Gee♥ // Bren♥ // Max♥ // Add♥

Gee♥  //  Bren♥  //  Max♥  //  Add♥
mis 4 amores = hermosos preciosos perfectos heavys talentosos y sexys ♥

lunes, 26 de julio de 2010

Your Bloody Side (parte 4 y ultima)


Subtitulo: La Más Joven Del Harén


Sentí como las ultimas gotas se colaban por mi garganta y por más que mi cuerpo aún quería seguir, ya no había mas materia prima para tomar. Hice fuerza y logré que mis dientes soltaran de apoco la pajita. La observé 2 segundos, estaba destrozada. Respiré con tranquilidad (o eso aparentaba) y me alejé de aquel vidon infernal.
Al instante Max lo tomó entre sus manos y lo bajó al suelo. Me observó durante un minuto en silencio y luego se inclino para tenerme más cerca. Me adelanté un tanto y él complacido apoyo su mentón en mi hombro. Volvía a sentirlo helado. Sentí una ligera molestia en mi boca, pero pensé que me había lastimado otra vez con mis dientes así que no le di mucha importancia. Max suspiró y tomó mi hombro con una de sus manos, me acercó aún más a él, tanto que apoyé mi cabeza de costado en su pecho y quedé algo inclinada, pero bastante cómoda. Apoyó su mentón sobre mi cabello y una de sus manos acariciaron mi vientre.

- Estás calentita otra vez… - susurró produciendo algo así como un ronrroneo que salía desde el medio de su garganta, parecía involuntario, como fuera, ese sonido me tranquilizaba.
- Ya te extrañaba así de frío… - murmuré con un dejo de sarcasmo, aunque me parecía demasiado extraño como para gustarme que la temperatura de su cuerpo fuera casi igual a la mía.
- Mj…

Permanecimos en silencio por un rato más, nuestros silencios no podían llenarse con palabras, y eso por alguna razón los 2 lo sabíamos. Silencio, juntos lo apreciábamos. Solos lo detestábamos. La falta de palabras entre nosotros era más la capacidad de comunicarnos sin palabras que otra cosa. A veces un simple gesto lo era todo y una conversación era como una sucesión de letras sin sentido alguno. Se aproximaban las 6 y media de la tarde, no teníamos mucho tiempo. Suspiré un tanto resignada a quebrar el pacifico silencio y susurré casi de forma inaudible…

- Mamá está por llegar…

Aceptó mis palabras sin chistar. Me alejó un tanto y tomó mi rostro entre sus manos para mirarme. Escrutó mi rostro con sus ojasos, en ese momento de un tono lila… algo lo preocupaba, lo sabía porque ese no era su color habitual. sentir el rostro oprimido me molestaba más que cualquier cosa, por lo que con cuidado retire sus manos de mis mejillas con una mirada explicativa plantada en las facciones. Rodó los ojos y esbozó una forzada sonrisa, se notaba que no quería estar feliz, porque no lo estaba.

- Qué te ocurre Max? – pregunté acariciando las nascientes de su pelo sedoso y color caoba.
- Estoy preocupado… es todo. – se explicó torpemente.
- Por qué?
- Por ti… no sé como reaccionaran los demás… tu sabes, no es común encontrarse con una media sangre sin educación…

Sus palabras me sonaron confusas… ¿media sangre sin educación? Acaso me estaba llamando impura analfabeta?!

- Como me llamaste? – pregunté poniendo la cara sería y con un aire un tanto ascecino.

Pareció un poco alterado, como sorprendido por el tono de mi voz.

- Media sangre sin educación… - balbuceó y mi enojo se fue a las nubes
- COMO. ME. LLAMASTE?! – exigí haciendo de cada palabra un enunciado. – acaso me dijiste IMPURA ANALFABETA?! - mi dedo lo apuntó como si fuera un arma mortal.

Soltó una carcajada. Otra. Otra. Se dobló sobre la cama y siguió riendo.

Mi humor era pésimo en ese momento, por lo que me limité a fruncir los labios (con demasiada facilidad, lo que me llamó la atención). Por impulso lo tomé por el pelo y tironee un poco, quería que sintiera mi disconformidad, no pretendía que le doliera. Me miró al instante y calló. Se acomodó mejor, esa vez recostado con la cabeza apoyada en mi regazo.

- Media sangre sin educación no quiere decir que seas una impura analfabeta camila…
- Kmi – lo corregí al instante, me reventaba que me llamara por el nombre completo.
- Lo siento… kmi, quiere decir que eres una mitad vampiro, o sea que no eres del todo vampira, pero tampoco del todo humana. Y lo de sin educación no es porque seas una descerebrada, si no porque jamás nadie te explicó ni te educó sobre ese lado tuyo que no es humano. Es por eso, no porque seas tonta… - cuando terminó de explicarlo me quedé callada y él también

Lo pensé un segundo, Max tenía razón, no sabíamos como reaccionarían. Personalmente estaba segura de que Julieta se pondría feliz, a will… bueno, él en realidad no opinaría, jamás opinaba en nada. Por cesar y por brenda no podía hablar, pues no los conocía tanto, pero de algo estaba segura: ellos eran buena gente.

- Estoy segura de que Julieta se alegrara de mi estado… - lo dije como lo sentía: una maldita enfermedad, que no se me iría.
- Hablas como si estuvieras enferma o embarazada… - dijo frunciendo el ceño – y la verdad, las 2 cosas me asustan mucho… y más porque ese diablo no sería mío…

Fruncí un tanto el ceño, pues no había entendido del todo sus palabras. Me había confundido un poco lo de “…ese diablo no sería mío…” pero cuando lo entendí me sorprendió un poco, el se refería que el bebe en cuestión no sería suyo, o sea que no sería el padre. Si yo ni siquiera hubiera imaginado algo así… por qué él si?

- Mira que tienes imaginación eh? – dije sonriendo – acaso me ves con el perfil para embarazarme con 14 años? – pregunté guiñándole un ojo.
- No… la verdad que no. – coincidió conmigo y sonrió – pero más vale prevenir que curar no?
- Agh… tu siempre tan drástico! – puse los ojos en blanco y apreté una de sus mejillas con la mano. – como te decía, creo que Julieta va estar… contenta, de esta cosa que soy medio indefinida.
- Si, es cierto… ella suele tener preferencia por los adefesios inhumanos… - me miró divertido, estaba molestándome como un juego.

Lo miré reprobatoriamente y rió, luego yo le sonreí, simplemente me resultaba más que imposible enojarme con él en situaciones como esas.

- Me pregunto que dirán los demás… te aseguro que eso va a ser otra reunión familiar – dijo lleno de convencimiento – últimamente hemos tenido varias no crees? Es preocupante.
- No lo sé Max – negué pensando en hacerle un extraño peinado – sabes que no los conozco desde hace tanto tiempo, tu más que nadie.
- Si… tienes razón. Jeje Vlad se va a poner histérico… - masculló, pero fue lo suficientemente alto como para que lo escuchara.
- Quien es Vlad? – pregunté comenzando a tomar tres mechones de su cabello y a trenzarlos con cuidado.
- Oh… eso no puedo decírtelo… en serio.
- Vamos! Dimelo… por favor, por favor, por favor! – insistí como una pequeña inmadura, pero eso solía funcionar con él.
- Amor, si no puedo, no puedo… no es que no quiera decírtelo…

Eso no me alcanzaba. No. Intenté convencerme de que su control no fuera demasiado así podría salirme con la mía sin que lo notase. Me concentré mucho, me llevó algo así como 1 minuto (casi 10 veces más que de costumbre) fijé mi controladora mirada sobre el punto consciente de sus ojos y me preparé para el asalto, sería difícil. No lograba inmiscuirme en su barrera mental, pero lograba no hacerlo consciente de sus palabras, lograba que dijera lo que a mi me parecía conveniente. Pensé mi pregunta adecuada con malicia y la formulé con el mismo tono perverso.

- Quien es Vlad? – dije pausadamente para que sus terminales nerviosas lo asimilaran con más facilidad.

Sus palabras fluyeron atropelladas y directas… perfectas para mi.

- es el rey, el rey Vladimir dra…

Tapé su boca y corté la fina línea que unía su mente a la mía, no era mi intención que dijera “Drácula”. Esperé unos segundos como si nada, por lo general nadie recordaba lo que había hecho con ellos, pero este no era un caso normal… lo comprobé cuando se sentó de golpe y me tomó por las muñecas.

- No se que me hiciste, PERO NO VUELVAS A HACERME ESO ENTENDISTE!?
- Mjm… - asentí con la cabeza, a veces su temperamento me ponía nerviosa. Demasiado nerviosa.

Me quedé muy quieta y con la vista baja esperando a que me soltara las manos. No tardó mucho, 10 segundos a lo sumo, pero cada porción de tiempo en la que él demostraba ser el líder de la situación mi propio instinto me dictaba que fuera sumisa, demasiado sumisa. Él era de temperamento inestable, pasaba de estar feliz a el llanto en cuestión de segundos, e incluso podía estar alegre y luego enojado como si nada…

Me negué a que sus ojos se clavaran en los míos y en 3 segundos ensaye mi mejor carita sumisa acentuada con un tierno pucherito. Escuché con precaución el sonido un tanto ajetreado de su respiración y en cuanto en ellas detecté la tranquilidad indicada elevé mi rostro, siempre por debajo del suyo y con mis ojos llenos de “lo siento” y muchos pucheritos.

- Perdón… - susurré con voz tierna y sumisa, odiaba ese tipo de voz, odiaba la sumisión y cada una de sus partes y letras, pero sabía que a veces debía obedecer a ciertas potencias… y Máximo siempre fue una de ellas.

Respiró con fuerza, pero sin violencia. Su rostro era inescrutable y duro. Aún así sabía que no era demasiado peligroso pues su mano descansaba con tranquilidad sobre mi cintura, como sabedor que era dueño de mi, como si fuera el jeque de un harén y yo fuera una de sus esposas… La más joven del harén.

Me imaginé la situación y no pude evitar encontrar las similitudes. En un harén, el hombre es el que manda y las mujeres están al servicio de el. Max sería el Jeque, con su carácter fuerte y autoritario y yo sería la nueva… la esposa más joven, el nuevo capricho de un hombre. Tampoco era tan drástico mi rollo con Máximo, pero se podían apreciar algunas cercanías…
En el harén, de seguro la más joven fuera la más oculta, la más clandestina debido a su pequeñes. Aunque no por eso fuera la que causara menos problemas, todo lo contrario. Con una pequeña inmadura los problemas serían comunes, rabietas y alguno que otro destrozo serían un tanto más que casuales mientras el Jeque tendría que enseñarle a ser sumisa como las demás…

En mi caso, yo era muy joven, era la clandestina, pero a esas alturas poco me interesaba porque aunque lo amara sabía que eso no duraría por siempre. Causaba problemas, lo notaba. Me metía en cosas en las que no debía meterme y me responsabilizaba de cosas muy por fuera de mi control. Las rabietas y caprichos no eran normales en mi, para nada, pero me negaba a ciertas cosas, la sangre por ejemplo, cosas que a Máximo lo sacaban de quicio… siguiendo el ejemplo, ahora vendría la parte donde tendría que enseñarme a ser sumisa, una pequeña dama que solo supiera decirle “si”. Pero me creía un poco más lista que eso y siempre, antes de que se disgustara demasiado improvisaba una tierna escena de sumisión y por unas horas me comportaba así: dándole la razón en todo y manteniéndolo a gusto, con sensación de poder. De esa forma lograba zafarme de su implacable convicción.

Con cuidado me recosté contra su torso, apoyando la cabeza en la parte superior de su brazo. Se dejó, inmutable. Aún así no paraba de mirarlo con una sumisa precaución, sabía que no me golpearía ni me lastimaría, pero con él siempre era necesario mantenerlo de buen humor.

Su mano libre acarició mis cabellos con suavidad e internó los dedos en mi cabellera con lentitud. De esa forma me mantenía cerca, pero tampoco me permitía moverme. Aún así tenía la situación bajo control, lo importante era que supiera que él estaba a cargo, que era el mandamás de la relación. Mejor para mi que así fuera, pero aún así me molestaba un tanto que siempre frenara las oportunidades en que controlaba yo.

Me mantuve en silencio esperando una respuesta, no me permitiría hablar de más. Estudié con cuidado la expresión esa para no olvidarla, era importante ver las diferencias en sus expresiones siendo él un hombre de pocas palabras sensibles, muy pocas veces hablaba de sus sentimientos, comprendía que le complacía expresarlos pero no con palabras, sino con hechos y acciones. Lo entendía, a mi me pasaba lo mismo. Aunque muchos confundían mis carencias de expresión con frialdad; yo no era fría o inescrupulosa, solo detestaba poner un sentimiento en palabras, porque tal vez, poniendo una palabra y un significado a las cosas, las mismas perdieran su verdadero sentido, el esencial, el que más importaba. Deslicé mi mano por las rayas que bordeaban el escote en v de su suéter de lana fina y blanca, presentía que era el momento apropiado para ponerle un tanto más de calor a la situación.

Siempre, no importaba como, él sabía lo que yo me proponía con un simple gesto. Tomó mi rostro entre sus manos y a regañadientes se lo permití, no quería molestarlo más. Por las dudas repasé disimuladamente mis dientes con la lengua, los caninos estaban en su tamaño normal: cortos, normales, como los de cualquier humano.

De improviso sentí la furia de sus labios contra los míos. Abrí los ojos por inersia y me encontré con su mirada oscura, aún así me encantaba verlo, con ese tono perverso en lo profundo de sus ojos. Se miró reflejado en mis ojos y me soltó, huyendo de mi mirada. Mis labios ardieron, pero no por dolor, sino por necesidad de seguir ardiendo pegados a los suyos. Lo tomé del rostro y lo atraje hasta mi para besarlo. Intentó impedirlo, aunque sabía que solo simulaba porque en cuestión de fuerza él me sobrepasaba con creces. En cuanto nuestras bocas tuvieron contacto cerré los ojos y solo esperé que siguiera mi corriente… -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Aca les dejo el capii!!!!! bueno, q lo disfruten! estos dias andare medio lenta en postear por los parciales (grrr quien los invento?! no sirven para nada!!! :@), lo que pasa es que se me vienen los dificiles, por ejemplo, mañana tengo el de fisica ( O_O ) y pasado el de Matematica (:'( no se nada ) bueno... besooossss!!!! aca de verdad termina el capitulo Your Bloody Side... besoooos

3 comentarios:

  1. hola nena!!!!!
    bueno, te digo, que bonito!!!
    el capitulo estuvo algo intenso y sentimental, pero me ha gustado mucho, no se, pero leerte me relaja!!
    bueno, otra cosita mas. Ya ha acabado la historia de leah!! si!! que triste!!
    como sea, como tu me apoyaste mucho -cosa que agradesco- me gustaria mucho que me dejaras tu opinion de la historia!! no se, algunas palabritas que cerraran con broche de oro el final...
    http://leah-cleawater-history.blogspot.com/2010/07/epilogo.html
    p.d.ahora estoy haciendo una historia sobre riley y bree

    ResponderEliminar
  2. oola!!
    me gusto mucho el kapitulo!!
    deveras ke si!
    ya kiero el prox kapitulo
    i te komprendo sobre la skuela!
    es mui dificil!
    pff
    ke mas se le puede hacer
    cuidate
    ke te vaya bn!
    bye!

    ResponderEliminar
  3. ohhhh
    me encanto ¡¡
    waa quiero ya saber que pensaran todos con lo de Kmi ^^
    espero que la puedas seguir pronto :)

    Y que muchar graciias por seguin mi Historia ¡¡ bsss muuaak

    ResponderEliminar