creo… - rió sarcástico y repitió una vez más imitándome - …lo haré rápido, no dolerá para nada…
- No te burles Seb... Mat… Ju… - comencé pero me di cuenta de que no sabía su nombre
- Jacko – aclaró girándose y dándome la espalda para luego volver a mirarme – así que me vas a matar… raro.
- Raro por que? Agradece que por lo menos tengas esta charla conmigo…
- Claro – bufó y yo me enojé deliberadamente.
- Jacko o Julio, no me importa solo CALLATE! – le grité – como me exasperas!
- Tenía que darme un gusto antes de morir no crees? – sonrió algo pero luego sus labios se curvaron hacia abajo – ya lo acepté así que… adelante. – se llevó una mano al cuello e su remera y la estiró dejándome un mejor ángulo para mi mordida.
- Lo siento Jackito… pero las cosas son así.

Me adelanté y lo abracé por la cintura mientras me acercaba a su cuello con lentitud… a su vez él dijo unas palabras:

- Tal vez… en otras circunstancias, el conocernos haya resultado en algo diferente…
- Seguramente así sería Jacko… seguramente.

Achiqué mis colmillos por un segundo y re direccioné mis labios sobre los suyos… jamás le negaría un último beso a un chico como Jacko. Posé mis labios sobre los suyos y los de él respondieron al instante… era demasiado tierno considerando que minutos después iba a matarlo. Sus labios se movían con suavidad sobre los míos dejando una excitante electricidad sobre mi piel… suspiré en silencio cuando nos separemos y mis labios descendieron hasta su cuello donde lo besé con cuidado una vez más… aspiré su aroma para disfrutarlo algo más y abrí los ojos odiando a Camila por lo que acababa de hacer…

- 0RH- - mascullé aspirando el olor a Frutillas… no podía creer que camila me hubiera elegido uno con el tipo de sangre que me resultaba venenosa… estúpida.
- Qué? Ese es mi grupo sanguíneo… cuál es el problema?

Me separé de él suspirando molesta y lo miré de reojo mientras de mis bolsillos sacaba un pequeño papelito con mi número de celular y se lo metí en un bolsillo, no dejaría pasar la oportunidad.

- Llamame… - susurré y comencé a alejarme. debía beber algo o moriría de hambre.

Me miró algo incrédulo un segundo.

- Por qué debería llamar a una asesina?
- Porque nunca serás comida para mi…


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espero que les haya gustado!
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(ACA DEBAJO O EN EL CHATBOX!)


sábado, 21 de agosto de 2010

Notices!

okis... tuve una idea demasiado lokita y quiero expresarlas con ustedes... okey, ya que momentaneamente tengo una crisis inspiracional con Paschaline (:S) opino que en su lugar debería compensarlo con algo... por lo que se me ocurrió hacer una serie de minishoots sobre lo que ustedes quieran... por ejemplo, cami se le ocurre que quiere leer algo sobre Julieta y Jean, entonces lo que tiene q hacer es dejarme un mensajito en el chatbox que puse en el murito de la izquierda diciendo el shoot qu quieran y se los escribo y publico con dedicacion y todo :D

obviamente que aaparte de esto voy a seguir con Noche Eterna... eso denlo por descontado!

para que nos organicemos más, puse una lista de etiquetas del blog y cada uno de los Shoots tendrán su propia etiqueta...

okis, solo comenten aqui debajo o en el Chatbox lo que les pareció la idea.

Les repito que serán minishoots de lo que quieran, DE LO QUE QUIERAN. así que si se les ocurre que les gustaria leer un cap de ustedes (con nombre y apellido) con algún famoso y o personaje de NE o Paschaline... u otro personaje de algún libro (tipo Jake de new moon) solo escribanlo en el Chatbox!

beeesoooosss wolfie! = marii (en el chatbox!)

viernes, 20 de agosto de 2010

Cap: 2 Sadomasoquistas y 1 Saltador Atrapados Por 3 Encapuchados

- Vamos – susurré cuando sus ojos se clavaron en los míos y creí que me desmadejaría en el suelo clamando por sus labios… y sus dientes también…

Opa! , pensé mirando hacia un costado para ocultar de sus ojos mi ceño levemente fruncido. Desde cuando hasta acá me he vuelto tan desesperada por que me muerda? Eso, exagerando un tanto es algo sadomasoquista… ya me voy a ocupar de averiguar el significado de esa palabra con claridad…

Sentí ganas de abrazarlo y acunar su cabeza en mi pecho como siempre hacía cuando lo notaba algo decaído, pero no tenía muy claro si era indicado con toda esa gente presente. Lo miré a los ojos y los suyos negaron como respondiendo a mis pensamientos, y en respesta hice una pequeña mueca que el respondió rodando los ojos.

- Y camila… cómo te hiciste una de nosotros? – preguntó Sam luego de darle otro trago a su bebida.
- No lo sé… - musité bajando la mochila al suelo – soy así desde hace mucho…

Sam miró a Máximo algo contrariado.

- Como… no es la gemela de alguno de ustedes? – Sam frunció el ceño y me miró de forma inquisitiva.
- No… - respondí yo por él – no sé quien es…
- No lo recuerda – le confirmó mi nene y me tendió su botella – bebe algo…

Tomé la botella con naturalidad y me la llevé a los labios con toda la confianza. Sam me miró algo sorprendido por mi actitud y la de Max, pero se mantuvo en silencio mirándome por un minuto más. Bebí con suavidad, dejando que ese liquido sabor… agh, no era la sangre que me agradaba más, pero aún así era pasable… sabor a miel mezclado con… algo salado, agridulce. Pasó por mi garganta con suavidad, pero solo permití que fuera un trago. Hice una pequeña mueca y le devolví la botella a mi nene que me miraba con una mueca.

- No te gusto… - confirmó max mirando la minúscula mueca inconforme de mis labios.
- Así que también tiene preferencias… - musitó Sam mirando el suelo y yo lo examiné de refilón desconfiada.

Máximo me dio un codazo suave cuando detectó la forma agria en que miraba a Sam. Lo miré algo monótona y él repasó sus caninos con la lengua en medio de una sonrisa. Lamí los míos para confirmar que aún estaban a su altura normal… si, estaban bien. Me aclaré la garganta y miré a Max… todo muy lindo y estaba bien la taberna, pero tener a Sam tan pensativo delante me incomodaba.

- Ey Sam! – lo llamó mi nene – vamos? No tenemos toda la noche… - él me miró cómplice y luego se levantó para saludar a Luke con un abrazo.

Lo miré en silencio, parecía estar en su casa en esa pequeña taberna de pueblo… suspiré un segundo y levanté la mochila hasta apoyarla en el taburete donde antes él estaba sentado. Me dispuse a ponerme la campera, primero ordenando algo mi pelo debajo de la capucha del canguro rayado y luego estirando bien las mangas. Sam se levantó con su botella en la mano y se aproximó a la salida mientras que con la mano libre saludaba a Luke y exclamaba

- Nos vemos Luke! – miró hacia una esquina y volvió a exclamar – oye! Nos vemos el lunes Maggie!
- Como digas Sam – asintió una chica rubia que atendía una mesa, la mesera definitivamente.
- Vamos… - susurró Máximo cerca de mi oido mientras tomaba la mochila de mis manos y se la colgaba al hombro.

Me mordí el labio. Como deseaba haberlo tocado aunque fuera un poquito en ese momento… él se dedicó un segundo a mirar mis labios y sonrió mientras balbuceaba solo para mi:

- Luego…

Caminamos hasta la salida y me puse el impermeable, luego Max y salimos. El frío me caló los huesos hasta que entramos al auto. Me subí al asiento trasero y me mantuve bien sentada y callada, puesto que Sam, un completo desconocido para mí, estaba sentado en el lugar donde siempre acostumbraba sentarme en el auto de max: el asiento del copiloto. Mi nene me observó un segundo por el espejo retrovisor y me tranquilicé algo, parecía seguro con el tal Sam, por lo que intenté sentirme de la misma forma en su presencia.

Me recosté en el asiento y respiré pausadamente. Afuera la tormenta arreciaba sin piedad. Arrollé algo las piernas para tenerlas más cerca de mi cuerpo, solo por el hecho de hacer algo en concreto… si Sam no estuviera lo primero que hubiera hecho era encender la radio y hacer una especie de Karaoke con Máximo… los 2 éramos pésimos cantantes, pero aún así nos divertíamos interpretando canciones.

Lo razoné un segundo… wow! Todo lo que había sucedido en apenas un mes! O no… era un mes y medio, casi 2. Si, era un completo desastre para contar el tiempo, por el simple hecho de que no lo hacía! No tenía una idea muy clara de cuantos días estuvimos juntos, porque nunca se me había planteado como algo fundamental saberlo. Me pregunté si Max lo sabría… pero no, con facilidad se olvidaba de que día era e incluso en que mes se encontraba, no podría confiar en él para que me dijera una fecha y cantidad exactas.

Mientras pensaba todo esto Tigresa se iba desplazando hacia las salidas del pueblo, tanto que llegó un momento en que lo único que alumbraba el ambiente externo e interno eran los focos del Jaguar. En la oscuridad, los ojos de Max refulgieron de un tono rosa pálido y los de Sam de un color celeste aguado. Me detuve un segundo mirando los contornos del cuerpo de mi adonis… por lo menos los que alcanzaba a distinguir en la oscuridad… era perfecto, perfecto en todas sus formas, nada ni nadie me harían cambiar de idea, porque esa era una verdad que a mis ojos era irrefutable.

Esperé en silencio durante un cuarto de hora más aproximadamente hasta que el auto frenó con lentitud y todos en el auto nos pusimos algo tensos… había llegado el momento de abandonar la seguridad del auto. Miré a max en silencio y él me miró a mi.

- Iré a avisar que ya los traeré… - informó Sam y desapareció del auto, se evaporó en el aire.
- Pasate para adelante! – urgió Máximo mientras me tironeaba de los brazos y yo trepaba por el asiento hasta estar sentada en el asiento contiguo al suyo: MI asiento. – no tardará mucho…
- Qué pa…?

No había terminado de formular la pregunta cuando sus labios ya se habían apropiado de los míos. Abrí más la boca buscando con desesperación su lengua que no se tardó en aparecer, acariciando la mía con ternura pero algo de furia impregnada en su roce. Interné mis dedos en su pelo y los enredé para luego tironear de él un poco, en respuesta gruño y separó nuestros labios para morder mi mandíbula. Se lo agradecí cuando mi respiración se entrecortó un poco por esa causa.

- Que masoquista… - susurró él internando sus dientes en mi piel otra vez, mucho más fuerte que la vez anterior.

Gemí con suavidad, porque eso si me había dolido… pero a la vez me había gustado… agh, daban asco esos retorcidos gustos míos. Gruño algo complacido y sus manos me aferraron con firmeza mucho más cerca de su cuerpo, a decir verdad, estaba sentada con la espalda apoyada sobre la pantalla táctil y el equipo de música.

- Sadomasoquista… - corregí haciéndome la interesante y empujándolo contra el asiento para tener más acceso a la parte que quisiera de él…
- Uh… no tienes idea de lo que estás haciendo con este pobre chico… - susurró como tentándome y de verdad que sirvió.

Con suavidad mis labios descendieron desde el lóbulo de su oreja, pasando por su quijada donde mordisqué algo y luego seguí bajando por su cuello. Me abrí paso hasta un punto cerca de su hombro que creí conveniente e hinqué mis dientes con malicia. Sus manos que hasta ese momento subían por mis muslos se quedaron aferradas a mi, apretando con fiereza; estaba segura de que ya me quedarían moretones en esos lugares pero no me importó… para nada.

Inclinó su cabeza hacia atrás y ahogó un pequeño gemido mientras arqueaba algo la espalda…

- Lo siento… - musité apoyando mis manos a cada lado de sus hombros e impulsándome hacia atrás – te dolió? – pregunté mirando las marcas de mis dientes sobre su piel, eran algo profundas, pero no lo suficiente como para lastimarlo de verdad.
- Si… - susurró como si no tuviera aire en los pulmones. Infló el pecho dejando pasar el oxigeno y luego continuó – pero te cuento un secreto?

Asentí con la cabeza levemente y dejé que sus manos me recostaran sobre él, bien acomodada sobre su pecho. Sus labios acariciaron mi cabello y luego descendieron hasta mi oreja.

- Yo también soy algo sadomasoca… - rió con un tinte de perversión y atrapó mi lóbulo entre sus dientes con suavidad.

Lo miré algo cohibida, pero dejando volar por dentro toda mi retorcida imaginación… le corté las alas al instante, porque me estremecía el solo pensarlo con seriedad. Sus labios buscaron los míos, esta vez con ternura y suavidad. No se los negué, jamás lo haría. Nos fundimos en un tierno beso, donde cada una de nuestras células intercambiaban mensajes tan íntimos que hacían que mi piel se erizara al solo contacto con la suya.

- Que interesante… - comentó una voz detrás de Max y muy cerca de mi rostro que no conocía a la perfección pero que me resultaba vagamente conocida.

Los músculos perfectos de mi nene se tensaron al máximo y sus labios se separaron de los míos con demasiada rapidez como para que a mi me agradara. Abrí mis ojos y miré con demasiado odio en mi mirada a quien nos interrumpía mientras un gruñido furioso comenzaba a vibrar con peligrosidad en mis cuerdas vocales. Sam nos miraba de cerca y de forma inquisitiva.

- Camila… no – me reprendió Máximo al ver como miraba al vampiro insoportable llamado Sam.

Lo miré con un puchero y la furia contenida en mis ojos. Su mirada me reprendió y sus dedos acariciaron mi mejilla intentando calmarme… como era posible que sucumbiera con tanta facilidad al roce de su piel? Al instante luego de su tierna caricia dejé de gruñir y mirar a Sam para ocuparme de acomodarme mejor contra el pecho fornido de mi hermoso adonis. Una fingida tranquilidad me invadió con rapidez y escondí mi semblante en su cuello contra su pelo. Mi mano izquierda se colgó del otro lado de su hombro y mis dedos trazaron pequeños círculos en su piel fría. Me quedé tan quieta y sumisa entre sus brazos que el silencio se hizo el producto predominante en la masa sonora.

- Sam… - lo llamó Máximo y mi cuerpo se movió al ritmo de su respiración.
- Si máximo? – preguntó el aludido.
- Espero que entiendas que este detalle queda entre nosotros… - sugirió con tono firme pero persuasivo a la vez.
- Si… lo entiendo. – aceptó Sam con tono monótono – entiendo que no quedará bien visto que el presidente de la cámara de nobles esté tan… comprometido con una humana… - yo al oír esto me removí con furia sobre máximo, cuál era su problema con las personas normales?!
- Shh… - me calmó mi nene con ternura pasando su mano por las cuervas de mi cuerpo con lentitud – tranquila… así…

En pequeños segundos me silencie y la furia abandonó mi cuerpo para dar lugar a una devastadora sumisión.

- Parece un gato… - comentó Sam y supuse que hablaba de mi.
- Tan mala y tranquila al mismo tiempo… - susurró mi nene y pude confirmar que hablaba de mi. – tan… tan perversa y angelical.

Respiré con tranquilidad y en silencio besé su cuello con dulzura. No me incomodaba que me trataba de gato u otro animal sugerente, como zorra o perra o lo que fuera… no, no me molestaba si Máximo lo decía, porque lo amaba y sabía que él sentía lo mismo por mi.

- Mis labios están sellados – juró por fin Sam – definitivamente… las cosas con Maurizio y su esposa están complicadas… reclaman tu puesto en la cámara de nobles alegando que no le dedicas el tiempo necesario a tus deberes y sé que si se descubre que mantienes una relación con una chica humana que a…
- No es humana… es media sangre – lo corrigió mi nene.
- Humana – insistí por primera vez.
- Humana, media sangre o vampiresa, no interesa mientras camila sea tan joven – objetó Sam imponiéndose a nuestras asperezas.
- Eso es cierto… - susurré haciendo un pequeño puchero y apoyándome en su pecho para levantarme un poco y que viera mi rostro con más claridad.

Me miró a los ojos y después de mirar mi puchero con una expresión de culpa me empujó a mi antigua posición una vez más. Me acomodé a mi gusto, con el rostro recostado en su cuello, acariciando su piel con mi respiración y aspirando su aroma como si fuera una droga de placer.

- Como fue que lo atrapaste? – preguntó Sam y tarde unos segundos en entender que me hablaba a mi.
- A mi me preguntas? – susurré levantando mi rostro para verlo, pero ya no estaba en el asiento trasero, sino que se ubicaba recostado en el asiento contiguo al resto. – yo… - lo pensé un segundo, que había hecho?? - Pues… nada. No hice nada…

Sam frunció el ceño de forma incrédula y sonrió como si le hubieran dicho una broma.

- En serio… él es un hombre de muchas mujeres…
- ERA – corrigió mi nene luego de estirarse para besar mi mandíbula con ternura. – un hombre de muchas mujeres… pero tu que me dices? – dijo max – para cuando te engemelas y tienes algo que dure?
- Tengo cosas más importantes por el momento… - objetó.
- Oh vamos! Hace 200 años que dices lo mismo! – se quejó Máximo acomodándose debajo de mi.

Nos quedamos en silencio un minuto… notábamos como los 3 tratábamos de evitar la responsabilidad de movernos hasta donde se encontraba el Rey. Me quedé muy quieta y mi nene también, lo mismo con Sam… aunque no nos dio mucho tiempo a pensarlo… puesto que 3 figuras apareciéron paradas frente al auto en cuestión de un segundo.

Estaban vestidas de negro con impermeables, encapuchados de tal forma que no lograba ver sus rostros. Solo distinguía sus manos que salían de las mangas y eran pálidas. De la impresión y el miedo temblé mientras en mis cuerdas vocales vibraba un grito de horror. Máximo tapó mi boca con su mano y la apretó con fuerza para impedir que mis labios produjeran algún sonido. Mi cuerpo aún así tenía que expresar mi miedo y se me arqueó la espalda con brusquedad para demostrarlo. Mi hermoso adonis cruzó su brazo por encima de mi vientre y lo empujó hacia abajo, inmovilizándome contra su cuerpo.

- Bueno… nos están apurando como lo pueden ver. – susurró Sam incorporándose – será mejor que salgamos.

Máximo asintió con la cabeza lentamente.
- En silencio… - susurró en mi oido y liberó mi cuerpo suavemente – ponte el impermeable y sal del auto sin hablar…

Asentí con la cabeza y tomé el impermeable del asiento trasero. Me lo puse y salí al agua, afuera estaba congelante… detrás de mi salieron Sam y Max, quienes caminaban detrás de mi pisándome los talones. Cuando faltaban unos escasos metros para estar cara a cara con los encapuchados, Máximo se me adelantó en silencio y siguió caminando, aunque Sam permaneció detrás de mi.

Ninguno de los tres seres aterradores se movió un milímetro, ni siquiera en cuanto estuvimos frente a ellos.

- Los estábamos esperando…


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hola chikas!! ojala les guste! okis, aceptemoslo, los protas son 2 pervertidos sin retorno. no me los imagino de otra forma porque Camila es en escencia una imagen de mi... bueno, en teoria sería yo en escencia con otro nombre... u.u

bueno, ojala les guste el capi! wiii wiiii

ahhh
ahora pasense por el muro de la izquierda porque pondre 2 personajes más q son: Agatha y Samuel ( o Sam, como me gusta a mi)

jueves, 19 de agosto de 2010

Cap: Morder (parte 2)










hola chikas! aca les dejo una foto de Sam, para q o vean y una foto del interior del auto en q se la raptan :S muajajaj ñacañaca... XD sepan que este capitulo es algo más... zarpado que el resto y que si no les gusta este Máx algo pedofilo me avisan en sus comentarios y cambio el cap, no me cuesta nada porq tengo uno alternativo a este... besos chikas!!! pasense por ..::Way Back Into Love::.. que ya publicamos otro cap! soloapreten el boton de arriba para entrar o pongan en su barrita: http://waybackintolovewithyou.blogspot.com/ pasense pasense y COMENTEN AQUI Y EN WAY BACK INTO LOVE PLIIISSS!!! -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Giré en mi cama y con facilidad me dormí, dormí profundamente hasta que algo o alguien me hizo saltar y desperté en un auto… si, en los asientos traseros de un auto…

Mi inteligencia actuó antes que cualquier célula de mi cuerpo. Había visto demasiadas películas donde alguien era raptado en un auto y cuando despertaba hacía un escándalo y lo dejaban inconciente… era más conveniente observar, pensar lo que hacer y luego accionar.

Cerré mis ojos despacio y respiré profundamente para identificar olores… Cuero… si, los asientos olían a cuero nuevo, por lo que supuse que no era cualquier auto gastado sino uno caro y algo nuevo que era mantenido limpio; se notaba que el propietario quería a su auto. Mis oídos detectaron el elegante ronroneo del motor… si, era un auto definitivamente cuidado y caro; en el auto nadie hablaba, todo se mantenía e silencio. abrí los ojos lentamente y detecté el espectacular tablero… una pantalla táctil en el centro y unas rendijas elegantes debajo, la guantera estaba bien oculta y parecía como si todo se prolongara con clase, el tablero y el manubrio eran negros… todo allí era color negro. No podía ver a mi captor puesto que una capucha verde seco como la campera que llevaba me tapaba su rostro. En mi posición solo lograba ver su mano derecha que estaba apoyada en el manubrio. Era una mano pálida, súper pálida y de aspecto frío, podía ver las mangas de un buzo de lana beige por debajo de la campera. Llevaba un Rolex en la muñeca, uno igual al de Max.

Lo pensé un segundo, bien podría ser él, por lo que hice un pequeño ruidito que solo un vampiro pudiera escuchar. Doblé la lengua dentro de mi boca cerrada y la hice sonar en conjunción con mi saliva. Era un sonido imperceptible. O no tanto…

El conductor se removió en su asiento y arrimó el auto, lo noté porque lo vi maniobrar hacia su derecha y descender la velocidad hasta el 0.

De repente se quitó la capucha y se giró para verme. Me tranquilicé demasiado al ver su rostro sonriente.

- Hola mi reina – me saludó Max con una sonrisa – lamento haberte sacado de tu cama… pero es necesario que Vladimir te conosca.

Lo miré extrañada y miré mi cuerpo, estaba en pijama… de seguro mi madre me había cambiado mientras dormía. Me senté en el asiento con las piernas cruzadas, como los indios alrededor de una hoguera. Miré hacia los costados mientras me revolvía un poco el pelo, los vidrios estaban muy empañados, por lo que procedí a inclinarme y despejarlo con la mano… su frío me dejó la mano doliendo y un panorama nuevo y desconocido se abrió ante mí.

Llovía con insistencia y estábamos detenidos en el cordón de una angosta calle adoquinada. Edificaciones viejas con techo de paja eran lo que predominaba en el lugar y desde los vidrios de las pequeñas casas se distinguí la crepitante luz de las chimeneas.

- Donde estamos Máximo? – pregunté bostezando y tirándome sobre el asiento nuevamente.
- En un pueblo de Averdeen – explicó con una sonrisa arrodillándose en el asiento y girando para quedar de cara a mi.
- En donde? – pregunté sin entender absolutamente nada
- En Averdeen, Escocia.
- Ahh… - lo pensé un segundo – QUÉ?! – chillé.

Era simplemente imposible, cuanto tiempo había estado dormida? No… no podía ser, no podía.

- Tranquila linda! – me calmó él riendo – Julieta te hablo de los saltadores no es así?
- Si… - musité en silencio – nos teletransportamos hasta aquí?
- Si… mientras dormías – explicó y miró mi ropa – te compré ropa adecuada a la situación… y al clima.

Se inclinó al costado y tomó una pila de ropa que luego me entregó con cuidado para no desarmarla. Miré las prendas, consistían en polerones, prilis, buzos de lana, sacos y una campera impermeable. Además de pantalones de licra oscuros y calzas y medias de lana. Y ropa interior…

- Max, porque compraste tanto? Con solo unos pantalones, una polera, un buzo y una campera alcanzaba! – protesté.
- Quería que tuvieras para elegir… - objetó con vos aniñada y me hizo un puchero.
- Pero… pero… por qué 3 conjuntos de ropa interior de Victoria’s Secret? – lo interrogué con el ceño fruncido
- Porque… porque… - comenzó pero lo interrumpí.
- Y porque uno es rojo con encajes negros, otro es negro con encajes y el otro es… oh! Adivina! – me quejé con sarcasmo – negro con una moña roja?! Porque todos son tan sexys Máximo?!

Me quedó mirando con rostro culpable.

- Es que a mi me gustaban esos… - susurró – y pensé que te iban a quedar lindos…

Mire los conjuntos una vez más… eran demostrativos, pero elegantes. Me gustaban mucho, él tenía buen gusto… por lo menos para la ropa interior de mujer.

- Bueno… como sea, con la ropa puesta no se ven… - dije y lo miré – gracias max…

Me miró haciendo pucheros y luego susurró con tono ofuscado:

- Yo pensé, que con todos los problemas que pasé comprándote esa ropa, por lo menos me ibas a hacer un pequeño desfile…. – me miró con esos ojos pervertidos que a veces ponía.

Lo miré con expresión de “WATH THE FUCK?!” y luego negué con la cabeza, definitivamente no haría de modelo de Victoria’s Secret con él.

- Mierda – dijo entre dientes y luego me miró con una sonrisa compradora – segura que no quieres?
- Segura – dije.
- Fuck… - susurró y luego me miró – bueno, abrígate con esa campera que voy a estacionar a Tigresa más cerca de la puerta de “The Luke’s Taberney”
- La taberna de luke?? Donde queda eso?
- Es el bar de enfrente… pero llueve demasiado como para cruzar en medio del diluvio… no me quiero mojar. – encendió el auto y se puso a maniobrar con el jaguar. – Kmi, te explico que todos en este pueblo conocen la existencia de los vampiros… aquí básicamente pasamos la mayoría del tiempo los vampiros que tenemos humanidad… los otros la pasan en el castillo que esta a unos kilómetros en las montañas.
- Entonces todos los que viven en el pueblo saben lo que son? – pregunté sin poder creerlo.
- Lo que somos Camila, no olvides que eres una de nosotros – estaciono y apagó el auto. Si, conocen la verdad, pero no nos delatan porque tenemos un contrato con ellos… nosotros no matamos a nadie en el pueblo y sus inmediaciones y ellos nos dejan vagar por aquí sin decir nada… pero las reglas ya están difusas y nos conocemos todos… es muy facil conocer gente aquí sabes? Todos son agradables…
- Genial… - exclamé y sonreí, se sentía bien saber que no era la única loca que era protectora de Vampiros.
- Ya ponte la campera! Le pediremos a Luke que te preste su escritorio para que te cambies… - sonrió y tomó la pila de ropa y la puso en una mochila roja con calaveritas negras.
- Linda mochila – comenté poniéndome la campera y acomodando mi pelo despeinado debajo de la capucha. – tengo que salir en pijama? No digas que es en serio…
- También te la compré – dijo cerrando los cierres – y si… igual nadie te va a decir nada.
- Ahh… encerio me compraste esa mochila?! Ay Máximo! Eres un gastador compulsivo! No quiero ni saber cuanto te costo eso…
- No te preocupes! – consoló con una sonrisa – tengo para comprar eso y mucho más… y además me encanta comprarte cosas – sonrió feliz y luego le quito el seguro a las puertas presionando un botón de la pantalla táctil. – vamos linda? Préndete la campera… de verdad, estamos en el norte de escocia y hay 9Cº…
- Si… asi que también estamos en invierno aquí?
- No… ahora es verano! – rió – no tienes idea del frio que hace aquí en invierno…

No mandamos al frío y a la lluvia, era verdad, afuera estaba congelante. Corrimos hasta la puerta de The Luke’s Taberney y pasamos. Dentro de la taberna el clima era cálido y muy cargado. La gente nos quedó mirando cuando entramos, pero enseguida volvieron a sus conversaciones y bebidas. Máximo me dio unos empujones y me guió hasta la barra del bar, ahí el tabernero se nos acercó con una sonrisa, era delgado, viejo, arrugado pero de cara amable y con risa contagiosa.

- Máximo! – exclamó y lo abrazó por encima de la barra – qué estás haciendo aquí?! Creí que habías ido a pasar un tiempo en sudamérica… a disfrutar de el calor.
- See… - respondió mi nene con sonrisa de bacán. – pero vine por asuntos personales – me señaló con la cabeza y el viejo tabernero posó mis ojos en mi. – Luke, ella es Camila…
- Tu… gemela? – preguntó el viejo mirando mi rostro de dormida.
- No, no es mi… gemela. Es amiga de Julieta, la semana pasada nos dimos cuenta de que es una media sangre
- En serio? – me observó de forma perspicaz – parece muy dosil…

Miré a mi nene con sarcasmo y él me correspondió la sonrisa mientras reí

- Jaja parece, porque no lo es para nada. – declaró Máximo – oye luke, me prestas el escritorio de arriba para que se cambie? La saqué de su casa en pijama…
- Si, claro! Pasa pasa…

Max me condujo por la taberna y luego por una escalera vieja y estrecha hasta una puerta de madera angosta y pequeña. Pasamos y me encontré en un ambiente cálido con la estufa de leña crepitando. Había un escritorio viejo en el centro y detrás de este había una biblioteca llena de libros. También había algunas fotos viejas, seguro de cuando Luke era joven…

- Te dejo que te cambies… luego baja si? – susurró y se me acercó.
- Está bien Max…

Dejó la mochila sobre el escritorio y tomó mi rostro entre sus manos. Sabía que este gesto me molestaba y enseguida bajó las manos hasta mi cuello, acariciando con sus dedos mi piel… lo miré idiotizada y muy enamorada. Sus manos se situaron en el cierre de mi campera y la desabrocharon con lentitud… el abrigo cayó por mis hombros al suelo y sus labios se posaron en los míos con suavidad. Mis dedos se fundieron en su pelo sedoso y lo tironearon un poco más cerca y luego descendieron por su espalda tironeando su campera hasta que estuvo en el suelo. Se separó y me miró algo sorprendido para luego empujarme hacia atrás y besarme otra vez, pegada a su cuerpo.

Unos minutos luego salió de la habitación y me dejó allí para que me cambiara. Quité toda la ropa y la esparcí por el piso para tener una visión adecuada de todo. Comencé a sacarme la ropa y el aire me puso la piel desnuda de mi cuerpo de gallina. Me puse el conjunto negro con encajes rojos y procedí a elegir el resto de la ropa… tal vez me vendrían bien la prili negra con… no, mejor la prili roja con la polera negra y esos pantalones azul oscuro levemente gastado con esos cancanes de lanita y…

- Camila, te pido algo para comer? – preguntó max irrumpiendo en la habitación.

Di un respingo increíble y lo quedé mirando algo pasmada. Él por su parte no actuaba como cualquier persona normal, saliendo de la habitación y cerrando la puerta… no, él se quedó ahí parado con la puerta abierta y mirándome con los ojos encendidos color anaranjado. Nos miramos en silencio por un segundo más y reaccioné que aún estaba en ropa interior.

- Max cierra la puerta y sal! – le grité intentando taparme con las manos.
- SI, SI – asintió él y cerró la puerta a gran velocidad, quedándose él dentro de la habitación.

Se recostó contra la puerta con los ojos encendidos mirándome. Yo por mi parte quedé mirándolo incrédula de lo que acababa de hacer.

- Máximo estoy en ropa interior sal! – exclamé pero se quedó muy quieto mirándome y bloqueando con su espalda la puerta.

Entreabrí los labios sin saber que decir o hacer, me sorprendía no tener ningún tipo de vergüenza estando con él mirándome así, no sentía vergüenza de estar semidesnuda delante de él, me parecía que hubiera estado así con él presente muchas veces antes. Me adelanté a él con pasos agiles y apoyé mis manos en sus brazos.

- Máximo sal de aquí ya! – le exigí empujándolo.
- No quiero – declaró mirándome con esos ojos libidinosos – no… no voy a salir.
- Que?! – estaba mal de verdad el hombre que tenía delante – Máximo sal ya! En este momento!
- No… - dijo con tranquilidad y negando con la cabeza.
- No?? Max te doy una cachetada! Dale andate! – chillé moviéndolo.

Se cruzó de brazos y comprendí que sería imposible que se fuera.

- NO ME VOY – declaró con firmeza y por el tono severo de su voz temblé ligeramente.

Miré el suelo apenada, hubiera sido lindo que él me hubiese respetado por lo menos en eso. Lo miré con los ojos algo vidriosos y me giré para vestirme lo más rápido que pudiera. Él me miraba con sus ojos desnudándome con la mirada y yo no lograba hacer nada. No avancé ni un paso cuando sus manos acariciaron mi vientre con ternura y una sonrisa dulce cruzó su rostro.

- Estás hermosa… - susurró y sus labios besaron mi hombro con suavidad. – te amo mucho… mucho… mucho.

El contacto con su piel erizaba la mía y él lo notaba, incluso parecía gustarle, no lo entendía, no entendía a mi nene para nada en ese sentido.

- Máximo – susurré con voz resignada – respétame por favor… respétame y sal de la habitación.
- No tienes que sentir vergüenza delante de mi… - susurró en mi oido abrazándome por atrás – yo no tengo vergüenza contigo… - sus labios buscaron mi cuello con lentitud y lo mordisquearon con cuidado.
- Ya lo sé Max, y yo no siento vergüenza… Mírame! No corrí a taparme con lo primero que encontré cuando entraste!
- Es cierto… - me aceptó suspirando con su boca sobre mi hombro – pero… entonces porque quieres que me vaya?

Lo pensé un minuto mientras él seguía recorriendo mi cuello con sus labios y sus dientes, dejaban una estela ardiente por donde pasaban que me ponían los bellos de punta. Mi piel estaba algo coloradita por sus mordiscos, sus dientes sobre mi piel no dolían para nada, eran más bien como una satisfacción que me entrecortaba la respiración. Intenté concentrarme un tanto en pensar una buena excusa… es que el problema era que sus ojos me miraban pidiendo cosas de mi que no podía brindarle… y además podía sentir como siempre lo complacía en todo lo que podía, siempre se salía con la suya. Sin ir más lejos, él me había pedido que modelara para él… yo me había negado… y como estábamos en ese momento? Él me tenía en ropa interior y entre sus brazos mientras mordía mi mandíbula, mi cuello, mi hombro y clavícula.

Sus dientes se internaron en mi piel y gemí.

- Lo siento… - masculló y luego pasó su fría lengua por el lugar donde sus dientes me habían dejado palpitando.
- Quiero que te vayas… porque… no sabía como explicárselo por lo que me giré y clavé mis ojos en los suyos con insistencia.

Esta acción costó algo puesto que no quería despegar sus labios de mi piel y su mirada descendía por mi cuerpo de forma libidinosa y sin ocultar interés. Cuando logré captar su atención sus ojos brillaban de un color naranja fluo impresionante, no entendía que le ponía los ojos de ese color tan particular, si era la situación, si era lo que se le estuviera pasando por la cabeza o solo era yo con mi ropa interior de encaje. No tenía una clara respuesta…

Pensé en todas las cosas que se me pasaban y se me pasaron por la cabeza momentos antes mientras lo miraba, si yo era capas de “leer” tantas cosas en las vetas de sus ojos, porque él no podría hacerlo con los míos? En cuanto vio la forma en la que mis ojos lo miraban se quedó muy quieto y su respiración se volvió tan silenciosa que no podía escucharla. Tomó mi rostro entre sus manos y esta vez no me quejé, porque lo hacía para tener mi mirada mas cerca de la suya.

Los escasos milímetros que separaban nuestros rostros eran como titánicos abismos que no podíamos cruzar, era como si yo estuviera tan lejos de mi cuerpo que no podría mover la mano para tocar su pálida mejilla. Sus ojos estaban dilatados mirando los míos tan obsesivamente que creí que habría mi cabeza y me quitaba el chip de la memoria para conectarlo a su cabeza y codificarlo todo… me estaba volviendo paranoica.

Rompió nuestro contacto visual con cuidado, y esa energía estática que nos mantenía inmóviles se detuvo, dejándome respirar con más tranquilidad haciendo pasar más aire a mis pulmones. Sus labios besaron mi frente con suavidad, tanta que creí que no me había tocado en verdad hasta que sentí el sonido crujiente de sus labios al besarme. Se alejó y salió de la habitación sin mirarme o decir una palabra… no podía creer que me hubiera consentido, no podía creer que hubiera salido.

Me vestí a gran velocidad con una sensación de vacio tremenda en el medio de mi pecho. Me puse la prili roja con la polera negra y un canguro a rayas rojas y negras encima. Me puse los cancanes de lanita y los pantalones strech azules oscuros gastados. En los pies me puse… Máx no me había dejado nada… así que me puse lo que tenia antes que eran mis botas rojas de gamuza altas que se ataban. Seguido de esto guardé y doble todo en su correspondiente orden y me colgué la mochila al hombro… wow! Pesaba, y mucho. Me tambalee algo, pero enseguida volví a mi equilibrio acostumbrado y tomé la campera impermeable con la mano libre. Abrí la puerta y recordé que mi cabello aun estaba revuelto, por lo que volví a entrar, deje la mochila en el suelo y me arreglé algo el pelo, por lo menos que quedara un tanto en orden. Luego bajé y mientras lo hacía busqué a Máximo con la mirada, estaba sentado en la barra conversando con Luke y otro hombre, el último más joven y de pelo corto. Charlaban animadamente mientras bebían el contenido de unas botellas de vidrio oscuro, como para que no se viera lo que había adentro… me pregunté si sería sangre.

Terminé de bajar las escaleras y me adelanté hasta Max, tenía los ojos color plomo avioletádo con una pisca roja… un color indescriptible. Me miró cuando llegué a su lado y luego me señaló al que estaba junto a él.

- Kmi, él es Sam… es un saltador de la guardia real, vino a buscarnos. – explicó Max mirando a el tal Sam.
- Hola! – me saludó estampándome un beso en la mejilla, su piel era fría, no tanto como la de max pero si más fría que la de will.
- Hola… - lo saludé con una sonrisa mientras lo observaba,

Su pelo era bien corto, rapado y oscuro, no podía identificar su color pero a decir verdad no me interesaba mucho saberlo, estaba un tanto más concentrada en la expresión sufrida que Máximo llevaba en el rostro. Aún así miré a Sam una vez más para comprobar lo varonil que era, parecería de veintitantos, con labios finos y tez blanca, su cara era algo redondeada pero seductora y firme. Notaba su ancha y prominente espalda debajo de su suéter de lana gris, deduje que era más bajo que Max, lo que conllevaba que fuera más macizo y no tan estilizado como mi nene, lo que no quería decir que mi hermoso adonis no tuviera musculatura… vaya que si la tenía! Y como me gustaba sentirla bajo mis manos…

- Kmi quieres algo para comer o ya podemos irnos? – preguntó mi lindo adonis mirándome directo al rostro.
- Vamos – susurré cuando sus ojos se clavaron en los míos y creí que me desmadejaría en el suelo clamando por sus labios… y sus dientes también…








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sábado, 14 de agosto de 2010

Cap: Morder (parte 2)


hola chikas!!! aca les dejo el capi!!! sisisi estaba muerta por publicar!!! bueno, pense que sería bueno agregar una foto del Jaguar XF de Max para que se hagan una idea más clara de como es su "Tigresa".... ojala les guste el cap! COMENTEN COMENTEN COMENTEN COMENTEN-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Subtitulo: El Primer Beso


- Uf… por favor no empieces a filosofar Max…
- No filosofeo… solo digo…
- Max, esa palabra no existe, no se dice estoy filosofeando algo..
- Bueno, pero yo lo digo así porque se me canta! – objetó haciéndose el ofendido
- Si, si… como digas nene. – bostecé – tengo sueño… - balbucee cerrando los ojos y utilizando su hombro de almohada. – estas taaaannnn cómodo como almohada.
- Dormí un rato… - me aconsejó – me gusta verte dormir…

Verme dormir? Cuando él me había visto dormir? No vivíamos juntos ni mucho menos, yo dormía en mi camita y él en la suya… si es que dormía, porque aunque le gustaba sabía que solo necesitaba hacerlo unos 20 minutos por día. Fruncí un tanto el ceño y miré el techo.

- Y tu cuando me has visto dormir?? – pregunté.
- Ehmm… eso me lo guardo para mi solito. – me evadió y lo miré de forma reprobatoria, desde cuando me ocultaba ese tipo de cosas?
- Uh… mira! Las 6! – exclamó mirando su reloj de mano – mejor te llevo a tu casa…
- Pero, espera… no me respondiste la pregunta! – me quejé, pero era demasiado tarde, puesto que me había alzado sobre su hombro y ya caminaba por el pasillo a una velocidad considerable. – BAJAME! – le exigí

Él pareció no escucharme y siguió caminando, casi podría decirse que corriendo. Cruzamos puertas, escaleras y largos pasillos hasta que bajamos por la ultima escalera y Max entró al living conmigo a cuestas.

La sangre se me estaba yendo al cerebro y sentía un zumbido en los oídos, mi novio lo sabía, pero aún así seguía procediendo de la misma manera. De repente, me soltó y en una extraña maniobra me dejó parada en el suelo, el cambio de postura tan repentino me hizo doler la cabeza, tanto que creía que me la estuvieran explotando con mini bombitas nucleares. Me tambalee a los lados y me sostuve de su brazo, puesto que era lo primero que tenía más cerca… pero estaba demasiado tibio para ser su brazo…

- Puedo explicarlo… - alegó Max como calmando a alguien.

Miré hacia arriba y vi el rostro de el padre de Julieta mirándome extrañado. Lo solté al instante y lo miré con una compensadora sonrisa:

- Lo siento – musité e intenté ubicar a Max, pero antes de eso me encontré con otros rostros.

El primer rostro que ubiqué fue el de Brenda, que estaba rodeada de bolsas de diferentes colores y miraba a Máximo con lo brazos en jarras. Llevaba puestos una pollera entubada negra y una linda blusa color blanco de un hombro caído, también usaba unos hermosos tacos negros, simples y altos, pero muy lindos. El siguiente en ubicar fue William, estaba varado mirándolo a mi nene como si este último le hubiera sacado algo preciado. Will usaba unos jeans gastados, vans rojas y una campera a cuadros de tonos rojizos y amarronados. Luego noté la presencia de otro personaje en la sala… era alto, canoso de facciones amables, pero por el momento se lo notaba serio observando la situación. Por ultimo me detuve en máximo, una pequeña línea de “me agarraron con las manos en la masa” se asomaba alrededor de la comisura izquierda de sus labios.

Atiné a no mirarlo para no ser obvia, por lo que fingí encontrar algo interesante en la ventana cerca de will.

- Explicar que? – preguntó Cesar mirando a Max de una forma especial, cómplice ¿?
- Lo que quieras que explique – lo evadió Máximo eficazmente.
- Podrías empezar por lo primero… qué hace camila a esta hora y en esta casa? – preguntó Brenda con tono exigente, que no dejaba de ser suave y delicado.
- Ehhh… es una historia muy larga, tiene muchas vueltas, y la verdad no tenemos mucho tiempo – explicaba más mientras se adelantaba y le daba las llaves del Jaguar a Cesar – Ces, la llevas a su casa mientras soluciono unos temitas con tu marida??
- Máximo, no seas analfabestia! Se dice esposa! – lo corrigió la mujer.
- Si, como sea… tu – mi nene señaló a William – a tu cuarto o a donde sea lejos del escritorio…
- Si claro… - alegó él en tono burlón y se tiró en el sillón a escuchar música.

Máximo dijo unas palabras en un extraño idioma y el desconocido canoso salió de la habitación con una minúscula sonrisa divertida. Luego fue hasta brenda y cargó con sus bolsas y salió por la puerta con su “cuñada” siguiéndolo.

- BIPOLAR… - dijo Cesar rodando los ojos y se acercó a la puerta de salida.

Lo miré quieta en mi lugar por unos segundos y luego lo seguí a toda prisa. Nos mantuvimos en silencio por unos minutos mientras estuvimos fuera del auto y en cuanto nos subimos al Jaguar XF pareció que ese silencio se hubiera roto por completo.

- Y como estás? – preguntó con una sonrisa amigable.
- Bien. Normal… - respondí con una pequeña sonrisa – y ustedes?
- Bien… con huéspedes en casa… - me miró con complicidad – por suerte se van hoy, ya no me aguanto más a el Jean ese que no sé ni de donde salió que vive mirando raro a Julieta.

Lo miré sorprendida por la confianza que imponía en mi y reí con naturalidad acerca de sus quejas.

- Siempre pasa lo mismo con los amigos de brenda… todos unos asalta-cunas.

Reí una vez y lo miré divertida.

- Ay, por favor, como si fuera tan malo… hay que ver el lado positivo
- No hay lado positivo cuando uno cualquiera se acerca a mi hija.
- Que celoso! – exclamé y él me miró
- Yo defiendo a mis hijos… a will no necesito porque me salió… delicado, pero Julieta… Máximo me la llevó por mal camino desde chiquita.
- Delicado? – pregunté riendo – me parece que más bien es cerrado!
- Cerrado a las mujeres, es preocupante! – declaró con tono gracioso.
- Para mi que solo busca a la justa que precisa… no es necesitado de por si – explique.
- Pero todos los hombres somos necesitados de nacimiento! Las mujeres son nuestra droga y somos adictos! ES LA PURA VERDAD
- Bueno, eso es cierto – le acepté pensando en todos mis amigos y conocidos. – en realidad, nosotras también somos necesitadas… solo que no se nos nota.
- Uh… demasiada sabiduría para 14 años – insinuó riendo – que habrás hecho vos que sabes tanto…
- Ey! Nada, yo soy puritana!

Me miró con cara de “WATH THE FUCK?!” y luego dijo solemnemente:

- No te creo.
- Esta bien… no me creas.

Nos mantuvimos en silencio durante unos segundos y luego él volvió a hablar:

- Y… así que te llevas bien con Máximo… - insinuó y dije lo primero que se me vino a la cabeza, que para mi suerte fue algo acertado.
- Es amigable – reconocí con naturalidad y una fingida ingenuidad – aunque algo bipolar… creo.
- Si… es raro, bueno, es Máximo… todo en él es anormal.

Lo miré y sonreí un tanto divertida.

- Pero es más bueno que el pan… a pesar de todo lo que pueda llegar a hacer… siempre está súper preocupado por los que quiere.

Es cierto, pensé mirando por el vidrio para ocultar mi mirada, esa que ponía cada vez que pensaba en él y era de lo más tierna y nostálgica.

- Puede ser… pero no lo conozco tanto como para asegurarlo – alegué con una mueca simple.

Me miró un segundo y sonrió con comodidad.

- Es encantador – declaró él – de Max hablo…
- Tu crees? – pregunté con una fingida curiosidad.
- Si, del todo seguro… siempre fue un cassanova, por lo menos desde que yo lo conozco, o sea desde hace 2.525 años
- Pero tu cuantos años tienes? – le pregunté.
- 2530 – declaró – Max y Vlad estaban en mi legión en el ejercito cuando me transformaron…
- Pero no entiendo… entonces Máximo era más viejo que tu? Y entonces como es que el tiene 5 años menos?

Rió un poco.

- Es algo confuso, es verdad. – explicó – Máximo sabe que fue convertido en vampiro a los 24 o 25 años, pero al principio jamás contó el tiempo que iba pasando y entonces solo se quedó con los 25 años, lo mismo con Vladimir. Yo fui el único inteligente que decidió contar los años y guardar las cosas puesto que en algún momento estas tendrían algún valor especial…

Lo miré intentando comprender todo.

- Por eso, Máximo tiene 2525… porque es mi edad menos 5 años, que es la diferencia entre nuestras edades.
- Entiendo… así que básicamente a ninguno se le ocurrió nada demasiado inteligente hasta que te conocieron.
- Claro – me aceptó asintiendo con la cabeza – tu también tienes un cerebro agil, le serás muy útil...

“le serás muy útil...” A quién le sería útil yo?

- Útil para quien? – pregunté sin obviar su cavilación.
- Para tu gemelo – dijo con simplicidad – Máx me lo dijo… ayer.
- Ah… si tu lo dices. Aunque creo que le resultaran más útiles mis capacidades a mi inteligencia…
- El control mental también de desarrolla en las neuronas y sus conexiones, Camila
- Bueno… no se me dio muy bien ese tema en clase de biología… - me excusé y rió.
- Como sea, bienvenida al club de los sanguijuelas… no tienes idea de lo hermoso que es estar con tu igual… - comentó sonriendo y me miró con un brillo especial en los ojos – yo no sé que haría sin mi mujer…
- Que tierno… - dije sonriéndole – ojalá yo pueda ser tan feliz…
- Lo serás – afirmó y luego me pareció que dijo algo, pero solo alcancé a oir algo muy levemente como “eres” pero no estaba para nada segura.

Me recosté en el asiento y miré por la ventana. me imaginé con cada detalle a Máximo. Revivirlo en mi mente era uno de mis mejores pasatiempos. Recordé en pocos segundos mi primer beso con él…

Julieta y will tardaban demasiado en clases y yo no estaría dispuesta a esperarlos… salí y comencé a caminar. En la esquina, mientras esperaba a cruzar el semáforo un chico se me acercó con una sonrisa.

- Hola! – me saludó besando de prepo mi mejilla- como estás nena?
- NO ME TOQUES! – chillé al desconocido y mis dedos se empastaron en su cara sin piedad.
- Odio cuando me golpeas… - dijo reacomodándose la quijada – tienes mano pesada linda…

Recién entonces miré sus ojos, que tenían un color aplomado y en cuestión de segundos se pasaron al fucsia fuerte.

Máximo, no pude evitar pensar con una satisfacción creciendo en mi pecho… pro no era corporalmente como yo lo conocía, en ese momento tenía mucho pelo revuelto en un corte sexy y algo más corto a como siempre lo llevaba. Era algo más alto que yo, pero no mucho más y usaba unos lindos chupines color rojo sangre. Se abrigaba con una campera simple color negro y usaba unos lindos DC color negro con cordones rojos.

- Max?! – pregunté incrédula aún
- Fua! Menos mal que me sacaste al toque porque sino… de seguro me matabas,

Reí un poco.

- Puede ser, puede ser…
- Y como estás? Yo vine a buscar a mis sobrinitos. - dijo con una sonrisa encantadora.
- Bien… algo cansada pero bien y vos?
- Bien… algo molesto porque vinieron unos amigos de brenda a casa y aghh… - hizo una mueca de molestia – uno es un promiscuo de mierda y el otro es tremendo puritano, o sea, nada que ver el uno con el otro y encima para peor no entienden que los humanos también tienen sentimientos… ugh, ayer casi matan a unos vecinos…

Lo miré con ganas de tocarlo, quería tocarlo con toda el alma, mi cuerpo gritaba por sentir su roce. Por lo que con toda mi naturalidad apoye mi mano como al pasar en su pecho y lo empuje un tanto.

- Te ves raro… pero bien. – le dije y mis dedos se despegaron de su ropa.

Su mano se adelantó y tomó mi muñeca, de tal forma que mi manos siguió apoyada sobre su corazón que latía con extremada lentitud. Lo miré un tanto sorprendida, pero a la vez totalmente complacida. Me sonrió y se acercó un poco. Sentí mi corazón latir a mil por hora y supe que él también lo escuchaba. Sus manos soltaron la mía y con suavidad descendieron desde mis costillas hasta mi espalda baja. Lo sentía tan cerca que apenas podía moverme sin tocarlo… esa sensación me ponía en un estado mucho mejor que la felicidad.

Poco a poco, fuera lo que fuera que estuviera alrededor, desapareció. Se desmenuzaba y terminaba hecho como polvo en el viento. Sus ojos escrutaron los míos con curiosidad y yo solo me concentré en sentir sus brazos rodeándome la cintura con confianza y convicción. Mi cuerpo me dictó que situara mis manos en las nacientes del pelo en la parte de atrás de su cabeza y así lo hice… tenía el cabello sumamente sedoso y suave, mucho más agradable que le roce puro del agua cristalina de una pequeña laguna natural. Sus labios estaban tan cerca que me era casi posible sentir su tacto… casi posible… POSIBLE.

Sus labios besaron los míos con suavidad y tranquilidad, yo a decir verdad no tenía idea de que hacer, pero podía sentir como él iba guiando a mis labios con los suyos y a mi lengua con la suya…

Mi primer beso… pensé casi inconciente de lo que pensaba, estaba demasiado concentrada en ese tacto de nuevo sabor y de insuperable matiz…

- Camila, llegamos – me interrumpió Cesar apoyando si mano en mi hombro – nos vemos otro día – me sonrió cálidamente
- Adiós Cesar, lo saludé y abrí la puerta del auto – besos a Brenda que no pude saludarla

Sonrió de forma picara y con ese brillo envidiable en los ojos dijo:

- Se los daré…

En cuanto me subí al ascensor continué con mi recuerdo… el mejor de todos.

Mi primer beso… pensé casi inconciente de lo que pensaba, estaba demasiado concentrada en ese tacto de nuevo sabor y de insuperable matiz…

En ese momento me di cuenta de que desde adentro me estaba consumiendo por su cuerpo, lo noté cuando sus labios se volvieron mi cielo y mi infierno… mis instintos me dictaban que no había nada más insuperable que sus labios, me dictaban con razón que serían mi cielo donde todo sería perfecto y él sería mi dios, mi protector y a la persona que más me preocuparía por mantener dentro de mi… me dicto también que su nombre sería la clave de las puertas del infierno, una pasión prohibida que podría merecer castigo, un calor que me haría arder hasta el ultimo vestigio de mi ser…

Separó sus labios de los míos y besó tiernamente mi mentón y fue subiendo por la comisura de mis labios hasta el lóbulo de mi oreja. Lo miré como si fuera una alucinación perfecta y sonreí levemente…

Me despabilé una vez más puesto que tuve que salir del ascensor y entrar a mi casa. Encendí todas las luces y simulé como si hubiera estado ahí toda la tarde. Luego me tiré en mi cama y me tapé con mi frazadita favorita, una de cuando era chiquita que tenía siempre esa perfume de bebe. Una vez más me dediqué a recordar ese día:

Separó sus labios de los míos y besó tiernamente mi mentón y fue subiendo por la comisura de mis labios hasta el lóbulo de mi oreja. Lo miré como si fuera una alucinación perfecta y sonreí levemente…

- Hola – susurró como si me estuviera viendo por primera vez
- Hola… - si, hablando únicamente por mi, era la primera vez que lo veía de esa forma.
- No sé que decirte… - balbuceó en silencio y se aproximó un poco más
- Yo tampoco sé max… - acerqué mis labios a los suyos una vez más.
- No… - me frenó, pero fue más como un tono a queja – Julieta…

Se alejó tres pasos y una indomable desesperación se apoderó de mi cuerpo. No quería verlo alejarse, pero aún así aguante… unos segundos luego divisé a Julieta y a su hermano saliendo de los predios del liceo, no pasaron ni unos segundos cuando ya se acercaban con grandes sonrisas hacia nosotros.

Nos quedamos conversando unos minutos, yo intentaba con toda el alma no mirar de forma excesiva a Máximo, en la mayoría de las ocasiones lo lograba, pero en otras no y era en ellas en cuales nuestras miradas se cruzaban con esa extraña pequeña vergüenza cómplice.

Luego se fueron, nos saludamos y cuando tuve que despedirme de Max, él se adelantó con una sonrisa cómplice y besó mi mejilla de forma amigable con una de sus manos distraídamente apoyada en mi cintura. Ahí fue cuando entendí que ese era el primer beso…. Pero no el último.

Giré en mi cama y con facilidad me dormí, dormí profundamente hasta que algo o alguien me hizo saltar y desperté en un auto… si, en los asientos traseros de un auto…

jueves, 12 de agosto de 2010

hola chikas! les cuento que con mi amiga kmi (la escritora de dark love y de la profecia) hicimos un blog que se llama ..::Way Back Into Love::..

es una historia atrapante sobre secretos y prejuicios, pero por sobre todo el tiempo... si, el tiempo y como cambia a las personas!

esperamos que se pasen por ahí y se hagan seguidoras :D

para entrar pinchen el botón de arriba, el celeste y negro o si no entren a:

http://waybackintolovewithyou.blogspot.com/



besoosss!

martes, 3 de agosto de 2010

buenas noticias!!!!
AL FINAL NO ME CORTAN INTERNET HASTA SETIEMBRE!!!!
ufff..... no lo puedo creer! estoy feliz! asi q seguire con los caps!!! opino q tratare de enfrascarme un tanto mas en Paschaline ya que una de las partes más importantes de Noche Eterna ya paso :3 besos chikas!