Doblé la hoja y levanté la vista. Paula seguía embelesada y will con cara de susto y con los músculos con intención de escape-…
- No va a comerte… - le dije – tal vez te muerda un poco, pero nada grave… - me reí con maldad y el me miro con miedo.
Lo pensé un poco, si me quería acercar a esteban, no podía estar tan cerca de will… y los rumores corrían… esteban los oía… y ellos, indefectiblemente, morirían. Tragué saliva dirigiendo todo ese problema que me ahogaba, pero yo me había metido en esto, yo tendría que solucionarlo.
Una última aparición juntos no le hace mal a nadie…, pensé parándome. Con pasos dudosos caminé hasta will, quien me recibió con los brazos abiertos. Me recosté contra su pecho frío y me rodeo con los brazos, me sentí como algo parecido a una heladera, pero no era taaaannnn frío. Por encima del brazo de él logré ver a Paula mirándonos sonriendo, luego se dio media vuelta y se fue. Genial, ahora tendría que borrar esto de la mejor forma posible… se me venía ocurriendo una idea bastante lograda, pero tendría que… me resistía, pero era la única posible.
Me separé de will llena de determinación y él me miró extrañado.
Ay… como me va a costar esto…, pensé mientras mi mano iba en una trayectoria perfecta a su rostro.
La cachetada resonó en la habitación, sorprendentemente expectante. Me había pasado y le había pegado muy fuerte… pobre will, no se lo merecía. Su reacción, demasiado verdadera y atónita como para ser fingida: se tocó la mejilla con la mano mientras me miraba con sus ojitos celestes, estaban e verdad redondos, como los de un perrito mojado y con frío. Abrió la boca, aunque de ella no salió ningún sonido. Me dio mucha pena, pero enfrascada en mi papel como estaba, no tenía espacio para errores.
- No se te ocurra! – le grité con voz furiosa y apuntándolo con el dedo – No. Digas. Nada!
- Qué hice? – preguntó atónito y con su mano cubriendo su mejilla.
- Qué qué hiciste?! – gruñí aparentando un gran enojo demasiado bien fingido – ESTUPIDO! – le grité y salí corriendo de la clase, me interné en la mía y me senté al lado de Julieta unos segundos.
- Te escuché – masculló – debo interpretar que mi hermano es un idiota que no notó algo muy importante???
- No no, solo dile que no es nada personal… - musité viendo enfrente, como si lo que le dijera no fuera en verdad importante.
- Nada personal? – garabateo algo fingiendo no prestarme atención, Gabriel desde la otra esquina de la clase nos observaba con cautela. – eso no sonó exactamente así…
- No puedo explicarlo ahora, que will te cuente luego, es complicado… - frené porque la profesora de la siguiente clase entró con un gran estruendo. – después hablamos…
…
Entré a casa cantando una canción que había escuchado en la radio. Cerré la puerta con llave tras de mi y abrí las ventanas, no importaba que estuviera la casa helada, pero no podía estar sin las ventanas abiertas, me ponía histérica. Llamé a mi madre para avisarle que había llegado a casa y me metí en el baño para darme una ducha bien caliente. Demasiado buena, me aflojó todas las tensiones. Cuando salí de la ducha envuelta en un toallón me vi al espejo, tenía el pelo alborotado y empapado y la piel despedía un vapor tremendo, como si ardiera. Me acerqué a la puerta para dirigirme al cuarto y tomé el pestillo con una mano, estaba helado. Empujé con fuerza, pero estaba como trabada. Algo demasiado raro. Hice el mismo procedimiento de antes, pero esta vez empujé con el costado del cuerpo y tomando impulso, solía derribar a mucha gente de esa forma cuando estaba en un equipo de Hándbol. Sentí una exhalación del otro lado de la puerta…
Tomé un paso de carrera y empujé la puerta una vez más mientras me daba otro temblor de miedo.
- Tranquila! – gritó una voz al otro lado – no empujes! De donde sacas toda esa fuerza?
Escuché mejor para reconocer la voz.
- Soy will… - dijo la voz.
Me quedé en blanco por un momento mientras buscaba la forma de zafar de ese escrache: yo saliendo del baño en toalla y él mirando adelante…
- Ve a la cocina! – atiné a exclamar – ahora.
Esperé unos segundos y entreabrí la puerta, no estaba. Corrí hasta mi cuarto, entré y cerré la puerta. Muerta de frío, abrí el ropero y busqué algo lindo que ponerme. No encontraba nada! Me decidí por unos pantalones entubados de un tono azul muy oscuro, mis botitas grises con flaquitos que iban por afuera del pantalón una polera roja y un buzo deportivo gris por arriba. Me peiné o intenté hacerlo, por lo menos lo dejé bastante decente.
Salí de la habitación y caminé hasta la cocina, donde will me esperaba mirando por la ventana abierta.
- Como entraste? – pregunté sacando la jarra de leche de la heladera.
- La ventana – la señalo – estaban todas abiertas.
- Leíste la carta? – saqué el fracaso del café en polvo y el azúcar de los gabinetes y los apollé-e en la mesada.
- Mjm – asintió sin ganas – después de leerla lo entendí todo. Felicitaciones, hasta yo me creí el teatrito…
- Gracias – musité sacando una taza y una cuchara del escurridor – me dolió pegarte. Perdón.
- No hay drama… igual no me dolió…
Eso si que me llamó la atención, todo el problema de agarrarse la cara y todo… pero no le había dolido??? NO NO.
- Entonces, por qué te tocaste la cara con la mano?? – lo miré con una ceja alzada y luego vertí 2 cucharadas de café en polvo en la taza seguida de 2 de azúcar.
- Porque creí que no me querías… - se sobresaltó y se removió incomodo – ehmm… eehh hace de cuanta que no escuchaste eso… creí que estabas enojada conmigo.
Me quedé sin nada que decir, pero por lo menos por él debía hacer el esfuerzo de ignorar sus palabras, claro que la pregunta que elegí para hacerle no era la más correcta…
- Por qué tan decaído?? Hoy de mañana no estabas así…
- No se… a la mañana nadie me había golpeado, gritado y hecho creer que me odiaba…
Comprendí la indirecta de una, era mi culpa… pero entonces, que ya sabía todo, no era injustificable que siguiera con ese humor? Tomé la taza con café y me senté a la mesa frente a will.
- …y también cuando leí la parte de Paula… tanto se nota que me gustas? – porsiguió hablando como si nada… por mi parte, me atraganté con el café humeante. Eso me había tomado desprevenida. – tampoco quiero fingir que no me pasa nada… - me sonrió.
- Qué? – pregunté fingiendo un poco de ánimos cuando en realidad estaba un poco preocupada por los sentimientos de will, o sea, no podía negar que will me parecía terriblemente atractivo, pero no era lo que YO necesitaba… bueno, ni siquiera yo tenía idea de lo que necesitaba, lo que nos dejaba en NADA.
- No sé, es facil hablar contigo – se encogió de hombros y se inclinó un poco hacia delante.
- Y por qué iba a ser difícil?? – le pregunté luego de probar la temperatura del café con los labios.
- Porque… deja, no importa, te vas a reír…
- Dale, contame
- No
- Ahora, dale
- No
- Will… - no me podía dejar así con esa duda!
- No
- Te vas de mi casa! – exclamé señalando la puerta en posición amenazante.
- Bueno! – dijo en voz alta – tu ganas, soy cursi! Ok?
Me decepcionó bastante.
- Ese era el problema? – mascullé luego de tomar otro trago de café.
- Si! Después piensan que soy gay! – otra vez se pone histérico… - y no! NO ES ASÍ!
- Yo sé que no sos gay… - traté de calmarlo, pero me tenté demasiado y no pude evitar jugarle la bromita… - porque… no sos no?
- NO! – gritó histérico – NO, NO, NO!!!
Me tenté de la risa y comencé a reírme sin tener un control muy claro. Esto se sucedió por varios minutos, yo muriendo de la risa y William mirándome con cara resentida. Me calmé poco a poco, hasta que solo nos mantuvimos en silencio.
- Me parece bien lo de guardar distancias… - dijo sin ninguna expresión.
- A mi también. No es lo que quiero pero… es lo que hay.
Él asintió con desgano y se envolvió en un inmóvil mutismo, ni siquiera podía distinguir su respiración. Yo por mi parte, vacié la taza de café en cortos tragos. Pasaron los minutos, habrán sido 20, y el joven vampiro seguía metido en su extraño trance, no quince molestarlo… pero no e aguanté mucho en verdad.
- Te quiero mucho will, pero me molesta que no compartas conmigo lo que…
Seguía sin moverse o sin respirar: una estatua viviente.
- … sientes. – susurré lo último de forma imperceptible.
Me enojé y no lo aguanté más. O sea, se metía en mi casa, era mi mejor amigo, lo apoyaba en todo, trataba de hacerlo feliz de la manera en que podía aunque a veces ignoraba lo que yo sentía y encima no me hablaba?! Solo se quedaba sentado ahí mirándome y nada más?! NO. Me levanté llena de determinación y fui a mi cuarto a ponerme una campera abrigada, de seguro afuera hacía frío. Me aproximé a la puerta de salida, pasando por la puerta de la cocina, will seguía quieto ahí. Mierda. Salí del apartamento y me subí al ascensor. Nada de nada, will no aparecía por ningún lado. Eso me molestaba más que nada, ni siquiera se interesaba por mi en ese momento.
Salí a la calle y comencé a caminar, promediaban las 3 y media de la tarde. El sol caía levemente oblicuo y sus rayos lo iluminaban todo de forma especial.
Tal vez me pasé un poco… , pensaba sin cesar mientras me encaminaba casi de forma inconciente a una pequeña plaza que quedaba a unas 4 cuadras, para el lado contrario al del liceo. Las personas con las que me cruzaba iban ocupadas en sus cosas, me resultaba extraño pensar que cada una de ellas tenía una vida, problemas, situaciones y sentimientos, que no solo eran una cascara vacía que servía para rellenar espacio. Me impacté frente a esta afirmación.
Cuando llegué a la plaza, me senté en uno de los bancos de hierro que por allí había y me dediqué a mirar a la gente pasar.
Me pasé con lo de will, pensé. Pero es que se queda tan callado a veces… eso es tan molesto, y en especial, que no me cuente lo que siente.
Una pareja de jóvenes pasaron delante de mí. Él la miraba a ella como hipnotizado mientras la aludida, jugueteaba con el cierre de la campera de él. Así quería ser yo, tener alguien que me viera de esa forma sin importarle lo demás, que para él solo estuviéramos nosotros: el chico en cuestión y yo.
- Lo pensé muy bien…
- Muy bien? - le pregunté sin mirarlo y con la vista fija en la calle.
- Si! Y no voy a dejar de… - lo miré de refilón estaba sentado a mi lado y un poco eufórico. Era muy lindo de esa forma… tan… como emocionado. - de estar contigo aunque tengas que estar con Esteban y me trates como si me odiaras y…
- Quien te dijo que no te odio? – le solté sin pensar, de la forma más odiosa posible.
- Pues yo te quiero! – gritó a los 4 vientos – por eso me duele que no me digas lo que sientes!
Eso me sonaba conocido… demasiado conocido como mantenerme en calma. Lo miré a los ojos.
- A mi, - le corregí – a mi me duele que no me digas lo que sientes! Como si no quisieras compartir conmigo tus problemas.
No me respondió. Me aparté de sus ojos violáceos y miré sus labios que lucían suaves y deseables. Luego observé sus facciones.
- No sabía que sentías eso – musitó con voz monótona.
- Me molesta tu silencio, todo tipo de silencio! – hice un puchero inconciente – me hace sentirme sola…
Asintió y tomándome de la mano se paró.
- Vamos a caminar? – preguntó will tironeándome – por lo general solo me quedo quieto cuando pienso, y eso no te gusta.
- Gracias… - susurré dejándome llevar por su sonrisa compradora.
Así eran las cosas con will, nos peleábamos por todo, pero con una mirada y pocas palabras todo se arreglaba y nos uníamos más y más. Caminamos tomados de la mano por un rato.
- Respóndeme algo: qué es lo que más te molesta de mi? – cuestionó él con tono interesado en verdad.
- Uyy… déjame pensar… - hice una pausa buscando las palabras correctas.
Que me molestaba de él??? Uffffff! Facil:
1- que se quedara quieto
2- que era bastante egoísta
3- que pusiera esa carita de santo que… no no, eso no me molestaba
4- no era muy expresivo en sus sentimientos sobre si mismo
5- no decía todo lo que pensaba
6- era de quedarse muy quieto, algo que me parecía insoportable. (Este punto cuenta doble)
7- era de sonrisa facil, pero no me hacía reír con frecuencia.
Pensé un poco más, no podía enumerarle todo eso o me mandaría a volar de una patada.
- Qué te quedes quieto como una estatua – le hice una mímica de una momia o algo parecido – ahora, que te molesta de mi???
Y se viene la larga lista…, pensé al ver su cara de: apróntate para esto!
- Eh, todo. No, mentira! Jaja – sonrió – que te molestas muuuyyyy rápido! Me recuerdas a Máximo… igual de desequilibrados mentales los 2…
Lo miré seria, de verdad me incomodó un poco lo de: desequilibrados mentales…
- Me estás diciendo histérica?!
- No voy a responderte eso… - negó riéndose con ganas. Nuestras diferencias de carácter solían molestarme de vez en cuando, pero intentaba no darle mucha importancia.
Para mi sorpresa, me rodeó la cintura con los brazos y me besó sonoramente en la mejilla. No quise bloquear el contacto, pues quedaría mal en verdad, pero no le seguí la corriente.
- Te quiero… - susurró en mi oido.
Tenía que cambiar de tema, rápido.
- Tienes colmillos?? – solté porque fue lo primero que se me ocurrió.
- Qué? – pareció desconcertado con mi pregunta.
- Colmillos… - repetí haciéndole la mímica con los dedos.
- Ahhh – frunció el ceño – lo dices enserio?
- S-si – mascullé sin poder evitar sonrojarme, por lo que agache la cabeza ¿acaso era tan estúpida mi pregunta?
- Es… interesante. – su tono de voz había cambiado un poco, más acechante.
- Qué es interesante?
- El rubor – explicó – el efluvio a sangre es mucho más fuerte y delicioso. – me miró de una forma levemente conocida, como si me fuera a tragar entera. – Además, los cachetitos colorados no te quedan mal.
Lo miré de forma acecina, como solo yo bien sabía que podía hacer.
- No me respondiste la pregunta, William. Tienes o no tienes colmillos? – percibí el tono seco en mi voz y me solto con rapidez.
- Lo siento… gracias por notar la diferencia – se refería a la voz que ponía, como acechante y seductora, con la clara intención de comer. – quieres que te los muestre?
- Claro! – asentí intentando distraerlo.
- Vamos a tu casa y te los muestro… - parecía más animado.
…
- Los ves? – me preguntó will enseñándome su blanca dentadura de cerca.
- Como no verlos! – exclamé asombrada en verdad.
La blanca y pareja hilera de dientes, no era la de siempre. De hecho, la diferencia estaba en el largo de los caninos superiores, que lucían puntiagudos y cortantes, además de que eran el doble o el triple de largos.
- Increíble – musité – siempre estuvieron ahí???? – simplemente, no podía creerlo. Había visto los dientes de will miles de veces: cuando reía, hablaba y sonreía, sin embargo, nunca había visto nada como eso.
- Siempre – asintió.
- Y entonces…. Como no lo vi??? – pregunté con el ceño fruncido y acercando mi dedo a los colmillos, quería tocarlos.
- Ey! – exclamó alejándose un poco – NO LOS TOQUES! Son sumamente peligrosos, si te cortas no sanas, la herida queda abierta y la sangre seguirá fluyendo hasta que te desangres, no hay manera de curar una herida así.
Me alejé yo esta vez… morir desangrada?! No gracias.
- Los hago crecer cuando quiero – explico retomando la conversación previa al aviso – por eso no los viste… es que, a decir verdad, son bastante incómodos si no estas mordiendo algo, te obligan a mantener la boca entreabierta.
Entonces, los colmillos se achicaron hasta su tamaño normal… normal? No lo sabía con exactitud, tal vez su tamaño normal era ese alargado y filoso en vez del normal de cualquier humano.
- Abrázame – pidió con una voz suave como la seda.
- Esto forma parte del… - lo miré con precaución – de tu… autocontrol?
- No – negó con facilidad – solo quiero que me abraces.
- Ok – mascullé enredando mis brazos en su cintura. Él era hermoso y bueno, todo un príncipe azul, pero por alguna razón me sentía incomoda entre sus brazos, como sabiendo que ese no era mi lugar. En realidad no conocía el lugar en concreto en ese momento, pero solo sería cuestión de tiempo… muy poco tiempo.
- Te quiero – me susurró al oido.
Sus labios comenzaron a rozar mi cuello. No entendía nada, si él en si no me gustaba, por qué sus labios si?? Ese delicioso roce comenzó a desplazarse hacia arriba hasta la comisura de mis labios. Se separó un poco y miró mis ojos, no supe explicar lo que veía en ellos. Tomó mi rostro entre sus dos manos frías y se inclinó con toda la intención de besar mis labios. Por primera vez quería que lo hiciera, no podía privarme de eso… pero no.
- Tu madre… - dijo con sequedad – nos vemos mañana linda… - un pajarito azul cielo me acarició el rostro con sus delicadas alitas y salió por a ventana.
…
- William - grité con desesperación.
Corría por la vereda de enfrente al liceo ¿por qué corría? No lo sabía, solo debía, necesitaba hacerlo. Era por él.
- qué sucede? te lastimaron? - me preguntó él, salido de la nada.
- vienen - susurré varada e inmóvil en la vereda.
- quiénes? - preguntó tomándome de las manos
- hay algo que no sabes.
Me miró expectante.
- No puedo… no, no creas todo lo que ves
Entonces todo se desvaneció… otra vez.
Me senté en mi cama con estrepito. Ese maldito sueño otra vez. Respiré muy hondo… había un olor flotando en el aire… indescriptiblemente atrayente, que me llevaba a fronteras insospechadas… ese aroma era conocido…
¿De donde lo ubicaba? Era… era… era…
- Máximo??? – pregunté en voz alta.
Silencio sepulcral…
Un crujido en el pasillo…
Y la música sonó en el pasillo de afuera de mi cuarto…
- Daddy Yankee? – me pregunté en voz baja.
En efecto, la canción era Llamado de Emergencia, de ese famoso cantante Puerto Riqueño.
“ven y sana mi dolor
Eres la cura de este amor
Hago este llamado
Para que tú vuelvas
Que no ves que estoy sufriendo
Que es muy dura eta prueba
Y abraza…”
De repente la canción dejo de escucharse y todo volvió al silencio más absoluto.
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volviiiiiiiiiii!!!!!! SISISISISISISI uffff por suerte ya estoy re mejor asi q aca les dejo el capitulo. besoosss bbbbeeeessssooooosssss y grax por la paciencia wolfie!!!!
uy sisis
ResponderEliminarCOMO ME CUESTA ODIIAR A WILL !!!
con lo diviino que es...
bueno emmm.. MAX y su maldiito celular sonando en el pasillo!!! le falla al mas liindo de los vampiros...
(muajajaja yo ya see todooo)
bueno
besosss
stuvo genial!!
ResponderEliminarke bueno ke publikas
jaja
me nkanto lo de dady yankee
i will en un amor!!
deveras!!
no se komo cami no lo puede kerer!!
no se da kuenta de ke asi le hce mas daño!!
pero bueno, aun asi me gusto mucho el kapitulo
ke bueno ke regresaste!!
jaja
cuidate
bye bye1!
siguela plis ¡¡
ResponderEliminarme encanta ¡¡¡
0.0
ResponderEliminargenial capítulo
wil es todo un amor
taaaan dulce...
Y max???
Q gracia con la música y dady yankee
sigue escribiendo
besikos
hola!!
ResponderEliminarhuy si que bueno que ya subiste!!
habia esperado este capitulo como no te imaginas!!
jejejeje! bueno, estuvo super!!
al principio y bueno, en todo momento me quede con la boca abierta!! pero que cosas le pasan y hace!! jajajaja!
estuvo super!! y muy emocionante!
me encanto, espero que subas pronto!!
besos<3