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mis 4 amores = hermosos preciosos perfectos heavys talentosos y sexys ♥

domingo, 3 de abril de 2011

Danger Days: cap 3: El más entiroso de los mentirosos

- Qué quieres T.J? – pregunté con un tono algo seco. - Esto… - murmuró y sus manos tomaron mi rostro y pegaron sus labios a los mios. Me besó con algo de furia y al principio intenté quitármelo de arriba, pero no me resistí y le respondí con otro beso… beso que el continuó y yo también y cuando quise acordar estaba acorralada contra la puerta del auto, mis brazos rodeando su cuello, mis labios besando los suyos como si se me fuera la vida en eso, y una de mis piernas alrededor de su cintura. Una de sus manos estaba aferrada a la pierna que rodeaba su cintura y la otra estaba enredada en mi cabello, asegurándose de que no me alejara un centímetro de él. Nos separamos cuando faltó aire y rápidamente mis labios comenzaron a recorrer su cuello que tenía ese olorcito tan propio de T.J que me encantaba. - Briana… - comenzó él separándome lentamente y tomando mi rostro entre sus manos. – te amo… - susurró él y yo lo quedé mirando algo alucinada todavía. No me salían las palabras… era como un sueño hecho realidad y solo pude esbozar una enorme sonrisa, una tan grande que me dolía la cara, pero no importaba. Me colgué de su cuello y lo besé tirándolo más hacia mi… Una de sus manos abrió la puerta del asiento trasero del auto y suavemente me empujó hacia adentro. “oh… y esto?” pensé viendo como él entraba al auto y cerraba la puerta. Sus labios atacaron los míos y comenzamos a besarnos otra vez, pero ahora era completamente distinto… El sol me despertó lentamente… me quedé con los ojos cerrados un momento reviviendo en mi mente todo lo que había pasado la noche anterior… parecía un sueño hecho realidad. Primero que nada, T.J me amaba y segundo, me había hecho pasar la noche más increíble de mi vida. Todavía recordaba el roce de su piel contra la mía… estiré el brazo buscándolo en algún lado y no lo encontré, por lo que abrí los ojos y comprobé con decepción que no se encontraba en el auto. Respiré hondo y comencé a vestirme para luego ordenar en algo mi pelo. Salí del auto, el sol ya había salido y había varios Killjoys merodeando por ahí. Me encaminé hacia el comedor en busca de algo para comer, en verdad estaba muerta de hambre. Me senté sola en una de las mesas a comer Power Pup, mientras miraba las otras mesas buscando a T.J con la mirada, pero no lo encontré. Conocidos solo estaban en la otra punta Vampire Bone con Atomic Ant conversando abrazaditos y a 4 mesas de distancia de ellos estaban Fun Ghoul y los otros 3 desayunando mientras conversaban. Los miré por un minuto más o menos hasta que Jet Star me vio y con una sonrisa agitó la mano saludándome. Yo le sonreí cordial y desvié la mirada, clavándola en mi lata de comida. - Y? – escuché la voz de Chess y el ruido que hizo al sentarse delante de mi. - Hola Chessy… - lo saludé mirándolo con una pequeña sonrisa. – como estás? - No me cambies de tema pequeña picarona – me reprendió apuntándome con el dedo – y? como estuvo? “la puta madre… Chess ya lo sabe” pensé sabiendo que él pretendía detalles. - Como estuvo lo que? – dije haciéndome la idiota mientras jugaba con el poco Power pup que quedaba en la lata. - No te hagas la desentendida, ya sé que pasaste la noche con tu primo… - dijo guiñándome un ojo de forma cómplice – si me das detalles carnales no le diré nada a Tory ni a Jack. - Eso es extorción! – me quejé apuntándolo con el dedo – no voy a decirte nada… además lo más seguro es que no lo ocultemos por mucho tiempo… bueno, eso espero. – dije apartando la lata de mi vista. Chess suspiró y su mano derecha acarició mi mejilla con ternura. - Estás bien? – me preguntó con un tono lleno de cariño y preocupación digno de un hermano – quiero decir… no te lastimó o te hizo algo que no quisieras verdad? - No, por que preguntas? – le dije levantando la mirada y vi la preocupación en su rostro. - Es que… siempre creí que cuando llegara este día estarías mucho más feliz… y mírate, tus ojitos no brillan bri… están opacos. No eres mi Lucky Star de siempre – dijo con una mueca que denotaba más preocupación. - No estoy triste… solo un poco decepcionada, creo – confesé mirándolo confundida. - Decepcionada por qué? – preguntó él frunciendo el ceño. - No sé, creo que porque cuando desperté él ya no estaba y no lo he visto todavía – dije mirando la mesa algo avergonzada por estarle contando todo esto a Chess. Sentí como se levantaba de un salto y pasaba por arriba de la mesa para sentarse a mi lado. Sus brazos largos me rodearon en un abrazo de oso cálido. - No tienes que estar mal por eso corazón – me consoló Chessy besando mi frente sonoramente. - Si, lo sé. – dije devolviéndole el abrazo y recostando mi cabeza en su pecho – pero no me tomes en serio Chessy… solo digo idioteces. - No son idioteces – negó separándome y mirándome a la cara. - Cuando lo vea se me va a ir todo – le aseguré forzándome a esbozar una sonrisa. - Si, pienso que si – dijo no tan convencido pero aún así el tema quedó por ahí – vamos afuera? Asentí con la cabeza y los 2 nos dirigimos a la puerta. Por un momento le pedí al cielo que T.J apareciera de repente y me besara con ternura, pero claro está que eso no sucedió, y que pasé toda la mañana vagando por la planicie conversando con mi mejor amigo. Hacia el mediodía acompañe a Chess al comedor a almorzar, pero yo no probé bocado porque sinceramente, la incertidumbre estaba matándome… DONDE MIERDA ESTABA PAUL?! En el comedor estaban Tory Y Jack abrazaditos, ellos no eran demasiado demostrativos con respecto a su relación, por lo que aún me sorprendía verlos tan juntos luego de 2 años. Nos sentamos juntos y hablamos de cosas triviales sobre cuanto más tardaríamos en irnos a nuestro escondite en el desierto. Durante la conversación me enteré de que ellos tampoco tenían idea de donde estaba T.J, lo que me alarmó en algo aunque no pude demostrarlo porque Chess y yo omitimos el hecho de que había pasado la noche con mi primo. Después de que Chess comió, los 2 volvimos a vagabundear por la planicie hasta que decidimos ir al auto a sentarnos a conversar de lo que fuere o a solamente estar ahí… sentados en silencio mirando a la gente pasar delante del auto o escuchando algo de música. Ya llevábamos más de una hora sentados los 2 uno al lado del otro en silencio… por lo general era yo la que sacaba algún tema para hablar o simplemente hacia payasadas para verlo reir, pero ese día no tenía ganas. Él tampoco hablaba, porque comprendía que sería inútil distraerme del hecho de que él hombre que amaba no aparecía por ningún lado. Cabilé a punto de dormirme y mis ojoc comenzaron a cerrarse otra vez… - T.J! – exclamó Chess moviendome por el codo – Midnight! Muévete maldita seaaa! Abrí los ojos al instante y salté del auto en su busca. Miré hacia todos lados hasta que detecté su pelo entre un grupito de killjoys. Me aproximé a él con una sonrisa enorme en mi cara y en cuanto estuve lo suficientemente cerca extendí mis brazos y lo abracé por atrás, rodeando su cintura con mis brazos y undiendo mi rostro en su ancha espalda. - Que…?! – exclamó liberándose de mi a la defensiva. - Soy yo – aclaré sonriéndole enormemente, solo quería abrazarlo. - Ahh.. – murmuró y se dio vuelta, ignorándome y hablando con los otros. Eso me desenfocó de una formo mortal. Pero necia y terca mis brazos se extendieron otra vez para abrazarlo… y él simplemente me esquivó a propósito. Sentí una puntada agonizante en mi corazón cuando me esquivó por segunda vez y mis manos solo tocaron el polvoriento aire caliente. - Que mierda te pasa T.J? – le pregunté con los brazos en jarras delante de todos los otros killjoys que me miraron como si fuera una desubicada total. - A mi nada… a ti? – me objeto con ese tono de suficiencia que hizo explotar mis nervios. - No me hables A MI así! – lo reprendí exigiendo el respeto que me merecía. - Y quien eres tu para exigir cosas e? – me volvió a objetar con un tono de asco que deteste desde principio a fin… osea.. QUE MIERDA LE PASABA?! “no… no… ESTO no va a quedar asi! Maldito hijo de puta me la va a pagar!” - Pues yo soy tu prima… la misma con la que te encama… - le dije con tono frio pero mi voz fue acallada por su exclamación. - YA CALLATE MIDNIGHT HAUNTER! Sinceramente no puedo creer que seas de mi misma sangre… - dijo con cada letra llena de odio y repulsión. Lo quedé mirando soportando las lágrimas dentro de mis ojos negros, como podía hacerme eso a mi!? él me dijo que me amaba… pero a quien se ama no se le hacen esas cosas o si? no… si me dañaba de esa forma no podía amarme. Tenía que escapar de ese lugar, lo más pronto posible. A pesar de todo, el terror a todo o que sucedía me impedía moverme… mis mejillas se enrojecieron jodidamente cuando noté que estaba quedando como una estúpida frente a todos. Ahí si… mis piernas reaccionaron. Corrí. Corrí. Corrí. Corrí. Por dios! corrí tan lejos que ya había pasado la planicie y comencé a correr en bajada por una pequeña pendiente entre rocas y arena, luego por unos matorrales y seguí corriendo hasta que mis piernas tropezaron con una piedra que al principio me había resultado invisible. Me quedé tirada en el suelo en posición fetal… mi largo pelo negro se extendió como un abanico sobre el suelo cuando dejé que mi mejilla se recostara contra la arena rasposa y caliente. No me moví por 3 horas, solo lloré y más de una vez abracé mi cuerpo porque sentía que si no lo hacía me iba a desgajar hasta morir lenta y dolorosamente. Me estaba muriendo. Cada célula de mi cuerpo me gritaba que terminara con mi vida… solo hacía falta un disparo de mi arma y listo. La idea de auto eliminarme me daba asco, no soportaba la idea de ser tan cobarde… pero simplemente seguir viva sabiendo que T.J me había usado y desechado como un trapo sucio era una completa agonía… tenía que admitirlo, de alguna forma, me sentía violada… era conciente de que había dejado que pasara lo de la noche anterior, pero aun así… el jugó conmigo… me sentía violada por eso. El primer movimiento que hice, fue quitarme la especie de barro que se había formado en mi mejilla, resultado de la mezcla de mis lagrimas y arena. Segundo movimiento: arrodillarme en el suelo y sacar mi arma de su estuche que estaba atado a mi pierna con una cuerda de cuero y evillas plateadas. Tercer movimiento: apuntarme directo a la cabeza y posicionar el dedo en el gatillo… - LA PUTA MADRE! – grité luego de haber estado 15 minutos en esa posición, sin haber tenido el valor para matarme aun. Fue entonces cuando miré el cielo y solo pedí una puta señal… solo quería una simple, clara y explicativa señal que me dijera que hacer. Para mi disgusto comenzó a llover, de alguna forma inexplicable porque no había nubes en el cielo antes. La lluvia convirtió el lugar donde me encontraba en una verdadera arena de lucha lodo. Toda mi ropa se manchó por el barro mientras yo seguí ahí mirando el cielo arrodillada sin saber que hacer, esperando algo que me dijera que tenía que vivir. Miré distraída como por la lluvia se formó un pequeño arroyito por otra pendiente cercana… comenzaba como un fino hilo de agua y luego, otros hilitos se unían a él y al final, terminaba llevándose todas las ramitas y piedras a su paso, un arroyito enorme comparado al hilito de agua que era al principio… Tenía sentido… todos comenzamos chikitos y gracias a otros vamos creciendo, aumentando nuestro caudal, y en el proceso hay algunas pierdas que intentan detenernos, pero esta en nosotros golpear eso que nos traba hasta lograr que se vaya con la corriente… Sonreí. Eso si tenía sentido para mi. - No puedo creer que la señal que pedí sea una metáfora de un arroyito… - murmuré, sabedora de que me estaba aferrando a una metáfora idiota solo para seguir viva. – como sea, no voy a dejar que Paul arruine mi vida, si tengo que irme del grupo y unirme a otro, lo voy a hacer… cualquier cosa por hacer que Paul se aleje de mi corriente. Después de horas de haber estado ahí tirada me levanté y comencé a caminar hacia el campamento otra vez. Tardé algo así como una hora caminando hasta que llegué a la planicie y 15 minutos más hasta llegar a unos baños donde higienizarme. Me bañe y cambié mi ropa, por otra que llevaba en la mochila. Guardé los jeans y la remera azul eléctrico manchadas en la mochila y me puse el short de jean y la sin mangas atigrada en violeta y naranja. Encima me puse mi chaqueta de cuero roja porque hacía algo de frío y limpié las botas embarradas y me las puse. Cuando volvía al auto a dejar mis cosas me cruce con un desesperado Chess que parecía fuera de si, y que en cuanto me vió gritó mi nombre y me abrazó con fuerza. - Midnight! – solo él me decía midnight y eso era porque solía decir que era más lindo que Haunter – donde estabas?! Creí que te habías suicidado luego de lo de… - Casi. – lo interrumpí antes de que dijera su nombre – pero aquí estoy, llegue a la conclusión que no vale la pena morirme por ese idiota. Le devolví el abrazo muy fuerte y luego comenzamos a caminar hacia el auto a llevar las cosas. El brazo de Chess siempre se mantuvo alrededor de mis hombros, a veces parecía que estabamos juntos, pero él y yo sabíamos que no era así, éramos como dos hermanos muy unidos. Nos quedamos conversando de mi intento de suicidio por un rato sentados en el capó hasta que notamos que la asamblea había retomado la seción del día anterior y nos dirigimos hacia allí para enterarnos de que haríamos al final. entramos al lugar, no pudimos evitar notar que Party , Ghoul, Kid y Jet salían de ahí con una expresión escéptica en sus rostros… estaba más que claro que ellos no creían en nada de lo que Forest - Man estaba diciendo. Al pasar por nuestro lado, Ghoul nos sonrió alegremente, Jet nos hizo una mueca de “si entran, solo gastan tiempo” , Kid nos miro algo indiferente y Party miró de refilón a Chess con una mueca disgustada y siguió su camino hacia su auto. En cuanto entramos, divisamos a los de nuestro grupo en una esquina junta al grupito de Vampire Bone. Estaban todos… Tory, Jack, Atomic, Nuclear, Toxic, Bone y… T.J. Chess me miró a mi y yo a él… los dos estábamos pensando exactamente lo mismo: ¿Qué mierda iba a suceder de ahora en mas con paul? Respiré hondo y lo miré profundamente. - Voy a aguantar, lo se. – susurré mirándolo con una forzada sonrisa. - Yo también lo sé corazón… pero también se que vas a llorar mucho por esto… - dijo mirándome como si solo la idea de verme llorar le retorciera el alma – como harás para que no te vea sufrir estando tan cerca siempre? - No quiero pensar en eso aún… tengo una noche más para resolverlo. – dije y luego suspiré – vamos, o van a sospechar. Caminamos hasta ellos e intentamos parecer alegremente normales para todos, pero no le dirigíamos la palabra a T.J ninguno de los dos. Los primeros dos minutos sentí la imponente mirada de mi primo sobre mi, fija e insufrible. Intenté obviarlo con éxito, pero me costó como los mil demonios. No tardaron demasiado en silenciarnos a todos por un altavoz y expectante miré hacia donde se encontraba Forest – Man, quien comenzaba a hablar sobre el plan para atacar la fabrica y todo eso… sinceramente, no me importaba. En cierto momento sentí un brazo rodear mi cintura y me pregunté quien sería, ya que el brazo de Chess aun estaba sobre mis hombros. Me giré de inmediato y odié comprobar que era T.J mirándome con una sonrisa. Lo aparté rápidamente con un solo movimiento de mi brazo. - No me toques – murmuré desviando la mirada. - Por que? – preguntó T.J simulando un tono extrañado. Posicioné mi mirada directo a él y negué con la cabeza, asqueada de su actitud. Me liberé del brazo de mi amigo mientras lo miraba de forma explicativa y me alejaba de aquel lugar. Salí afuera y me paré a 3 metros de la puerta mirando la planicie iluminada solo por el tenue brillo de la luna llena. Una brisa fría hizo que mi pelo negro y lacio se revoleara un poco en el silencio del desierto, el único sonido claro era el proveniente de el comedor. Pensé un segundo que hacer primero… tenía que calmar la ansiedad que tenía adentro y recordé que aun tenía cigarrillos en mi bolso… era uno de mis esporádicos vicios. Comencé a caminar hacia el auto con lentitud, recién entonces empecé a pensar como haría para evitar a T.J todo el tiempo… supuse que lo mejor sería cortarlo por lo sano y abandonar el grupo, pero el solo pensar en alejarme de Tory, Chess y Jack me estrujaba el corazón. Ellos eran mi familia, lo único que tenía en este mundo. Las lagrimas rodaron por mis mejillas hasta que las limpié con el puño de mi chaqueta. No faltaba tanto para que llegara al auto. - Espera Haunter! –escuché el llamado de Paul y el sordo sonido de sus pasos corriendo sobre la arena.

1 comentario:

  1. Dios¡¡¡¡¡
    me encanto , y no dejes la intrigaa¡¡¡¡¡
    Siguela prontooooooooooo ^^

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