Vladimir se sentó en su trono de oficina y me miró. Chasqueó la lengua y desvié su mirada hacia un lado, para que había traído a su hijo? No lo comprendía. La mano de max sobre mi pierna se movió un poco hasta tomar mi mano con delicadeza. Lo amaba, lo amaba tanto que hasta dolía sentir como el aire corría entre nosotros. Mi corazón era tan dependiente de él como mi cuerpo del aire, odiaba verlo angustiado, frustrado, solo deseaba verlo feliz cada segundo de su eterna vida… Sentir la seguridad de sus extremidades rodeándome y su frente apoyada en mi espalda eran casi el cielo en la tierra. A veces pensaba que me hubiera gustado que el sintiera exactamente lo mismo conmigo, pero como tener la seguridad? Sería facil inmiscuirme en su mente, pero prefería morir con la duda a violar la privacidad de sus pensamientos.
Su respiración fría era pausada y llena de temple, estaba cansado, suponía yo. No… cansado no, agotado, si… esa era la palabra correcta.
- Me quiero dormir… - masculló mi niño con esa voz tan propia de él y yo me derretí al instante. el tono remolón era el que siempre usaba cuando se acostaba en mi camita y me abrazaba, permaneciendo en silencio con los ojos cerrados.
Creí que si en ese momento no acunaba su cabeza contra mi pecho para que estuviera más cómodo iba a morir, pero no me permitía estar tan amorosa con él delante de todo el mundo. Giré un milímetro para por lo menos ver su hermoso rostro. Pero sus manos firmes me lo impidieron deliberadamente. Me quedé quieta y miré a Vladimir, parecía que las cosas estaban bastante suspendidas y nosotros no contábamos con mucho tiempo de sobra.
- Decidimos que Máximo va a adoptarme – dije intentando que la voz no me temblara algo.
- Genial – dijo Vlad y lo tecleo en su netbook. – vamos a imprimirlo… - masculló y a los segundos la hoja salía de una impresora disimulada debajo del escritorio. Vladimir me tendió la hoja, era simple con letras negras.
- Max, tienes que firmar – dije moviendo su mano que hasta entonces descansaba sobre la mía.
- Que? Que?! – se removió con violencia y casi me tira al piso, pero me agarré a tiempo del borde de su pantalón y me salvé. – uh… lo siento kmi! – se disculpó besando mi mejilla con ternura – me dormí… - puso su mejor sonrisa de “yo no hice nada” y luego se estiró conmigo encima de él para tomar una lapicera. – kmi…me la alcanzas?
- Si amor… ehmm max – me corregí y sentí como mis mejillas se encendían de la vergüenza, en especial por el tono meloso y complaciente con el que había dicho las primeras 2 palabras,
Estiré el brazo y tomé un bolígrafo plateado que parecía de metal. Se lo alcancé a mi niño y él me miró con una tierna sonrisa y luego plantó sus labios sobre mi mentón algo divertido. Esa fue la primera vez que vi su firma, era bastante estilizada comparada con sus ganchos normales a los que llamaba letras. La miré en silencio notando el cuidado y la determinación con la que dibujaba los trazos, como convenciéndose de que la decisión que tomaba era la adecuada. Apoyé mi mano en la mesa por inersia y la suya, en cuanto estuvo libre de la pluma abrazó la mía con su frío calcinante. Su piel era muy pálida y fría comparada con la mía, que debajo de la suya parecía muy pequeña. Él miró nuestras manos con curiosidad…
POR DIOS! Como deseaba poder estar lejos de aquel lugar! No importaba donde, solo quería estar con mi niño en silencio, acunando su cabeza en mi pecho y sus brazos rodeándome el torso. Lo miré a los ojos, con los míos desbordados de suplicas por que nos largáramos de ahí. Me miró haciéndose el firme pero su mirada apenada lo delató, él también quería irse y no podía negarlo, pero tampoco quería aceptarlo… que complicado que era ese hombre!
- Benja, te animas a mostrarle a Camila el castillo por favor? – preguntó el padre del chico con tono amable y sugerente, se miraron 2 segundos a los ojos y el adolescente asintió con la cabeza.
Las manos de max que en ese momento se posicionaban a cada lado de mis caderas me apretaron al punto que reprimí un gemido de dolor, por qué me había apretado asi? Lo miré con los labios apretados y el ceño fruncido… no quería que saliera de la habitación. La pregunta de Vladimir hacia su hijo era la campanada que dictaba que no me quería en el medio de la conversación que se venía. Entendía con facilidad que no me quería ahí para lo que fuera a hacer o hablar con Máximo… respetaba su derecho a hablar con mi niño y por eso evité con dificultad la mirada de Max y con más dificultad aún desprendí sus dedos de mi cadera… me apretaban tanto sujentándome que estaba demasiado claro que en la mañana las marcas de sus dedos estarían de un tono morado, sabía que no lo hacía a propósito, y si lo hacia, tampoco me importaba demasiado porque con las semanas había aprendido a apreciar en algo el dolor… lo soportaba en silencio por mi propia elección.
Sus manos aflojaron algo luego de mi segundo intento y al momento siguiente me había soltado, supuse que había notado la presión con la que me mantenía amarrada a él… me paré, sin antes tambalearme en silencio con la mano de max que en menos de lo previsto me había tomado del antebrazo por si me caía de verdad, siempre era demasiado cuidadoso. Me miró con su mirada color morado claro… conocía ese color, estaba cómodo, con personas que lo querían y lo hacían sentir bien, pero aún así… había algo que lo estaba preocupando, volvía a apreciar en sus ojos ese atisbo de dolor, de culpa… me desentendí de él y soltó mi brazo, pero antes de salir de la habitación escoltada por ese rubio pedante, pasé el dorso de mi mano por su mejilla helada y con pasos livianos salí de la habitación. Primeramente me quedé un segundo parada fuera del escritorio mirando la puerta con un dejo mutacional. Después miré a Benjamin y me aproximé a él en silencio.
Me dedicó una mirada y comenzó a caminar por el largo pasaje, cuantos metros tendría de ancho? Demasiados como para catalogarse de pasillo… seguí al adolescente y recién ahí me fije en lo que llevaba puesto… “eso” no era un príncipe tradicional… al igual que su padre, tenía el cabello revuelto y algo enredado. Sus jeans estaban muy gastados y en los bordes, por donde se asomaban unos lindos DC blancos y azules, el pantalón estaba rotoso y pisoteado. Sobre la rodilla detecte más de 1 desgarrón en el pantalón que dejaba ver algunos retazos de sus pálidas y atléticas piernas. Llevaba una campera de algodón azul eléctrico que en algunas partes tenía pequeñas manchas visibles de pintura de distintos colores… no quise siquiera fijarme en lo que llevaba debajo de la campera entreabierta.
Se despeinó el cabello como por quinta vez antes de dirigirme la palabra titubeante. Recuerdo bien el momento, me había detenido unos momentos a mirar por un enorme ventanal de uno de los salones por los cuales me guiaba sin pronunciar sonido:
- Yhmm… primera vez en averdeen verdad? – escuché en silencio como se había acercado hasta estar parado a mi lado.
- Si… - asentí mirándolo de refilón.
- Te gusta el lugar? – preguntó con un tono imposiblemente amable para una persona como la que Julieta me describía.
- Bonito… - asentí otra vez suavizando el tono seco de mi voz, no quería tratarlo mal si el no me maltrataba a mi
- Si, pero es una lastima que no hayas podido verlo durante el día – dijo con una tierna sonrisa – por esta ventana siempre se ven hermosos atardeceres y… - se acercó más hasta que tuvimos los hombros pegados y señaló un punto a lo lejos apoyando su dedo en la ventana – ves? En el horizonte… desde aquí se pueden ver las lindes del bosque y un poco más lejos, a veces cuando hay sol se ve el brillo del agua del río que cruza la maleza… es muy hermoso…
Sonrió de forma admirable frente a mi rostro desconfiado y me tomó por el antebrazo con ligereza.
- Pero ven… no creo que tengamos mucho tiempo y la verdad es que hay mucho que ver! – sonrió de forma adorable y respetuosamente me tironeo, guiándome por salones y pasillos.
Me dejé llevar en silencio, aún confiaba en el juicio que Julieta había hecho de él; aunque pensé que tal vez tendría que hacer un juicio propio… no parecía pedante o nada por el estilo. Me mostró el lugar donde vivía, su casa, incluso me dio un lindo paseo por los distintos pasajes y me los nombró todos: el de la planta baja, donde se ubicaba el escritorio del rey, de llamaba “El Pasaje de Romeo” su madre, la reina, lo había llamado así, porque por lo general, cuando una pareja se casaba en el castillo, el novio siempre se cambiaba en el escritorio del rey… el del segundo piso se llamaba “El Pasaje de los Sueños” porque ahí es donde se encontraban los dormitorios de los vampiros que habitaban el castillo… el del tercer piso se llamaba “el pasaje del arte” porque en aquel lugar se guardaban y se mostraban las obras de arte de los vampiros, ya fueran esculturas, pinturas, sonetos o lo que fuera! Allí se guardaba! Y luego el del cuarto y ultimo piso, se llamaba “Él pasaje de la Noche Eterna” porque allí, era donde pasaban las cosas mas… las que necesitaban censura, en otras palabras, ademas ahí estaba uno de los áticos del lugar. Me dejé maravillar por sus encantos y descubrí que en realidad era muy agradable, demasiado agradable y amigable… además nos llevábamos de las mil maravillas, lo sentía casi como hablar con un hermano. Era en verdad muy cool.
Se acercaban las 4 y media de la mañana cuando conocí a 2 vampiresas más, primero, a la reina Eugenè (que me calló demasiado mal) y a Agatha (que también me calló mal). Primeramente, conocí a la reina.
Estaba bromeando con benjamín en uno de los pasillos, reíamos animadamente cuando una mujer se aclaró la garganta detrás de nosotros. Nos giramos y en seguida el chico se quedó callado y yo también. La miramos en silencio, esa imagen merecía respeto… pero solo su imagen, el contenido de la persona, su personalidad y mentalidad eran en verdad despreciables.
Su rubio y platinado cabello estaba peinado en miles de trenzas cosidas que terminaban por debajo de su cintura. Tenía la nariz pequeña y respingada, unos labios relativamente finos y ojos color turquesa. La encontré muy parecida a Brenda, es más, la única diferencia entre ellas eran sus ojos y que, las facciones de la reina eran más delicadas, más al estilo porcelana, fría… tenían toda la pinta de esa delicadeza frívola, incluso cruel en algún punto.
- Desde cuando hablas con la comida benjamín? – le preguntó la mujer con tono condescendiente.
- Disculpe… no soy comida – dije intentando parecer educada.
Me miró de costado, de forma sobradora e hizo de cuenta que no me había escuchado. Miró a su hijo inmutable y repitió:
- Y…? desde cuando hablas con la comida?
- Ma… - comenzó su hijo, pero no me resistí y lo interrumpí.
- Le repito, no soy comida – corregí con tono monótono, pero que era firme.
La mujer me miró fijamente y con una de sus manos se acomodó la corona que descansaba sobre su cabeza… miré algo deslumbrada esa corona hecha enteramente de diamante… pero no era algo común, o sea, era una corona labrada y tallada de una misma piedra. Me estaba intimidando,,,
“maldita mujer, que se piensa que es?!”
La miré con cara de asesina serial, fijando mis ojos en los suyos.
- Sabes con quien hablas? – preguntó ella endureciendo su tono.
- Tengo entendido que usted es la madre de benja… - respondí con una sonrisa falsa.
- Benjamín, su nombre es Benjamín y le debes el respeto apropiado a su posición. – me corrigió.
- Bueno, ahí está el problema… - miré a benjamín, parecía tranquilo e imparcial – él es un adolescente normal, al que no conozco lo suficiente como para deberle nada más de lo que él me ha demostrado. Además, él es príncipe de los vampiros, y lamento decirle que soy muy humana, su titulo a mi no me abarca. – expliqué con tranquilidad.
- Bueno, pero a mi si me lo debes! – exigió a mujer endureciendo los músculos del rostro.
- Por? – pregunté con rostro extrañado.
- Porque soy REINA! Por eso! – me miró como si fuera un ser muy inferior – esa palabra… R-E-I-N-A, 5 letras… la conoces? Los de tu especie son bastante… pobres de pensamiento.
Sonreí de forma burlona… que mujer más idiota, su ignorancia e indiferencia me sorprendían, pero era tan grave que me daba mucha gracia. Me reí cuando por un momento pensé en sus palabras.
- Evidentemente, los títulos no vienen acompañados de inteligencia… - comenté entre risas – ya, en serio – dije poniéndome seria – usted cree que puedo tenerle respeto a una persona que me trata como un ser inferior? – pregunté poniendo los brazos en jarras – una pista: NO.
La mujer me miró sorprendida por algo que había dicho.
- Qué dijiste…? – musitó
Unos brazos que reconocía muy bien me abrazaron por atrás.
- Esa es mi frase ladrona! – exclamó Max con una sonrisa alegre.
Sus labios besaron mi mejilla sonoramente.
- así que ya te estás portando mal eh? – preguntó sin soltarme.
- Aprendí del mejor – le objeté con una sonrisa
Sonrió como si le hubiera hecho un cumplido y me apretó más contra su cuerpo. Le dediqué una mirada a Eugenè y noté que se encontraba muy incomoda mirando a mi Máximo. Mi niño dirigió su mirada hacia donde yo veía y sentí como todos sus músculos se tensaban de incomodidad. Se paralizó mirándola.
- Eugenè… - musitó él algo pasmado.
- Máximo… - susurró ella en respuesta.
Benjamín y yo nos miramos sin comprender nada y luego clavamos nuestros ojos en los 2 adultos. Sentí una gran angustia que no era mía en verdad y me pregunté con el aire contenido dentro de mis pulmones si en alguna parte del mundo mi gemelo estaría sufriendo…
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ese fue el capiii!!!! ya les dije que este cap va a ser muuyyyy largo!!! es que es descicivo... cmo sea, ojala lo hayan disfrutado! disculpen! pero no podia publicar antesss!!! ashhh que desesperacion que tenia! pero no me andaba el modem y eso fue una desgracia.... u.u
como sea, eso ya pasoooo!!!
ashhh!!! les quiero decir! pero no me aguanto! bueno... Eugenè fue una persona importante de max... porque es su ex! si! en el prox cap explica todooo.... pero ES SU EX.
beeesoooosss las quierooo!
Maximo salio con la reina??? que fuerte!!!XD jaja
ResponderEliminarA mi tambien me cae mal la reina...
A saber de lo que habran hablado Max y Vlad...
Bueno, quiero mas!!!! =D
ooo te quiero matar ...jajaja
ResponderEliminarpero me dejarias kon la duda jiji
bueno plis publika pronto
porfa...benja es muy lindo
habra algo ente ellos?? bueno
bye plis publika pronto
Siguelaa plis Max y la reina :o que fuerte ^^
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