Gee♥ // Bren♥ // Max♥ // Add♥

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mis 4 amores = hermosos preciosos perfectos heavys talentosos y sexys ♥

martes, 22 de junio de 2010

no está bien...

Mi mentón apollado en su hombro lo sentía un poco entumecido por el frío, estábamos en principios de invierno, y entre sus brazos el frío no era un lindo consuelo. Respiré hondo para disimular el castañeo de mis dientes. Sentía su piel un tanto pegajosa, por lo que recordé la herida y recordé, como quien no quiere la cosa, que mi mejilla estaba recostada sobre la suya, sobre la que estaba lastimada. Lo tomé por los hombros y nos separé para verlo mejor. Su mejilla estaba toda rojita de sangre, teníamos que limpiar eso…

- Tienes que limpiar esa herida Max… - mascullé tomando su rostro para verlo mejor.
- Si… lo sé. – intentó liberar su rostro pero no se lo permití, había algo bastante raro en su mejilla… - Julieta va a pensar cualquier cosa… de seguro se cree que te mordí y eso no es cierto.
- Por qué me…? – luego lo pensé mejor, era lógico que quisiera hacerse el chupasangre conmigo – ahh… claro.
- Vamos al baño… - masculló tomando impulso para levantarse.



Él se sentó en el borde de la bañera mientras yo me inclinaba sobre su rostro para limpiar su rostro con una gacita mojada en agua oxigenada, yo había insistido en desinfectar la lastimadura y él se había negado, aunque al final terminó por consentirme. Con suavidad deslicé la gaza mojada por su mejilla mientras pensaba que no era la primera vez que le daba una cachetada a un vampiro… will ya había pasado por eso y ni siquiera lo había sentido, no entendía como había logrado tener tanta fuerza para poder lastimarlo, para poder traspasar esa piel tan resistente, porque la otra opción sería que la piel de Máximo fuera más humana, más sensible, más débil… pero no, eso sería imposible porque era un vampiro noble… uno de las más puros y fuertes que había, no podía ser tan débil.

- Estaría bueno que cambiaras la gaza, porque esa ya está toda manchada… - recomendó él con tono extrañado.

Di respingo, estaba tan fundida pensando que no había notado que estaba higienizando el mismo lugar desde hacía varios minutos. Tomé otra gaza limpia y la mojé en agua oxigenada, luego limpié el resto de su rostro notando con un poco de horror que no estaba lastimado… solo tenía 4 líneas rosadas curvas… nada más.

- Cómo puede ser posible…? – pregunté frunciendo el ceño.
- Qué cosa? – preguntó él frunciendo el ceño levemente.
- No… no… donde están? – acerqué mi rostro a su mejilla al punto que mi nariz rozaba su piel.
- Que cosa? Nena… me estás asustando…
- Pero… las… las… las heridas…?

Se separó bruscamente de mi y me miró como si estuviera loca.

- Sos o te haces? Ya sanaron… que onda? – dijo con el ceño fruncido
- Como que ya sanaron…?
- Acaso no sabías que la piel de los vampiros se regenera con más rapidés que la de los humanos?
- No… - mascullé con las mejillas encendidas de la vergüenza, como era posible que pudiera saber algo así? Nunca nadie me lo había dicho… me sentía analfabeta de todas formas.
- No me mires así, no es tu culpa… - me consoló con una sonrisa – si ninguno te lo dijo fue porque son muy estúpidos… ok?

Asentí con la cabeza mientras su tierna sonrisa me tranquilizaba. Se levantó, pues su rostro ya estaba limpio otra vez.

- Limpiemos esto nena… - sus manos se ubicaron a cada lado de mi cintura y me elevaron en el aire hasta situarme sentada en la pequeña mesada de mármol del baño, así era casi de su altura, lo que me parecía bastante reconfortante. – tienes la cara toda roja…

Me limpió el rostro con la manga de su camisa, que antes la había mojado con agua del grifo. El cuidados con la que limpiaba mi rostro era demasiada como para hacerme pensar que en verdad se preocupaba por mi, pero no lo sabía con seguridad. Tal vez era su sonrisa que quemaba mi interior, o su mirada que hacia arder cada lugar de mi cuerpo donde se posara… pero definitivamente, ese hombre tenía algo… algo en su rostro que me lo hacia familiar, como si nuestras células se reconocieran mutuamente y a eso se debiera la electricidad que sentía cuando me tocaba…

- Y ya está… - masculló sonriendo complaciente, él tenía una sonrisa eterna… una que simplemente, no se borraba. Eso me encantaba. – vamos a sacar estas manchas… - posó su mano sobre mi hombro con suavidad y grande fue mi sorpresa cuando los manchones rojos sangre de mi ropa se fueron achicando y pronto desapareciendo. A la vez, podía notar como algunos manchones aparecían en su camisa.
- Como…? – farfullé con voz inaudible, claro q era lo suficientemente alto como para que él lo escuchara.
- Yo puedo transformar la materia, la puedo cambiar, agrandar o mover de lugar, pero no puedo eliminarla… comprendes?

El mejor profesor que una pueda pedir… , pensé mientras asentía con la cabeza.

- Es muy genial tener una habilidad como esa… es muy cool… - comentó sorbiendo la nariz por alguna razón y alejándose unos pasos hasta un pequeño mueble.

Recordé mis enigmáticos dones mentales cuando él mencionó lo ultimo, tenía razón, era muy genial, pero perdía gracia cuando no podías usarlo en tu vida diaria, como podía hacer Máx por ejemplo, cambiando las cosas a su antojo… de que me servía a mi controlar la mente de las personas para hacer algo común?

- Si, lo sé… - mascullé sin darme cuenta, confirmando lo dicho por él.
- No, no lo sabes… es imposible. – aclaró riendo y sacando del mueblecito una toalla verde pino. – básicamente, tendrías que ser un vampiro para tener alguna especie de cualidad, lo que es medio bastante imposible, pues ya vemos que sangras, eres débil y hueles rico. Eso nos deja un 0% de posibilidades…

Lo miré de refilón con seriedad, esa era otra de las desgracias de tener un don: nadie cree que en verdad lo tienes. Sus dedos desprendieron los primeros botón es de su camisa y yo simplemente quedé en estado de shock…

- Qué me miras con la boca abierta? – preguntó con el ceño fruncido mientras seguía desprendiendo los malditos botónes.
- Ehmm… - tenía qué inventar algo rápido – qué estás haciendo?!
- Me cambio la camisa… que no ves? No me digas que ahora sos ciega…

Quedé sin palabras… y eso? Qué onda? Desde cuando se sacaba la ropa adelante mío así como así? La camisa blanca quedó en una de sus manos mientras la otra tomaba la toalla y está ultima se iba tornando en una remera de mangas cortas negra con un extraño diseño.

A la mierda… , pensé con estupefacción cuando por accidente se me desviaron los ojos en dirección a su espalda… tatuajes… estaba cubierto de tatuajes. El que sobresalía por sobretodos era el de un dragón con las alas extendidas en actitud amenazante, este ocupaba toda su espala a lo largo y todo a lo ancho en la parte de las alas. Alrededor había varios tatuajes pequeños, algunos mensajes y alguno que otro nombre… se giró un poco, parecía estar posando para mi, pero era solo mi perturbada imaginación claro. Su torso era muy hermoso, pálido y bien delineados los músculos, tanto que daban ganas de tocarlos y sentir su relieve. En el pecho no tenía tatuajes…

- Deja de violarme con la mirada… - me ordenó dándome la espalda y poniéndose la remera – me cohibís…

Giré mi rostro al instante mientras sentía mis mejillas encenderse como nunca. Temblé ligeramente de las ganas de escapar de allí que tenía, no podía creer lo estúpida que había sido… tan boba! TAN BOBA! Me mordí el labio y apreté los ojos bien cerrados por un momento, luego los fui abriendo otra vez con lentitud. Delante de mi rostro, inclinado hacia mi, Máximo me observaba interesadísimo, observando con suma lentitud cada mueca de mi rostro… me puse colorada otra vez.

- Que haces..? – la voz me flaqueó un poco y desee q no se hubiera notado.

Siguió con su mueca estúpida viendo mi rostro por un momento más.


- Estoy viendo como le haces para ser tan linda… - explicó mientras me mirába una vez más. Luego se enderezó y se aproximó a la puerta del baño, que estaba entreabierta. – vamos kmi…

Quedé helada por unos segundos mientras mi mente revivía sus palabras: … Estoy viendo como le haces para ser tan linda… … Estoy viendo como le haces para ser tan linda… … Estoy viendo como le haces para ser tan linda… Luego reaccioné y salté de la mesada para seguirlo hasta donde fuera que me llevara…

El resto de la tarde fue bastante normal, a will lo volví a ver entrada la noche, cuando Julieta se fue a bañar y yo me dispuse a copar el cuarto de él para no aburrirme. Hablamos un rato de su dieta y escuchamos un poco de música, la cosa con will estaba un poco tensa, podía notarlo, puesto que yo no “viajaba en su misma línea”, por decirlo de alguna manera, él era… demasiado… delicado, si, esa era la palabra. Era demasiado delicado para mi propio gusto, demasiado sensible, romantico y dulce. Yo misma me avergonzaba de tener gustos un tanto más brutales que la dulzura que will tenía incorporada. Demasiado modosito.

Dormí en un hermoso cuarto que los Vilumet me habían preparado, se notaba de lejos que era de huéspedes, pues en verdad no había nada hogareño en la habitación, pero me consolaba con el rico olor de las sabanas en las que me envolví para dormir. Desperté relativamente temprano, entré a ducharme y me sorprendí el aroma a Max que se desprendía de mi piel a medida que el agua caliente penetraba en todos mis poros… me vestí con un chupin oscuro, polera color plomo y una campera azul encima, también me puse mis botines rotosos favoritos y bajé a desayunar.

Quedé un poco impresionada cuando entré a la cocina, todos estaban ahí. Se notaba de lejos que eran una familia muy unida. Brenda estaba batiendo a gran velocidad algo en una taza, mientras Cesar, sentado sobre la mesada, leía el diario de ese día. Max estaba sentado en la esquina de la mesada y delante de él Julieta se quejaba, pues max le hacía una trenza cosida y al parecer le tironeaba el pelo. Will estaba parado frente a la heladera mirando hacia adentro sin tener mucha noción de lo que buscaba, lo que me parecía bastante idiota de su parte.

- Hola… - los saludé parada desde la puerta.
- Hola – me saludó juli mientras le daba un codazo a Max pues le había tironeado del pelo
- Buenos días camila… - me saludó Cesar con una sonrisa.
- Hola linda… - Brenda me sonrió maternal – que quieres desayunar?

Lo pensé un poco… no sabía que pedir, pues no sabía que podía haber en la heladera.

- Ehhh… café con leche? – pregunté indesiza con el ceño levemente fruncido
- Batido? – preguntó la mujer con una sonrisa mientras continuaba con sus deberes
- Si, por favor…

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bueno, aca les dejo el kapiiii!!! ojala les guste...
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porfisporfisporfis!!!

2 comentarios:

  1. oola!!
    me gsuto mucho el kapitulo!!
    pero mex se me hace algo... raro?? jaja es la palabra korrecta??
    es ke a veces me mata de la risa
    otras se me hace simpatiko
    otras lindo i tierno
    i en otras me kedo asi -> O_o ke le pasa??
    jajaj
    no se
    pero aun asi me kae bn
    bueno
    cuidate
    bye!!

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  2. me encanta enserio ,
    me fascino la escena del baño jeje
    besos ^^

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