hola chikas! aca les dejo una foto de Sam, para q o vean y una foto del interior del auto en q se la raptan :S muajajaj ñacañaca... XD sepan que este capitulo es algo más... zarpado que el resto y que si no les gusta este Máx algo pedofilo me avisan en sus comentarios y cambio el cap, no me cuesta nada porq tengo uno alternativo a este... besos chikas!!! pasense por ..::Way Back Into Love::.. que ya publicamos otro cap! soloapreten el boton de arriba para entrar o pongan en su barrita: http://waybackintolovewithyou.blogspot.com/ pasense pasense y COMENTEN AQUI Y EN WAY BACK INTO LOVE PLIIISSS!!! -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Giré en mi cama y con facilidad me dormí, dormí profundamente hasta que algo o alguien me hizo saltar y desperté en un auto… si, en los asientos traseros de un auto…
Mi inteligencia actuó antes que cualquier célula de mi cuerpo. Había visto demasiadas películas donde alguien era raptado en un auto y cuando despertaba hacía un escándalo y lo dejaban inconciente… era más conveniente observar, pensar lo que hacer y luego accionar.
Cerré mis ojos despacio y respiré profundamente para identificar olores… Cuero… si, los asientos olían a cuero nuevo, por lo que supuse que no era cualquier auto gastado sino uno caro y algo nuevo que era mantenido limpio; se notaba que el propietario quería a su auto. Mis oídos detectaron el elegante ronroneo del motor… si, era un auto definitivamente cuidado y caro; en el auto nadie hablaba, todo se mantenía e silencio. abrí los ojos lentamente y detecté el espectacular tablero… una pantalla táctil en el centro y unas rendijas elegantes debajo, la guantera estaba bien oculta y parecía como si todo se prolongara con clase, el tablero y el manubrio eran negros… todo allí era color negro. No podía ver a mi captor puesto que una capucha verde seco como la campera que llevaba me tapaba su rostro. En mi posición solo lograba ver su mano derecha que estaba apoyada en el manubrio. Era una mano pálida, súper pálida y de aspecto frío, podía ver las mangas de un buzo de lana beige por debajo de la campera. Llevaba un Rolex en la muñeca, uno igual al de Max.
Lo pensé un segundo, bien podría ser él, por lo que hice un pequeño ruidito que solo un vampiro pudiera escuchar. Doblé la lengua dentro de mi boca cerrada y la hice sonar en conjunción con mi saliva. Era un sonido imperceptible. O no tanto…
El conductor se removió en su asiento y arrimó el auto, lo noté porque lo vi maniobrar hacia su derecha y descender la velocidad hasta el 0.
De repente se quitó la capucha y se giró para verme. Me tranquilicé demasiado al ver su rostro sonriente.
- Hola mi reina – me saludó Max con una sonrisa – lamento haberte sacado de tu cama… pero es necesario que Vladimir te conosca.
Lo miré extrañada y miré mi cuerpo, estaba en pijama… de seguro mi madre me había cambiado mientras dormía. Me senté en el asiento con las piernas cruzadas, como los indios alrededor de una hoguera. Miré hacia los costados mientras me revolvía un poco el pelo, los vidrios estaban muy empañados, por lo que procedí a inclinarme y despejarlo con la mano… su frío me dejó la mano doliendo y un panorama nuevo y desconocido se abrió ante mí.
Llovía con insistencia y estábamos detenidos en el cordón de una angosta calle adoquinada. Edificaciones viejas con techo de paja eran lo que predominaba en el lugar y desde los vidrios de las pequeñas casas se distinguí la crepitante luz de las chimeneas.
- Donde estamos Máximo? – pregunté bostezando y tirándome sobre el asiento nuevamente.
- En un pueblo de Averdeen – explicó con una sonrisa arrodillándose en el asiento y girando para quedar de cara a mi.
- En donde? – pregunté sin entender absolutamente nada
- En Averdeen, Escocia.
- Ahh… - lo pensé un segundo – QUÉ?! – chillé.
Era simplemente imposible, cuanto tiempo había estado dormida? No… no podía ser, no podía.
- Tranquila linda! – me calmó él riendo – Julieta te hablo de los saltadores no es así?
- Si… - musité en silencio – nos teletransportamos hasta aquí?
- Si… mientras dormías – explicó y miró mi ropa – te compré ropa adecuada a la situación… y al clima.
Se inclinó al costado y tomó una pila de ropa que luego me entregó con cuidado para no desarmarla. Miré las prendas, consistían en polerones, prilis, buzos de lana, sacos y una campera impermeable. Además de pantalones de licra oscuros y calzas y medias de lana. Y ropa interior…
- Max, porque compraste tanto? Con solo unos pantalones, una polera, un buzo y una campera alcanzaba! – protesté.
- Quería que tuvieras para elegir… - objetó con vos aniñada y me hizo un puchero.
- Pero… pero… por qué 3 conjuntos de ropa interior de Victoria’s Secret? – lo interrogué con el ceño fruncido
- Porque… porque… - comenzó pero lo interrumpí.
- Y porque uno es rojo con encajes negros, otro es negro con encajes y el otro es… oh! Adivina! – me quejé con sarcasmo – negro con una moña roja?! Porque todos son tan sexys Máximo?!
Me quedó mirando con rostro culpable.
- Es que a mi me gustaban esos… - susurró – y pensé que te iban a quedar lindos…
Mire los conjuntos una vez más… eran demostrativos, pero elegantes. Me gustaban mucho, él tenía buen gusto… por lo menos para la ropa interior de mujer.
- Bueno… como sea, con la ropa puesta no se ven… - dije y lo miré – gracias max…
Me miró haciendo pucheros y luego susurró con tono ofuscado:
- Yo pensé, que con todos los problemas que pasé comprándote esa ropa, por lo menos me ibas a hacer un pequeño desfile…. – me miró con esos ojos pervertidos que a veces ponía.
Lo miré con expresión de “WATH THE FUCK?!” y luego negué con la cabeza, definitivamente no haría de modelo de Victoria’s Secret con él.
- Mierda – dijo entre dientes y luego me miró con una sonrisa compradora – segura que no quieres?
- Segura – dije.
- Fuck… - susurró y luego me miró – bueno, abrígate con esa campera que voy a estacionar a Tigresa más cerca de la puerta de “The Luke’s Taberney”
- La taberna de luke?? Donde queda eso?
- Es el bar de enfrente… pero llueve demasiado como para cruzar en medio del diluvio… no me quiero mojar. – encendió el auto y se puso a maniobrar con el jaguar. – Kmi, te explico que todos en este pueblo conocen la existencia de los vampiros… aquí básicamente pasamos la mayoría del tiempo los vampiros que tenemos humanidad… los otros la pasan en el castillo que esta a unos kilómetros en las montañas.
- Entonces todos los que viven en el pueblo saben lo que son? – pregunté sin poder creerlo.
- Lo que somos Camila, no olvides que eres una de nosotros – estaciono y apagó el auto. Si, conocen la verdad, pero no nos delatan porque tenemos un contrato con ellos… nosotros no matamos a nadie en el pueblo y sus inmediaciones y ellos nos dejan vagar por aquí sin decir nada… pero las reglas ya están difusas y nos conocemos todos… es muy facil conocer gente aquí sabes? Todos son agradables…
- Genial… - exclamé y sonreí, se sentía bien saber que no era la única loca que era protectora de Vampiros.
- Ya ponte la campera! Le pediremos a Luke que te preste su escritorio para que te cambies… - sonrió y tomó la pila de ropa y la puso en una mochila roja con calaveritas negras.
- Linda mochila – comenté poniéndome la campera y acomodando mi pelo despeinado debajo de la capucha. – tengo que salir en pijama? No digas que es en serio…
- También te la compré – dijo cerrando los cierres – y si… igual nadie te va a decir nada.
- Ahh… encerio me compraste esa mochila?! Ay Máximo! Eres un gastador compulsivo! No quiero ni saber cuanto te costo eso…
- No te preocupes! – consoló con una sonrisa – tengo para comprar eso y mucho más… y además me encanta comprarte cosas – sonrió feliz y luego le quito el seguro a las puertas presionando un botón de la pantalla táctil. – vamos linda? Préndete la campera… de verdad, estamos en el norte de escocia y hay 9Cº…
- Si… asi que también estamos en invierno aquí?
- No… ahora es verano! – rió – no tienes idea del frio que hace aquí en invierno…
No mandamos al frío y a la lluvia, era verdad, afuera estaba congelante. Corrimos hasta la puerta de The Luke’s Taberney y pasamos. Dentro de la taberna el clima era cálido y muy cargado. La gente nos quedó mirando cuando entramos, pero enseguida volvieron a sus conversaciones y bebidas. Máximo me dio unos empujones y me guió hasta la barra del bar, ahí el tabernero se nos acercó con una sonrisa, era delgado, viejo, arrugado pero de cara amable y con risa contagiosa.
- Máximo! – exclamó y lo abrazó por encima de la barra – qué estás haciendo aquí?! Creí que habías ido a pasar un tiempo en sudamérica… a disfrutar de el calor.
- See… - respondió mi nene con sonrisa de bacán. – pero vine por asuntos personales – me señaló con la cabeza y el viejo tabernero posó mis ojos en mi. – Luke, ella es Camila…
- Tu… gemela? – preguntó el viejo mirando mi rostro de dormida.
- No, no es mi… gemela. Es amiga de Julieta, la semana pasada nos dimos cuenta de que es una media sangre
- En serio? – me observó de forma perspicaz – parece muy dosil…
Miré a mi nene con sarcasmo y él me correspondió la sonrisa mientras reí
- Jaja parece, porque no lo es para nada. – declaró Máximo – oye luke, me prestas el escritorio de arriba para que se cambie? La saqué de su casa en pijama…
- Si, claro! Pasa pasa…
Max me condujo por la taberna y luego por una escalera vieja y estrecha hasta una puerta de madera angosta y pequeña. Pasamos y me encontré en un ambiente cálido con la estufa de leña crepitando. Había un escritorio viejo en el centro y detrás de este había una biblioteca llena de libros. También había algunas fotos viejas, seguro de cuando Luke era joven…
- Te dejo que te cambies… luego baja si? – susurró y se me acercó.
- Está bien Max…
Dejó la mochila sobre el escritorio y tomó mi rostro entre sus manos. Sabía que este gesto me molestaba y enseguida bajó las manos hasta mi cuello, acariciando con sus dedos mi piel… lo miré idiotizada y muy enamorada. Sus manos se situaron en el cierre de mi campera y la desabrocharon con lentitud… el abrigo cayó por mis hombros al suelo y sus labios se posaron en los míos con suavidad. Mis dedos se fundieron en su pelo sedoso y lo tironearon un poco más cerca y luego descendieron por su espalda tironeando su campera hasta que estuvo en el suelo. Se separó y me miró algo sorprendido para luego empujarme hacia atrás y besarme otra vez, pegada a su cuerpo.
Unos minutos luego salió de la habitación y me dejó allí para que me cambiara. Quité toda la ropa y la esparcí por el piso para tener una visión adecuada de todo. Comencé a sacarme la ropa y el aire me puso la piel desnuda de mi cuerpo de gallina. Me puse el conjunto negro con encajes rojos y procedí a elegir el resto de la ropa… tal vez me vendrían bien la prili negra con… no, mejor la prili roja con la polera negra y esos pantalones azul oscuro levemente gastado con esos cancanes de lanita y…
- Camila, te pido algo para comer? – preguntó max irrumpiendo en la habitación.
Di un respingo increíble y lo quedé mirando algo pasmada. Él por su parte no actuaba como cualquier persona normal, saliendo de la habitación y cerrando la puerta… no, él se quedó ahí parado con la puerta abierta y mirándome con los ojos encendidos color anaranjado. Nos miramos en silencio por un segundo más y reaccioné que aún estaba en ropa interior.
- Max cierra la puerta y sal! – le grité intentando taparme con las manos.
- SI, SI – asintió él y cerró la puerta a gran velocidad, quedándose él dentro de la habitación.
Se recostó contra la puerta con los ojos encendidos mirándome. Yo por mi parte quedé mirándolo incrédula de lo que acababa de hacer.
- Máximo estoy en ropa interior sal! – exclamé pero se quedó muy quieto mirándome y bloqueando con su espalda la puerta.
Entreabrí los labios sin saber que decir o hacer, me sorprendía no tener ningún tipo de vergüenza estando con él mirándome así, no sentía vergüenza de estar semidesnuda delante de él, me parecía que hubiera estado así con él presente muchas veces antes. Me adelanté a él con pasos agiles y apoyé mis manos en sus brazos.
- Máximo sal de aquí ya! – le exigí empujándolo.
- No quiero – declaró mirándome con esos ojos libidinosos – no… no voy a salir.
- Que?! – estaba mal de verdad el hombre que tenía delante – Máximo sal ya! En este momento!
- No… - dijo con tranquilidad y negando con la cabeza.
- No?? Max te doy una cachetada! Dale andate! – chillé moviéndolo.
Se cruzó de brazos y comprendí que sería imposible que se fuera.
- NO ME VOY – declaró con firmeza y por el tono severo de su voz temblé ligeramente.
Miré el suelo apenada, hubiera sido lindo que él me hubiese respetado por lo menos en eso. Lo miré con los ojos algo vidriosos y me giré para vestirme lo más rápido que pudiera. Él me miraba con sus ojos desnudándome con la mirada y yo no lograba hacer nada. No avancé ni un paso cuando sus manos acariciaron mi vientre con ternura y una sonrisa dulce cruzó su rostro.
- Estás hermosa… - susurró y sus labios besaron mi hombro con suavidad. – te amo mucho… mucho… mucho.
El contacto con su piel erizaba la mía y él lo notaba, incluso parecía gustarle, no lo entendía, no entendía a mi nene para nada en ese sentido.
- Máximo – susurré con voz resignada – respétame por favor… respétame y sal de la habitación.
- No tienes que sentir vergüenza delante de mi… - susurró en mi oido abrazándome por atrás – yo no tengo vergüenza contigo… - sus labios buscaron mi cuello con lentitud y lo mordisquearon con cuidado.
- Ya lo sé Max, y yo no siento vergüenza… Mírame! No corrí a taparme con lo primero que encontré cuando entraste!
- Es cierto… - me aceptó suspirando con su boca sobre mi hombro – pero… entonces porque quieres que me vaya?
Lo pensé un minuto mientras él seguía recorriendo mi cuello con sus labios y sus dientes, dejaban una estela ardiente por donde pasaban que me ponían los bellos de punta. Mi piel estaba algo coloradita por sus mordiscos, sus dientes sobre mi piel no dolían para nada, eran más bien como una satisfacción que me entrecortaba la respiración. Intenté concentrarme un tanto en pensar una buena excusa… es que el problema era que sus ojos me miraban pidiendo cosas de mi que no podía brindarle… y además podía sentir como siempre lo complacía en todo lo que podía, siempre se salía con la suya. Sin ir más lejos, él me había pedido que modelara para él… yo me había negado… y como estábamos en ese momento? Él me tenía en ropa interior y entre sus brazos mientras mordía mi mandíbula, mi cuello, mi hombro y clavícula.
Sus dientes se internaron en mi piel y gemí.
- Lo siento… - masculló y luego pasó su fría lengua por el lugar donde sus dientes me habían dejado palpitando.
- Quiero que te vayas… porque… no sabía como explicárselo por lo que me giré y clavé mis ojos en los suyos con insistencia.
Esta acción costó algo puesto que no quería despegar sus labios de mi piel y su mirada descendía por mi cuerpo de forma libidinosa y sin ocultar interés. Cuando logré captar su atención sus ojos brillaban de un color naranja fluo impresionante, no entendía que le ponía los ojos de ese color tan particular, si era la situación, si era lo que se le estuviera pasando por la cabeza o solo era yo con mi ropa interior de encaje. No tenía una clara respuesta…
Pensé en todas las cosas que se me pasaban y se me pasaron por la cabeza momentos antes mientras lo miraba, si yo era capas de “leer” tantas cosas en las vetas de sus ojos, porque él no podría hacerlo con los míos? En cuanto vio la forma en la que mis ojos lo miraban se quedó muy quieto y su respiración se volvió tan silenciosa que no podía escucharla. Tomó mi rostro entre sus manos y esta vez no me quejé, porque lo hacía para tener mi mirada mas cerca de la suya.
Los escasos milímetros que separaban nuestros rostros eran como titánicos abismos que no podíamos cruzar, era como si yo estuviera tan lejos de mi cuerpo que no podría mover la mano para tocar su pálida mejilla. Sus ojos estaban dilatados mirando los míos tan obsesivamente que creí que habría mi cabeza y me quitaba el chip de la memoria para conectarlo a su cabeza y codificarlo todo… me estaba volviendo paranoica.
Rompió nuestro contacto visual con cuidado, y esa energía estática que nos mantenía inmóviles se detuvo, dejándome respirar con más tranquilidad haciendo pasar más aire a mis pulmones. Sus labios besaron mi frente con suavidad, tanta que creí que no me había tocado en verdad hasta que sentí el sonido crujiente de sus labios al besarme. Se alejó y salió de la habitación sin mirarme o decir una palabra… no podía creer que me hubiera consentido, no podía creer que hubiera salido.
Me vestí a gran velocidad con una sensación de vacio tremenda en el medio de mi pecho. Me puse la prili roja con la polera negra y un canguro a rayas rojas y negras encima. Me puse los cancanes de lanita y los pantalones strech azules oscuros gastados. En los pies me puse… Máx no me había dejado nada… así que me puse lo que tenia antes que eran mis botas rojas de gamuza altas que se ataban. Seguido de esto guardé y doble todo en su correspondiente orden y me colgué la mochila al hombro… wow! Pesaba, y mucho. Me tambalee algo, pero enseguida volví a mi equilibrio acostumbrado y tomé la campera impermeable con la mano libre. Abrí la puerta y recordé que mi cabello aun estaba revuelto, por lo que volví a entrar, deje la mochila en el suelo y me arreglé algo el pelo, por lo menos que quedara un tanto en orden. Luego bajé y mientras lo hacía busqué a Máximo con la mirada, estaba sentado en la barra conversando con Luke y otro hombre, el último más joven y de pelo corto. Charlaban animadamente mientras bebían el contenido de unas botellas de vidrio oscuro, como para que no se viera lo que había adentro… me pregunté si sería sangre.
Terminé de bajar las escaleras y me adelanté hasta Max, tenía los ojos color plomo avioletádo con una pisca roja… un color indescriptible. Me miró cuando llegué a su lado y luego me señaló al que estaba junto a él.
- Kmi, él es Sam… es un saltador de la guardia real, vino a buscarnos. – explicó Max mirando a el tal Sam.
- Hola! – me saludó estampándome un beso en la mejilla, su piel era fría, no tanto como la de max pero si más fría que la de will.
- Hola… - lo saludé con una sonrisa mientras lo observaba,
Su pelo era bien corto, rapado y oscuro, no podía identificar su color pero a decir verdad no me interesaba mucho saberlo, estaba un tanto más concentrada en la expresión sufrida que Máximo llevaba en el rostro. Aún así miré a Sam una vez más para comprobar lo varonil que era, parecería de veintitantos, con labios finos y tez blanca, su cara era algo redondeada pero seductora y firme. Notaba su ancha y prominente espalda debajo de su suéter de lana gris, deduje que era más bajo que Max, lo que conllevaba que fuera más macizo y no tan estilizado como mi nene, lo que no quería decir que mi hermoso adonis no tuviera musculatura… vaya que si la tenía! Y como me gustaba sentirla bajo mis manos…
- Kmi quieres algo para comer o ya podemos irnos? – preguntó mi lindo adonis mirándome directo al rostro.
- Vamos – susurré cuando sus ojos se clavaron en los míos y creí que me desmadejaría en el suelo clamando por sus labios… y sus dientes también…
Giré en mi cama y con facilidad me dormí, dormí profundamente hasta que algo o alguien me hizo saltar y desperté en un auto… si, en los asientos traseros de un auto…
Mi inteligencia actuó antes que cualquier célula de mi cuerpo. Había visto demasiadas películas donde alguien era raptado en un auto y cuando despertaba hacía un escándalo y lo dejaban inconciente… era más conveniente observar, pensar lo que hacer y luego accionar.
Cerré mis ojos despacio y respiré profundamente para identificar olores… Cuero… si, los asientos olían a cuero nuevo, por lo que supuse que no era cualquier auto gastado sino uno caro y algo nuevo que era mantenido limpio; se notaba que el propietario quería a su auto. Mis oídos detectaron el elegante ronroneo del motor… si, era un auto definitivamente cuidado y caro; en el auto nadie hablaba, todo se mantenía e silencio. abrí los ojos lentamente y detecté el espectacular tablero… una pantalla táctil en el centro y unas rendijas elegantes debajo, la guantera estaba bien oculta y parecía como si todo se prolongara con clase, el tablero y el manubrio eran negros… todo allí era color negro. No podía ver a mi captor puesto que una capucha verde seco como la campera que llevaba me tapaba su rostro. En mi posición solo lograba ver su mano derecha que estaba apoyada en el manubrio. Era una mano pálida, súper pálida y de aspecto frío, podía ver las mangas de un buzo de lana beige por debajo de la campera. Llevaba un Rolex en la muñeca, uno igual al de Max.
Lo pensé un segundo, bien podría ser él, por lo que hice un pequeño ruidito que solo un vampiro pudiera escuchar. Doblé la lengua dentro de mi boca cerrada y la hice sonar en conjunción con mi saliva. Era un sonido imperceptible. O no tanto…
El conductor se removió en su asiento y arrimó el auto, lo noté porque lo vi maniobrar hacia su derecha y descender la velocidad hasta el 0.
De repente se quitó la capucha y se giró para verme. Me tranquilicé demasiado al ver su rostro sonriente.
- Hola mi reina – me saludó Max con una sonrisa – lamento haberte sacado de tu cama… pero es necesario que Vladimir te conosca.
Lo miré extrañada y miré mi cuerpo, estaba en pijama… de seguro mi madre me había cambiado mientras dormía. Me senté en el asiento con las piernas cruzadas, como los indios alrededor de una hoguera. Miré hacia los costados mientras me revolvía un poco el pelo, los vidrios estaban muy empañados, por lo que procedí a inclinarme y despejarlo con la mano… su frío me dejó la mano doliendo y un panorama nuevo y desconocido se abrió ante mí.
Llovía con insistencia y estábamos detenidos en el cordón de una angosta calle adoquinada. Edificaciones viejas con techo de paja eran lo que predominaba en el lugar y desde los vidrios de las pequeñas casas se distinguí la crepitante luz de las chimeneas.
- Donde estamos Máximo? – pregunté bostezando y tirándome sobre el asiento nuevamente.
- En un pueblo de Averdeen – explicó con una sonrisa arrodillándose en el asiento y girando para quedar de cara a mi.
- En donde? – pregunté sin entender absolutamente nada
- En Averdeen, Escocia.
- Ahh… - lo pensé un segundo – QUÉ?! – chillé.
Era simplemente imposible, cuanto tiempo había estado dormida? No… no podía ser, no podía.
- Tranquila linda! – me calmó él riendo – Julieta te hablo de los saltadores no es así?
- Si… - musité en silencio – nos teletransportamos hasta aquí?
- Si… mientras dormías – explicó y miró mi ropa – te compré ropa adecuada a la situación… y al clima.
Se inclinó al costado y tomó una pila de ropa que luego me entregó con cuidado para no desarmarla. Miré las prendas, consistían en polerones, prilis, buzos de lana, sacos y una campera impermeable. Además de pantalones de licra oscuros y calzas y medias de lana. Y ropa interior…
- Max, porque compraste tanto? Con solo unos pantalones, una polera, un buzo y una campera alcanzaba! – protesté.
- Quería que tuvieras para elegir… - objetó con vos aniñada y me hizo un puchero.
- Pero… pero… por qué 3 conjuntos de ropa interior de Victoria’s Secret? – lo interrogué con el ceño fruncido
- Porque… porque… - comenzó pero lo interrumpí.
- Y porque uno es rojo con encajes negros, otro es negro con encajes y el otro es… oh! Adivina! – me quejé con sarcasmo – negro con una moña roja?! Porque todos son tan sexys Máximo?!
Me quedó mirando con rostro culpable.
- Es que a mi me gustaban esos… - susurró – y pensé que te iban a quedar lindos…
Mire los conjuntos una vez más… eran demostrativos, pero elegantes. Me gustaban mucho, él tenía buen gusto… por lo menos para la ropa interior de mujer.
- Bueno… como sea, con la ropa puesta no se ven… - dije y lo miré – gracias max…
Me miró haciendo pucheros y luego susurró con tono ofuscado:
- Yo pensé, que con todos los problemas que pasé comprándote esa ropa, por lo menos me ibas a hacer un pequeño desfile…. – me miró con esos ojos pervertidos que a veces ponía.
Lo miré con expresión de “WATH THE FUCK?!” y luego negué con la cabeza, definitivamente no haría de modelo de Victoria’s Secret con él.
- Mierda – dijo entre dientes y luego me miró con una sonrisa compradora – segura que no quieres?
- Segura – dije.
- Fuck… - susurró y luego me miró – bueno, abrígate con esa campera que voy a estacionar a Tigresa más cerca de la puerta de “The Luke’s Taberney”
- La taberna de luke?? Donde queda eso?
- Es el bar de enfrente… pero llueve demasiado como para cruzar en medio del diluvio… no me quiero mojar. – encendió el auto y se puso a maniobrar con el jaguar. – Kmi, te explico que todos en este pueblo conocen la existencia de los vampiros… aquí básicamente pasamos la mayoría del tiempo los vampiros que tenemos humanidad… los otros la pasan en el castillo que esta a unos kilómetros en las montañas.
- Entonces todos los que viven en el pueblo saben lo que son? – pregunté sin poder creerlo.
- Lo que somos Camila, no olvides que eres una de nosotros – estaciono y apagó el auto. Si, conocen la verdad, pero no nos delatan porque tenemos un contrato con ellos… nosotros no matamos a nadie en el pueblo y sus inmediaciones y ellos nos dejan vagar por aquí sin decir nada… pero las reglas ya están difusas y nos conocemos todos… es muy facil conocer gente aquí sabes? Todos son agradables…
- Genial… - exclamé y sonreí, se sentía bien saber que no era la única loca que era protectora de Vampiros.
- Ya ponte la campera! Le pediremos a Luke que te preste su escritorio para que te cambies… - sonrió y tomó la pila de ropa y la puso en una mochila roja con calaveritas negras.
- Linda mochila – comenté poniéndome la campera y acomodando mi pelo despeinado debajo de la capucha. – tengo que salir en pijama? No digas que es en serio…
- También te la compré – dijo cerrando los cierres – y si… igual nadie te va a decir nada.
- Ahh… encerio me compraste esa mochila?! Ay Máximo! Eres un gastador compulsivo! No quiero ni saber cuanto te costo eso…
- No te preocupes! – consoló con una sonrisa – tengo para comprar eso y mucho más… y además me encanta comprarte cosas – sonrió feliz y luego le quito el seguro a las puertas presionando un botón de la pantalla táctil. – vamos linda? Préndete la campera… de verdad, estamos en el norte de escocia y hay 9Cº…
- Si… asi que también estamos en invierno aquí?
- No… ahora es verano! – rió – no tienes idea del frio que hace aquí en invierno…
No mandamos al frío y a la lluvia, era verdad, afuera estaba congelante. Corrimos hasta la puerta de The Luke’s Taberney y pasamos. Dentro de la taberna el clima era cálido y muy cargado. La gente nos quedó mirando cuando entramos, pero enseguida volvieron a sus conversaciones y bebidas. Máximo me dio unos empujones y me guió hasta la barra del bar, ahí el tabernero se nos acercó con una sonrisa, era delgado, viejo, arrugado pero de cara amable y con risa contagiosa.
- Máximo! – exclamó y lo abrazó por encima de la barra – qué estás haciendo aquí?! Creí que habías ido a pasar un tiempo en sudamérica… a disfrutar de el calor.
- See… - respondió mi nene con sonrisa de bacán. – pero vine por asuntos personales – me señaló con la cabeza y el viejo tabernero posó mis ojos en mi. – Luke, ella es Camila…
- Tu… gemela? – preguntó el viejo mirando mi rostro de dormida.
- No, no es mi… gemela. Es amiga de Julieta, la semana pasada nos dimos cuenta de que es una media sangre
- En serio? – me observó de forma perspicaz – parece muy dosil…
Miré a mi nene con sarcasmo y él me correspondió la sonrisa mientras reí
- Jaja parece, porque no lo es para nada. – declaró Máximo – oye luke, me prestas el escritorio de arriba para que se cambie? La saqué de su casa en pijama…
- Si, claro! Pasa pasa…
Max me condujo por la taberna y luego por una escalera vieja y estrecha hasta una puerta de madera angosta y pequeña. Pasamos y me encontré en un ambiente cálido con la estufa de leña crepitando. Había un escritorio viejo en el centro y detrás de este había una biblioteca llena de libros. También había algunas fotos viejas, seguro de cuando Luke era joven…
- Te dejo que te cambies… luego baja si? – susurró y se me acercó.
- Está bien Max…
Dejó la mochila sobre el escritorio y tomó mi rostro entre sus manos. Sabía que este gesto me molestaba y enseguida bajó las manos hasta mi cuello, acariciando con sus dedos mi piel… lo miré idiotizada y muy enamorada. Sus manos se situaron en el cierre de mi campera y la desabrocharon con lentitud… el abrigo cayó por mis hombros al suelo y sus labios se posaron en los míos con suavidad. Mis dedos se fundieron en su pelo sedoso y lo tironearon un poco más cerca y luego descendieron por su espalda tironeando su campera hasta que estuvo en el suelo. Se separó y me miró algo sorprendido para luego empujarme hacia atrás y besarme otra vez, pegada a su cuerpo.
Unos minutos luego salió de la habitación y me dejó allí para que me cambiara. Quité toda la ropa y la esparcí por el piso para tener una visión adecuada de todo. Comencé a sacarme la ropa y el aire me puso la piel desnuda de mi cuerpo de gallina. Me puse el conjunto negro con encajes rojos y procedí a elegir el resto de la ropa… tal vez me vendrían bien la prili negra con… no, mejor la prili roja con la polera negra y esos pantalones azul oscuro levemente gastado con esos cancanes de lanita y…
- Camila, te pido algo para comer? – preguntó max irrumpiendo en la habitación.
Di un respingo increíble y lo quedé mirando algo pasmada. Él por su parte no actuaba como cualquier persona normal, saliendo de la habitación y cerrando la puerta… no, él se quedó ahí parado con la puerta abierta y mirándome con los ojos encendidos color anaranjado. Nos miramos en silencio por un segundo más y reaccioné que aún estaba en ropa interior.
- Max cierra la puerta y sal! – le grité intentando taparme con las manos.
- SI, SI – asintió él y cerró la puerta a gran velocidad, quedándose él dentro de la habitación.
Se recostó contra la puerta con los ojos encendidos mirándome. Yo por mi parte quedé mirándolo incrédula de lo que acababa de hacer.
- Máximo estoy en ropa interior sal! – exclamé pero se quedó muy quieto mirándome y bloqueando con su espalda la puerta.
Entreabrí los labios sin saber que decir o hacer, me sorprendía no tener ningún tipo de vergüenza estando con él mirándome así, no sentía vergüenza de estar semidesnuda delante de él, me parecía que hubiera estado así con él presente muchas veces antes. Me adelanté a él con pasos agiles y apoyé mis manos en sus brazos.
- Máximo sal de aquí ya! – le exigí empujándolo.
- No quiero – declaró mirándome con esos ojos libidinosos – no… no voy a salir.
- Que?! – estaba mal de verdad el hombre que tenía delante – Máximo sal ya! En este momento!
- No… - dijo con tranquilidad y negando con la cabeza.
- No?? Max te doy una cachetada! Dale andate! – chillé moviéndolo.
Se cruzó de brazos y comprendí que sería imposible que se fuera.
- NO ME VOY – declaró con firmeza y por el tono severo de su voz temblé ligeramente.
Miré el suelo apenada, hubiera sido lindo que él me hubiese respetado por lo menos en eso. Lo miré con los ojos algo vidriosos y me giré para vestirme lo más rápido que pudiera. Él me miraba con sus ojos desnudándome con la mirada y yo no lograba hacer nada. No avancé ni un paso cuando sus manos acariciaron mi vientre con ternura y una sonrisa dulce cruzó su rostro.
- Estás hermosa… - susurró y sus labios besaron mi hombro con suavidad. – te amo mucho… mucho… mucho.
El contacto con su piel erizaba la mía y él lo notaba, incluso parecía gustarle, no lo entendía, no entendía a mi nene para nada en ese sentido.
- Máximo – susurré con voz resignada – respétame por favor… respétame y sal de la habitación.
- No tienes que sentir vergüenza delante de mi… - susurró en mi oido abrazándome por atrás – yo no tengo vergüenza contigo… - sus labios buscaron mi cuello con lentitud y lo mordisquearon con cuidado.
- Ya lo sé Max, y yo no siento vergüenza… Mírame! No corrí a taparme con lo primero que encontré cuando entraste!
- Es cierto… - me aceptó suspirando con su boca sobre mi hombro – pero… entonces porque quieres que me vaya?
Lo pensé un minuto mientras él seguía recorriendo mi cuello con sus labios y sus dientes, dejaban una estela ardiente por donde pasaban que me ponían los bellos de punta. Mi piel estaba algo coloradita por sus mordiscos, sus dientes sobre mi piel no dolían para nada, eran más bien como una satisfacción que me entrecortaba la respiración. Intenté concentrarme un tanto en pensar una buena excusa… es que el problema era que sus ojos me miraban pidiendo cosas de mi que no podía brindarle… y además podía sentir como siempre lo complacía en todo lo que podía, siempre se salía con la suya. Sin ir más lejos, él me había pedido que modelara para él… yo me había negado… y como estábamos en ese momento? Él me tenía en ropa interior y entre sus brazos mientras mordía mi mandíbula, mi cuello, mi hombro y clavícula.
Sus dientes se internaron en mi piel y gemí.
- Lo siento… - masculló y luego pasó su fría lengua por el lugar donde sus dientes me habían dejado palpitando.
- Quiero que te vayas… porque… no sabía como explicárselo por lo que me giré y clavé mis ojos en los suyos con insistencia.
Esta acción costó algo puesto que no quería despegar sus labios de mi piel y su mirada descendía por mi cuerpo de forma libidinosa y sin ocultar interés. Cuando logré captar su atención sus ojos brillaban de un color naranja fluo impresionante, no entendía que le ponía los ojos de ese color tan particular, si era la situación, si era lo que se le estuviera pasando por la cabeza o solo era yo con mi ropa interior de encaje. No tenía una clara respuesta…
Pensé en todas las cosas que se me pasaban y se me pasaron por la cabeza momentos antes mientras lo miraba, si yo era capas de “leer” tantas cosas en las vetas de sus ojos, porque él no podría hacerlo con los míos? En cuanto vio la forma en la que mis ojos lo miraban se quedó muy quieto y su respiración se volvió tan silenciosa que no podía escucharla. Tomó mi rostro entre sus manos y esta vez no me quejé, porque lo hacía para tener mi mirada mas cerca de la suya.
Los escasos milímetros que separaban nuestros rostros eran como titánicos abismos que no podíamos cruzar, era como si yo estuviera tan lejos de mi cuerpo que no podría mover la mano para tocar su pálida mejilla. Sus ojos estaban dilatados mirando los míos tan obsesivamente que creí que habría mi cabeza y me quitaba el chip de la memoria para conectarlo a su cabeza y codificarlo todo… me estaba volviendo paranoica.
Rompió nuestro contacto visual con cuidado, y esa energía estática que nos mantenía inmóviles se detuvo, dejándome respirar con más tranquilidad haciendo pasar más aire a mis pulmones. Sus labios besaron mi frente con suavidad, tanta que creí que no me había tocado en verdad hasta que sentí el sonido crujiente de sus labios al besarme. Se alejó y salió de la habitación sin mirarme o decir una palabra… no podía creer que me hubiera consentido, no podía creer que hubiera salido.
Me vestí a gran velocidad con una sensación de vacio tremenda en el medio de mi pecho. Me puse la prili roja con la polera negra y un canguro a rayas rojas y negras encima. Me puse los cancanes de lanita y los pantalones strech azules oscuros gastados. En los pies me puse… Máx no me había dejado nada… así que me puse lo que tenia antes que eran mis botas rojas de gamuza altas que se ataban. Seguido de esto guardé y doble todo en su correspondiente orden y me colgué la mochila al hombro… wow! Pesaba, y mucho. Me tambalee algo, pero enseguida volví a mi equilibrio acostumbrado y tomé la campera impermeable con la mano libre. Abrí la puerta y recordé que mi cabello aun estaba revuelto, por lo que volví a entrar, deje la mochila en el suelo y me arreglé algo el pelo, por lo menos que quedara un tanto en orden. Luego bajé y mientras lo hacía busqué a Máximo con la mirada, estaba sentado en la barra conversando con Luke y otro hombre, el último más joven y de pelo corto. Charlaban animadamente mientras bebían el contenido de unas botellas de vidrio oscuro, como para que no se viera lo que había adentro… me pregunté si sería sangre.
Terminé de bajar las escaleras y me adelanté hasta Max, tenía los ojos color plomo avioletádo con una pisca roja… un color indescriptible. Me miró cuando llegué a su lado y luego me señaló al que estaba junto a él.
- Kmi, él es Sam… es un saltador de la guardia real, vino a buscarnos. – explicó Max mirando a el tal Sam.
- Hola! – me saludó estampándome un beso en la mejilla, su piel era fría, no tanto como la de max pero si más fría que la de will.
- Hola… - lo saludé con una sonrisa mientras lo observaba,
Su pelo era bien corto, rapado y oscuro, no podía identificar su color pero a decir verdad no me interesaba mucho saberlo, estaba un tanto más concentrada en la expresión sufrida que Máximo llevaba en el rostro. Aún así miré a Sam una vez más para comprobar lo varonil que era, parecería de veintitantos, con labios finos y tez blanca, su cara era algo redondeada pero seductora y firme. Notaba su ancha y prominente espalda debajo de su suéter de lana gris, deduje que era más bajo que Max, lo que conllevaba que fuera más macizo y no tan estilizado como mi nene, lo que no quería decir que mi hermoso adonis no tuviera musculatura… vaya que si la tenía! Y como me gustaba sentirla bajo mis manos…
- Kmi quieres algo para comer o ya podemos irnos? – preguntó mi lindo adonis mirándome directo al rostro.
- Vamos – susurré cuando sus ojos se clavaron en los míos y creí que me desmadejaría en el suelo clamando por sus labios… y sus dientes también…
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pasense por ..::Way Back Into Love::.. que ya publicamos otro cap! soloapreten el boton de arriba para entrar o pongan en su barrita: http://waybackintolovewithyou.blogspot.com/ pasense pasense y COMENTEN AQUI Y EN WAY BACK INTO LOVE PLIIISSS!!!
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PLIIIISSS GRAX!
Modelo de ropa interior... Que risa jajajaaja por mi no te preocupes...me hace gracia el max pervertido XD
ResponderEliminarque fresquito por Escocia... Y yo a 30 grados en pleno verano XD
hola!!
ResponderEliminarme encanto el cap,
me agrada Max,
aunque me gustaria
que hubiera pelea aunque sea pequeña
entre otro pretendiente jiji:D
(que no incluya a will) plis:):)
publika pronto porfa
oola!! ^^
ResponderEliminara mi me gusto el kapitulo
jaja el max pedofilo
pero ekiz
tu eres la autora! tu decides ke va a pasar ^^
por mi se keda asi
pero si kieres kambiarlo, kambialo, no problem
^^
ke padre! skocia! a 9 grados en verano?? dios en donde vivo he llegado a 43 grados!! pero komo mi clima es humedo, es peor, pke no es solo kalor, calor humedo!! -.- es mui mui feo :/
pero bueno, no vine a hablar sobre el clima de mi estado xD
jajajaja
me sali de tema :$
bueno tu kapitulo me gusto
publika pronto plzz
cuidate!!
bye!!