Gee♥ // Bren♥ // Max♥ // Add♥

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mis 4 amores = hermosos preciosos perfectos heavys talentosos y sexys ♥

viernes, 24 de diciembre de 2010

Cap: Harder Than You Know

FELIIIIZ NAVIIDAAAD MIS DIOOOSAAASS!! :D
AQUI LES DEJO EL CAPI! ^^ DISFRUTENLOOO :D

chicas! la cancion que lleva el titulo del cap es la primera ren el mixppod rojo con las calaberitas :D

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Intenté no pensar en el diluvio de lagrimas que estaban a pocas horas de distancia, intenté centrarme en mis deberes y tragarme las lagrimas por unas horas más… solo unas horas más. Me incliné y cambié la canción que se predisponía a reproducirse: Harder than you know, una canción de amor que me hacía llorar de forma calamitosa… como toda las canciones de amor.

- Now loving you is harder than you know… - canturré poniendo los ojos en blanco y cuando empezó a sonar “Before I Forget” continué con mis deberes.

A la media hora llegó benjamín y me ayudó a terminar los deberes. Nos quedamos conversando de la vida y de todo un poco hasta entrada la noche, en conclusión, ese día no hicimos nada.

- Por suerte que hoy no hicimos nada… - comentó antes de irse. – estoy cansado…
- Si, yo también… la verdad me divertí benja – comenté con una sonrisa forzada; cuando caía el sol me costaba mucho más mantener la alegría de mi rostro
- Yo también… - sonrió y despeinó mi cabello con expresión divertida – eres como la hermanita que nunca tuve sabías?
- Gracias bro – dije abrazandolo lo más fuerte que pude.
- De nada sis – agregó correspondiéndome el abrazo – bueno… debo irme, tu madre está por llegar y ella no sabe que existo… además le dije a Sam que me pasar a buscar como a las 9 y son las 9:15…
- Hasta mañana benja. Ya ve bro… sam te espera para saltar

Lo acompañé hasta la puerta y volví a mi cuarto a tirarme sobre la cama y escuchar música sin parar. Empecé con Three Days Grace, seguí con Escape the fate y proseguí con Bullet for my valentine. Paré antes de llegar a Cannibal Corpse porque ese día en especifico tenía unas especiales ganas de suicidarme… Cannibal corpse era una banda de metal, y el metal no me ponía triste… necesitaba dolor.

Apagué el ares y agarré el MP4 donde busqué la lista de reproducción que oía para deprimirme: una mezla de canciones de amor de mis bandas favoritas, esas voces que expresaban dolor y que solo lograban que quisiera cortarme las venas… pero no podía suicidarme. No podía. No debía. A pesar de todo mi dolor, a pesar de que nadie lo comprendiera por completo, sabía que varios sufrirían si moría, sabía que aún tenía demasiadas cosas por hacer… yo no podía morir.

Me ahogué en dolor hasta entrada la madrugada. Mis ojos dolían demasiado como para parpadear y estaban tan hinchados que latían como si fueran a explotar. Intenté acompasar la respiración un tanto porque mis jadeos no me permitían respirar bien y me estaba ahogando de verdad. Despegué la cara de la almohada y me saqué el pelo húmedo de lagrimas del rostro… esa sería otra noche particularmente larga.

De puro gusto y para seguir sufriendo puse en reproducción la canción esa que me daba dolor… tanto dolor… Harder Than You Know… recordé que esa misma tarde la había evitado y sonreí algo psicópata al darme cuanta de que tenía toda la madrugada por delante… podría escucharla cientos de veces y podría desear morir muchas veces más…

- Baby, don’t talk to me… i’m trying to let go… now loving you is harder than you know – canté entre susurros mientras lloraba con más intensidad y pensaba en el significado de esas palabras… “ …nene, no hables conmigo, estoy tratando de dejarte ir, ahora amarte es mas difícil de lo que crees…”
- Es más difícil de lo que crees max… - susurré como si pudiera escucharme – amarte y dejarte ir es mucho más difícil de lo que crees… te amo mi amor.

Dichas estas últimas palabras cerré los ojos y programé el MP4 para que repitiera “Harder than You Know” indefinidas veces… no quería escuchar otra cosa, no lo deseaba.

Me desperté cantando a las 5:45 de la mañana, una hora antes de que sonara el despertador. Calculé que habría dormido 3 horas, pero mas que sueño sentía dolor en los ojos enrojecidos. Me levanté y me dirigí casi como sonámbula al baño, donde llené el lavamanos con agua helada y sumegí la cara conteniendo la respiración.

El frío pincho mi rostro como si fuera pequeñas agujitas. En cuanto se me acabo el aire saqué la cara del agua y me la sequé con una toalla. Miré mi rostro frente al espejo: el agua fría había desimfalamado un poco mis ojos, a no estaban tan rojos, pero si parecían cansados. Mis ojeras se habían agrandado y oscurecido deliberadamente.

Suspiré y volví al cuarto a agarrar lo que siempre usaba para tapar las ojeras y volví al baño. Primero apliqué iluminador del tono de mi piel, después sombra violeta porque convinaba con mi ropa y delineador negro arriba y abajo. Me organicé el pelo y procedía a vestirme. Me puse una polera violeta y una campera rayada arriba y abajo me embutí los chupines que había usado el día anterior y los botines rayados azul oscuro.

Puse todas las cosas en la mochila y me dirigí a la cocina a desayunar. Me conformé con un vaso de leche fría… no tenía hambre, nunca tenía hambre. Cuando me fui eran las 7 de la mañana, aún tenía media hora por delante para hacer lo que quisiera, pero no me iba a quedar en mi casa… no, de ninguna forma.

Salí sin hacer ruido porque mamá estaba durmiendo y no quería despertarla. Me subí al ascensor pensando que haría media hora en la calle , en otros tiempos hubiera llamado a Max para que viniera a buscarme, pero en ese momento no podía hacerlo.

En cuanto pisé la calle y el viento frío choco con mi rostro detecté un olor diferente… cerca de donde me encontraba algo había pasado… podía oler sangre en el aire… ya que no tenía nada que hacer, me dediqué a perseguír ese olor.

El aroma me llevó 5 cuadras en dirección contraria al liceo, doblé una esquina y me encontré en un callejón largo con una pequeña abertura al final. Las paredes mohosas tenían un olor pútrido que disimulaba en algo el fuerte efluvio a sangre fresca. Caminé en silencio y preparada a salir corriendo, no sabía que podría encontrarme del otro lado del pequeño agujero. Mientras me acercaba veía algunas gotas de sangre fresca en el suelo y algunos arañazos en el cemento… detrás del agujero no iba a encontrarme con un vampiro… no, era otra cosa.

Inspiré lo más silenciosamente que pude para detectar olores… ese olor, pensé entreabriendo la boca sin darme verdadera cuenta, mis colmillos descendieron a su estado “natural” y reacomodé la mandibula a gran velocidad. Mis sentidos se agudizaron sensiblemente en cuestión de segundos y fui capas de sentir el sonido de carne desgarrándose y de una respiración gutural y animal… me pregunté nerviosa porque mi cuerpo reaccionaba así frente a lo que sea que estuviera del otro lado del agujero.

Algo me decía que no avanzara, pero aún así lo hice, no podía quedarme con la duda. Cuando estuve a pocos centímetros del agujero me quedé quieta, dentro del agujero estaba muy oscuro, por lo que solo asomé la cabeza…

Mis ojos al contacto con la oscuridad brillaron y pude ver con claridad lo que sucedía ahí adentro: un cuerpo humano a medio comer y una bestia con forma de animal… tenía cuatro patas y mucho pelo… parecía un.. perro? No, no… era diferente, las patas trazeras eran más largas que las delanteras, pero las 2 eran finas y musculosas. El pelaje enmarañado era color grisáceo oscuro. Tenía una forma algo estilizada, casi podía decirse escuálida y un oscico largo negro y prominente, plagado de dientes afilados y blancos.

Contuve la respiración del asco y me paralicé cuando el cuadrúpedo ese me quedó mirando con sus ojos ardidos negros llenos de furia. Rugió y algunas gotas de sus babas chocaron contra mi rostro, casi vomito, su olor a podrido era insoportable. Reaccioné un segundo después, me tiré hacia atrás y comencé a correr. Había avanzado solo 3 metros cuando las garras del bicho ese se cerraron en torno a mi tobillo, tumbándome en el suelo.

El cuadrúpedo saltó sobre mi con sus zarpas prestas a arrancarme la cara , pero giré sobre mi misma y lo evité por poco, me paré de un salto y comencé a correr otra vez con la esperanza de salvarme. Corría a toda velocidad, mucho más rápido que un humano, casi como un vampiro.

Una de las zarpas del animal me golpeó el costado izquierdo y volé contra una de las paredes mohosas. Al caer al suelo caí sobre una vieja placa de vidrio que se rompió en mil pedasos bajo mi peso, clavándose en distintas partes de mi cuerpo, incluyendo mi cara…

- Ahh… - gemí sin poder respirar bien, sentía un dolor insoportable por todo el cuerpo.

El oscico de la bestia me giró poniéndome boca arriba. Lo vi de frente, su cara de animal toda manchada de sangre, su boca entreabierta gruñéndome y sus babas malolientes cayendo sobre mi pecho. Lo miré sin saber que hacer… como podría salvarme de esa? Como podría impedir que me comiera allí mismo?

El animal rugió contra mi rostro y se retiró unos centímetros para morder mi cara. Metí antebrazo, no me arruinaría la cara por nada del mundo. Sus caninos y dientes se clavaron en mi antebrazo y grité, grité por el dolor que eso me causó. No aguantaría much más, lo sabía. Antes de perecer ante el dolor jugué mi última carta, una que jamás había intentado: probé controlar su mente.

Busqué con desesperación el punto conciente de sus ojos y luego de varios segundos pude encontrarlo. Me metí en su cabeza y el esfuerzo hizo que me latieran las sienes. Era difícil dominar al instinto de esa bestia con la poca conciencia que poseía la misma, pero por lo menos podía evitar que me mordiera.

Los primeros rayos de sol chocaron contra mis ojos y perdí la concentración, haciéndome romper el contacto visual y de esa forma la cadena que unía mi mente con la mente de la bestia. Rugió de forma audible y… todo pasó tan rápido… estaba tan cegada por el sol que apenas podía enfocar, vi de soslayo como la bestia se alejaba de mi y se retorcía con violencia. De pronto vi apenas un hombre con el torso desnudo y luego nada…

Me quedé quieta por un minuto más y luego descidí moverme un poco. Me dolió de forma estrepitosa y horrorosa hacer movimientos, pero aún así me forcé a hacerlo. Me senté en el suelo y luego me arrastre hasta estar a la sombra.

Por primera vez miré mi mano izquierda, la palma estaba atravezada por un vidrió sucio y todo manchado de sangre, sabía que tendría que sacarlo de ahí, pero no me animé a hacerlo, tendría que llamar a una ambulancia pronto, no sabía el estado de mis heridas.

De repente mi palma comenzó a doler hasta el punto de hacerme gritar. El dolor comenzó en mi mano y se desplazó por mi cara y distintos puntos de mi cuerpo. Me forcé a no chillar y tumbarme en el suelo mientras veía con horror como pedazos de vidrio de diferentes tamaños caían al piso desde mi cuerpo. Vi como el trozo que atravesaba mi palma se desplazaba por si solo a un lado, retirándose de mi carne sin que tuviera que tocarla. Dolía, dolía mucho… el vidrio tardó casi un minuto en retirarse por si solo por completo de mi carne y caer al suelo. En cuanto salió de mi, no sentí mas dolor en la palma, solo un cosquilleo y nada más. Miré mi mano y noté sorprendiéndome que no tenía nada… no tenía una herida abierta, solo una línea rosada y mucha sangre.

“la piel de los vampiros se regenera más rápido que la de los humanos” eso había dicho máx una vez y yo sabía que era verdad… más de una vez me había lastimado y sanado a extrema velocidad, pero eso era insolito… mi carne al regenerarse explulsaba el cuerpo extraño incrustado en ella… era asqueroso, doloroso, y fascinante.

Registré el resto de mi cuerpo y mis heridas ya habían sanado, solo quedaban las manchas de sangre… las cuales eran muchas y no podría disimularlas, tendría que volver a casa. Me levanté y me sacudí un poco para luego ver la hora: 7:20.

- La puta madre! – exclamé dándome cuanta de que para esa hora mi madre ya estaba levantada y tendría que esperar a las 9 para que se fuera y no me viera chorreando sangre. – y ahora que hago? – me puse a pensar con desesperación, pero no encontraba nada de nada… tendría que esperar - maldita sea! A menos que…

Con resignación recurrí a mi última esperanza: Julieta. Disqué su numero y esperé… me pregunté al sentir la respuesta que me dieron el porque de que Julieta nunca respondiera su teléfono y siempre fuera Max.

- Hola cami… - dijo con tono dudoso – estás… bien?
- Ehm.. si –me apresuré a responder, lo que menos deseaba era que justamente Máximo se enterara de lo que había sucedido. – me pasas con Julieta porfis?
- Se está vistiendo… le dejo algo dicho?
Fuck! Maldita maldita suerteee!

- Eh… no, no es nada importante… - respondí y me quedé callada.
- Ah… bueno, te puedo ayudar en algo? – insinuó como adivinando que las cosas no estaban normales.
- No, no te compliques. Solo dile a Julieta lo más pronto posible que me llame antes de salir para el liceo, pero que me llame al celular.
- No estás en tu casa? – preguntó extrañado y elevando el tono – camila que pasó? Sabes que cuentas conmigo siempre, que paso?!

Corté. No aguantaría la cadena interminable de preguntas de Max. Me paré y descidí que no estaba segura en ese callejón, el animal extraño ese podría volver… pero era un animal? Si yo estoy segura de que vi un hombre cuando la bestia desapareció?

Me quedé pensando en esas cosas cuando comencé a trepar por la pared mohosa. Eran algo así como 2 pisos lo que trepé antes de lograr alcanzar la azotea de la casa. Había ropa tendida… ropa de mi tamaño. Lo que me asaltó una idea a la cabeza…

Descolgué lo que me servía: una camisa blanca entallada y unos jeans que me quedaban un poquito flojos. No lo dudé, me quité la ropa manchada y me puse esa que había encontrado. De mi ropa solo me volví a poner los botines y el cinto, el resto lo guardé prolijamente guardado en mi mochila, lo lavaría en cuanto llegara a mi casa en la tarde. Mi reflejé en un vidrio que había en la azotea para organizarme un poco el pelo. Todavía tenia la cara y las manos manchadas de sangre… no podía entrar así al liceo, debía encontrar una forma de limpiarme…

Recordé que en la noche anterior había llovido, por lo que con suerte encontraría algún lugar donde se hubiera acumulado un poco de agua de lluvia… en esa azotea no había, por lo que salté a la azotea contigua y luego la otra y así sucesivamente hasta que encontré en una depresión del techo un charco de agua…

El charco tenía un poco de tierra y estaba algo sucia el agua, pero a situaciones desesperadas, medidas desesperadas. Hice tripas coazón y me limpié el rostro en esa agua insalubre. Impié mis manos y el antebrazo. Me percaté de que en él habían quedado las marcas de la dentadura del animal…

Esperó que se borren como las otras,pensé sin tener demasiadas esperanzas antes de girar sobre mis talónes y dirigirme al liceo. Sería un día exactamente igual a la noche anterior: LARGO.

2 comentarios:

  1. alaaaa me encanto(LL)
    q era ese bicho??¿??
    publica mas seguido que es navidad¡¡ jajaja

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  2. estubo ermoso!!!
    quien la abra salvado!!!jiji
    bueno mil gracias por recomendarme!!!
    y espero que allas pasado una feliz navidad!!!

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